[XP] Carola: ¡¡del chat a la cama!!

El martes, luego de trabajar largo rato con la compu, y algo fatigado ya, me decidí a descansar del trabajo e ingresé al chat de Baires. Y a los pocos minutos, hizo su aparición la encantadora Carola. Yo la había conocido en reuniones del foro, había leído infinidad de experiencias muy buenas sobre ella, y una vez ya había compartido su cama, pero habían pasado unos meses... No estaba mal reincidir. Nos saludamos por chat, y le dije mi interés por estar con ella nuevamente. "Cuando quieras", me dijo. "¿Ahora?", pregunté. "Tenés que llamarme", aclaró. La llamé por teléfono, arreglé una cita inmediata, me duché, y partí velozmente a su nidito de la calle Montevideo. Carola me recibió en ropa interior muy pequeña y tacos altos. Me besó largamente, y los besos de Carola son bien profundos. Me acompañó al baño, y mientras puso su mano en mi entrepierna, y al notar ya novedades, me susurró "¡cómo te la voy a chupar!". La voz de Carola es muy insinuante, muy finita, de nena, pero a la vez con expresiones guarras. A la vez, emite unos grititos cuando coge, que son sumamente excitantes. En seguida estábamos besándonos desnudos en la cama. Hay un televisor con DVD porno, pero teniendo a Carola enfrente uno ni se acuerda de las películas. Tiernamente comenzó a lamerme los huevos, y con su mano me acariciaba dulcemente la pija. Me colocó un forro hábilmente con su boquita, me miró fijamente, y yo vi y sentí cómo el pene iba desapareciendo totalmente entre sus labios. Siempre con su mirada fija en la mía comenzó su labor, su movimiento de vaivén. Aunque lo hace con forro, el bucal de Carola es sensacional. Se ve que es una experta, que su cálida boquita ha albergado ya centenares de afortunadas vergas. Yo llegué al límite del placer. A mi vez la acariciaba, hasta que la hice girar y continuamos en la posición de 69. Inmediatamente la niña dejó de chupar y se fue sentando lentamente, haciendo que la pija llenara su adorable vagina. Y entonces, su cabalgata sensacional. Luego de hacerme gozar mucho, y al advertirle yo que estaba cerca de culminar, la niña, sonriendo, me dijo que la esperara. Salió y al minuto regresó con una pequeñísima pollerita escocesa, se puso los zapatos, se apoyó en la pared, y me hizo penetrarla de pie. Siempre alentado por sus gemidos, yo acariciaba permanentemente sus carnes. Su colita hermosa (que lamentablemente se niega a entregar), sus pequeñas tetas, todo durito, firme, en envase pequeño (Carola es menudita) como a mí más me atrae. Caímos sobre la cama, nos besamos, acariciamos, ¡qué se yo!. Ubicados en la posición de perrito, llegué al orgasmo, disfrutando un polvo maravilloso. Fue una hora inolvidable. Lo pasé muy, pero muy bien, a quienes no conocen a Carola, les digo que no saben lo que se están perdiendo. La recomiendo. ¿Regalito?: xxx. Chau, y un beso a Carola.