Sarita, simplemente sexo

Luego de varios intentos frustrados, logré conocer y disfrutar del sexo con Sarita. Nos encontramos fuera de su circuito habitual, en Palermo, ya que casualmente o no ella estaba por esa zona y a mí me quedaba más cómodo. Empezamos bien.
Llegó vestida con una pollera de jean que le sentaba muy bien a su menuda figura, blusa blanca a tono con su piel trigueña. Muy sonriente y muy bien dispuesta a pesar de que no nos conocíamos.
Ya en el albergue, nos besamos serenamente, ella tiene una piel muy suave y dan ganas de lamerla toda. Nos dimos una ducha tibia, y ya enjabonándonos descubrí una vulva intensa y un clítoris duro, preanuncio de una almejeada feliz. Nos tiramos en la cama, apagamos la tele y empezó la acción: 69, después le pegué una mamada antológica que dio lugar a una seriada de gritos. Después invertimos y me tocó gemir a mí.
Bien mojadita, yo arriba y chupándole la tetitas chiquitas, murra murra y murra se fue mi primero.
Le gusta charlar, a mí también, es muy sencilla, tiene un estilo especial para excitarte sin decir guarradas. Y respetuosa, ya que su celular sonó varias veces y ella ni amagó atender.
Entre toqueteadas, besos y franelas, volvimos a apagar la tv y a mamarnos a gusto después la subí y se despachó a gusto, fregándose el clítoris y besándome con extraña mezcla de suavidad y pasión. Y así, a puro fuego, se me fue el segundo.
Me dio gracia porque en un momento de la mamada que le di me dice: ¿y si te contrato?
Si quieren ver las fotos, búsquenla en el foro, son bastante fieles, no tienen fotoshop (o por lo menos casi nada). A Sarita le gusta el sexo. Y se nota, y te lo hace notar.
Y uno la pasa bien, bien.