Samira - Palermo

Luego de haber leído bastantes buenas experiencias de esta señorita, y cómo el destino me dio un día libre de mi mujer, decidí este jueves que ya pasó ir a conocer a Samira, realmente como la describen los distintos colegas, es muy, pero muy bonita, tiene un lindo cuerpito, me dijo que tiene 23 años y le creo, es muy jovencita. Pero comencemos pro el principio, me pasa la dirección, para los colegas que se manejan a pata, les cuento que tomando la línea D, se bajan en Scalabrini Ortiz, y caminan unas 5 cuadras, el edificio, a pesar que está sobre Salguero es muy tranquilo, no hay porteros y baja Samira abrirte la puerta. Primera impresión, con que muñequita voy a satisfacer mis más bajos instintos. Entramos al departamento, que se nota que es bastante viejo, pero tiene todo lo indispensable, una baño más o menos y una cama, y claro, con la presencia de Samira uno queda más que conforme. Le pago la cuota solicitada por una hora de placer, le comento que quiero todo muy tranquilo, con caricias y masajes. Samira es muy tranquila, trata de conformarte. De parados la acaricie largo tiempo, sentirla apretadita sobre mi, abrazándola tanto por adelante como por atrás, tiene una hermosa piel, y mirando esa carita tan linda, realmente pasó un muy buen momento, el único tema, que para mí que soy un romántico es importante, es que da sólo piquitos y la verdad que me gusta mucho besar, creo que es parte fundamental de una buena relación. Pero bueno hay que aceptar las reglas que pone la scort, pero sacando eso, que les repito, para mí es muy importante, fue una linda experiencia, la puse en cuatro y estuve un ratito disfrutando de esa increible espectáculo, que siguió, luego de algunos masajitos y caricias mutuas, terminando en la forma tradicional, es decir un lindo misionero. Yo soy de un solo tiro, es por eso que lo estiro lo más posible, casi siempre acabo casi llegando a la hora, y esta vez no fue la excepción, fue un muy lindo polvo de misionero. Para agregar es un espectáculo verla caminar desnuda por la habitación, es una pendeja que está bárbara. Puse que volvería y seguramente, en algún momento, cuando tenga ganas de abrazar, acariciar y sentir el cuerpo de una bella joven, voy a volver a estar con ella.

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