Escort Ivana - Microcentro bairesgirls

Llegue en el colectivo 59. Al edificio entras al toque; te abre desde arriba. Entre al departamento e Ivana me gustó de inmediato; una morocha de cara bonita, bien latina. Con un cuerpo delgado y fibroso, que fui comprobando lo hermoso y proporcionado que era a medida que la fui viendo desnuda; con una piel firme y delicada. Me bañé, la esperé en la cama super ansioso, mientras esperaba que ella se higienizara. Yo hacía como 10 años que no cogía con otra mina que no fuese mi esposa. Solo pajas; muy buenas y seguidas, pero pajas al fin. No sabía como iba a funcionar el amigo ante semejante ansiedad. Ya me había tomado ayudín (1/3 de pastilla de 50 o sea 17 mg). Llegó Ivana a la habitación y se quedó solo con la bombacha, porque yo le dije que no se la sacara; se acostó boca arriba y el colorado (es decir yo) empezó su tarea de zapado. Primero con la bombacha puesta y luego sin nada. La maquinaria hacía mucho que no se usaba pero la había engrasado bien los días previos y las había rociado bien con WD40. Por suerte respondieron a la perfección. La lengua mecánica iba y venía; la excavadora tenía los dientes bien afilados raspaba incisivo pero delicado; los labios hidráulicos absorbían todos los jugos y chupaban como en sus mejores días. Qué grande; las herramientas eran antiguas pero dieron resultados magistrales; la señorita se revolvía como una lagartíja y daba grititos de placer. Los trabajos de excavación duraron cerca de 30 minutos mínimo pero la labor fue muy produtiva. Ivana me dijo que acabó varias y que al final tuvo el orgasmo final. Me miró sonriente y con la cara iluminada; "hacía mucho que no tenía un orgasmo así papito". Y yo todavía no me había ni sacado el boxer. Eso si, tenía una erección pavorosa. Ni yo mismo creía que ese miembro tan duro y parado era mío. Mire a los costados y hacia atras para cerciorarme que no era el de otro tipo. A continuación Ivana siguió con un terrible pete, que me enguyó mi herramienta principal, casi hasta acabar. Pero como mi intención era continuar disfrutando esa cogida y conociendo que mi inicio y mi tope es una sola descarga, pare la succión de Ivana y pasé a otros movimientos. En la siguiente etapa continué con un masaje en la espalda, cuello y glúteos de Ivana con crema aromatizada que hidrataba la hermosa piel morena de esa yegua. Yo deslizaba mis manos delicadamente haciendo presión en puntos determinados y la chica me decía "qué lindo ... cómo me gusta; vos sos masajita Fede?" A lo que yo respondí: ¡¡¡"No Ivanita no soy masajista; lo que tengo es una calentura que si exploto, no queda nada de este edificio!!! y los dos nos reímos JAJAJAJA. l. cabe aclarar que los masajes incluyeron sus agujeritos y la planta y los dedos de ambos pies, con lo cual la señorita exclamaba placenteramente. La próxima etapa consistió en la colocación de un globito en la herramienta principal y una enculada gloriosa. Cabalgamos de varias formas; yo abajo ella arriba, ella en cuatro y yo parado dándole, patitas al hombro ... en fin hermosa cojida. Y en la última etapa, donde se acaba, puso mi miembro a punto de explotar en su boca y con succión y lengua maestra ella logró que yo no aguantara mas ... me masturbé un poco y le derramé toda mi calentura en su boca. Amigos míos ... ¡¡Qué acabada ... por Dios!!!! Por un momento, creo que estuve en el cielo en estado de éxtasis. Finalmente baje al cuarto y volví a la realidad. Me vestí, nos besamos y seguramente me veré nuevamente con Ivana... es un amor de persona.

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