Escort Caro - Recoleta bairesgirls

Hola, buen finde! En la semana vi las fotos de esta joven paraguaya en la sección Novedades y la vi tentadora, así con la cara redonda, nariz pequeña, pechos con pezones grandes y algo rellenita, de modo que esta tarde me mandé a ver que onda. Arreglé rápido por wsp. En cuanto me contestó con la info de media hora 3 mil y la hora 4, le dije Ok voy por media hora, y en seguida me pasó la dirección exacta, con calle, altura y depto.
El depto está a una cuadra del parque Las Heras, linda zona para caminar durante un sábado de sol. A la hora indicada toqué timbre, me abrió desde arriba por el portero eléctrico, subí, me abrió la puerta y suspiré aliviado al comprobar que es tal cual aparece en las fotos de su publicación. Idéntica. Incluso tiene una sonrisa medio naif que no está en las fotos. Me recibió montada en tacos y con una malla enteriza de color piel. Dice tener 22 años y los aparenta.
El depto es un monoambiente con todo bien puesto, cama de dos plazas, espejo grande en la pared para observar la escena, iluminación oscura ideal para estas tardes de calor y apenas entré me di cuenta de que ya estuve allí el verano pasado con otra señorita del PY que publica en Baires pero no tiene habilitado los comentarios así que prefiero no dar su nombre.
Fui recién bañado como se debe y en cuestión de segundos ya me la estaba apretando, sin escatimar lengua. Me fui sacando la ropa sin hablar, metiendo manos por todos lados, acariciando esa piel típica de las jóvenes guaraníes y chupándole las tetas, me gusta cuando tienen pezones grandes y rosados. Luego me acosté para que me la chupe, aquí no descolló así que le pedí el forro para coger. Me lo quiso poner y lo hizo al revés, Amiga! Tenés que practicar, me lo puse yo, le indiqué ponerse en 4 y me pare, afirmando los pies en el suelo, para metérsela adentro de una y darle masa porque me calentó la pendeja, la agarre de las cachas, del pelo, de los hombros, ella pareció excitada también por las miradas que tiraba por encima del hombro y así se fueron los muchachos al látex. Me fui a lavar al baño con toalla grande, le aboné mientras me vestía, beso en la boca de despedida y me abrió de nuevo desde arriba para salir a la lleca (portero humano no vi).
En conclusión, me gustó la visita de 30 minutos, sin la obligación de hablar y hacerme el simpático, con una piba bien dispuesta a seguir los gustos del cliente.

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