Escort Cande BG - Microcentro una milf que te revienta

Mis queridos colegas, sigo con otra experiencia, esta fue muy reciente, tuvo lugar el jueves pasado y debo confesar que quedé atontado. Hace poco que volví al mundo de las escort y estoy muy contento porque como siempre, se demuestra la ENORME UTILIDAD DEL FORO. Yo participé hace varios años, luego me retiré y volví, y debo decir que gracias a este foro me evité varios problemas. Así que gracias a todos los que colaboran y moderan este espacio.
No quiero alargarme demasiado. La señora en cuestión es Cande, de Baires Girl. La contacté el jueves cerca del mediodía. Ya tenía en claro dónde estaba gracias a otras XPs de algunos colegas: el mítico PV de Maipú y Corrientes. Allí donde estaba antes Sole o Analía... ¿Qué será de Analía? Aún la busco y tengo de ella el mejor de los recuerdos. Coordinamos para las 17 horas, así que salí de mi trabajo a las 16:30 y en veinte minutos estaba en la puerta del depto. Mi corazón latía a full. La puerta la cambiaron... antes había una mirilla y ya no está. Me abrió con un body translúcido y me encontré con una mujer muy linda y con unos pechos enormes. Bien maquillada, la boca roja como el vino y un perfume muy suave en el ambiente. Es una dama, sabe como tratar al cliente, cuando tomar de la mano, como hablarte, cuándo sonreir... me invitó a pasar al baño y me dió una toalla, lo cual agradecí. La puerta de la habitación ya estaba abierta... al lado estaba la cocina, en la época de Analía a veces tomaba un té con las chicas... los recuerdos volvieron todos juntos y ella se dió cuenta. Entramos y con mucha suavidad fue a mis labios al tiempo que me desabrochaba el pantalón. Nos besamos un ratos mientras nos deslizabamos a la cama. Quedé acostado y mientras me abría la camisa ella pasó directamente a la felación. Fue excelente, se recostó para mayor comodidad y me la metió toda, hasta la garganta, levantaba la mirada y aplicaba fuerza cuando debía, movía la lengua con una maestría que me desarmaba mientras yo acariciaba sus pechos y sentía sus pezones, grandes y duros como clavos. Bajó y comenzó a chuparme los testículos, subió, mordió el tronco y finalmente me puso la cara entre sus pechos enormes.
Su piel blanca tiene un sabor suave, su lengua es delicada, sus pechos enormes y naturales. me colocó el preservativo y se subió... y cabalgó un buen rato mientras sus pechos rebotaban en mi cara, los chupé, los mordí y ella me decía "Dale pendejo... dale". Yo estaba a full y quería acabar, pero me contuve. La separé y le dije que ibamos a ir en cuatro... así que se acomodó y empecé a penetrarla en la nueva posición, quebró la espalda y tuve la fortuna de vernos en el espejo... era un espectáculo, entraba con furia y salía de ella, mis testículos golpeaban y mis manos se aferraban a sus nalgas. Dios... me acuerdo y tengo una erección fuerte de nuevo. EN un momento le metí un dedo y ella giró la cabeza y sonrió. La saqué de su vagina, entendiendo que esa sonrisa era un permiso. Lubriqué con saliva pero ella me tendió un gel que teía en la mesita. Me la puse y le introduje un poco con el dedo, para luego abrirme paso en su ano. Estaba apretado y caliente, fuí despacio, como ella me indicó. Me di cuenta que era estrecha, estuve un rato haciéndole la cola, pero como apretaba de golpe sentí que ya no podía contenerme, se lo dije, ella se zafó y con una rapidez increíble se puso enfrente de mi, me arranzó el preservativo y empezó a masturbarme y me corrí en sus grandes y preciosas tetas. Pegué un gemido que fue un grito. Ella siguió hasta que ya no salió nada y luego se lo llevó a la boca.

Yo estaba mareado y me dejé caer de costado. Ella me besó, buscó una toalla y se limpió los pechos. Me dijo que la esperara "así" y así quedé acostado. Fue al baño, escuché correr el agua y ella volvió, tenía el maquillaje corrido, se acostó a mi lado y me acarició. Hablamos un poco de varias cosas y entonces emepezó a acariciarme el pene hasta que estuvo erecto. Me dijo "Creo que tu amigo se despertó". Bajó y empezó a chuparlo de nuevo... yo estaba contorsionandome, apenas podía creer lo que pasaba... tan acostumbrado a mi esposa que me había olvidado que el sexo es algo que se puede prolongar y se puede seguir jugando.
La segunda mamada fue genial, hasta el final, aunque creo que no eyaculé, pero sentí que lo hacía.
Me permitió ducharme y salí del edificio muy contento. Las piernas apenas me respondían, pero me obligué a caminar para no llegar perfecto a mi casa.

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