Iniciado por Clepsidra
Queridos co-foristas:
Nunca me gustó traer problemas personales al Foro, porque amo este espacio, porque es uno de los lugares en los que me gustaba compartir información y divertirme, haciendo que la simple información sobre las performances propias y ajenas tuvieran esa “chispa adecuada”, parafraseando a los Héroes del Silencio.
El lunes por la tarde recibo una llamada en mi radio del Administrador Calama, en la que me dió un ultimátum: si no me bajaba de la moderación, el Administrador Gabriel iba a darme la baja como usuario. ¿Por qué? Porque soy un hombre de códigos, al haber mantenido inalterable mi amistad con el ex Administrador Javier y porque no pude seguir callándome ante la cobarde agresión de otro moderador, quien haciendo un uso incorrecto de las herramientas de voto me asignó un negativo el sábado 16 y ésa afrenta permaneció a la vista de todos los foristas durante cuatro días, sin que nadie del Staff ó alguno de los moderadores que ingresaron durante el fin de semana le advirtieran a ése personaje lo incorrecto de su proceder.
Indignado, el martes 19 de agosto a las 10 horas avisé en el foro de moderadores que si la situación no se revertía y con una satisfacción hacia mí, iba a postear en el UCO mi defensa acerca de lo incorrecto del voto y de las motivaciones del mismo. Esa misma noche, cerca de las 22 horas, puse un post dirigido a los UCOs que nadie pudo leer, porque dos moderadores (uno de ellos se decía mi amigo) removieron sistemáticamente el post cada vez que yo lo volvía a subir, aduciendo que mi justa defensa era “contraproducente” para los intereses del Foro. La impunidad, amigos, es contraproducente para el Foro, no que un forista sea atacado y vituperado y no pueda ejercer el legítimo derecho de replicar.
Mas aún, el Administrador Calama me trató de loco al decirme que no estaba “en mis cabales”. Y lo peor es que, ejerciendo un omnímodo poder de censura, privaron a los UCOs de poder leer mi descargo ante la agresión. Pasé de ser la víctima a un desequilibrado que quería alterar la paz, y fui maltratado por los que se decían mis pares en una forma realmente asombrosa, a pesar de que hasta el Administrador Mariano reconoció que el negativo estuvo mal adjudicado y que la conducta del otro Moderador era impropia.
Creo que no tengo que demostrar que, aún habiendo dejado BG y el Foro mi amigo Javier, jamás utilicé mis herramientas de moderador en beneficio de nadie mas que de los foristas y el Foro todo. No hice “política” acerca del rompimiento entre los socios, no pregoné rupturas ni escándalos, comprometí muchísimas horas de mi tiempo para que el Foro estuviera prolijo y legible para ustedes y me acerqué a todos los que me conocieron en cuanta reunión me fue posible asistir, siempre dispuesto a ayudar y comprometido con el espiritu de camaradería. No creo que ninguno de los que me atacan pueda decir lo mismo.
Las motivaciones del Moderador que me puso el negativo, que nunca elevé al Foro para el conocimiento público, son de estricta índole personal. Aquel personaje tiene una inquina personal contra mí, y es difícil que la cuestión se resuelva. Piadoso yo, decidí ignorarlo, no atendiendo sus firmas agresivas ni la de sus secuaces de turno, dos personajillos que, incapaces de vivir sus propias vidas, se dedicaron a difamarme. Y, nuevamente, ante la indiferencia de los que tendrían que ser los primeros en defenderme.
Está claro que mi supuesta “renuncia” no es mas que una maniobra mas del Administrador Calama, apañado seguramente por el Administrador Gabriel, quienes en aras del “amiguismo” decidieron sacrificarme a mí en vez de aplicarle a su Moderador ausente la sanción que le correspondía: la quita de la herramienta de votos. Y esa quita de la herramienta hubiera conllevado la automática baja del usuario como Moderador. Las reglas son claras, simples y yo no estaba pidiendo nada extraordinario.
El lunes 25, el Administrador Calama me dijo claramente que prefería su amistad con aquel Moderador aún a sabiendas de que esa actitud era contraria a los intereses generales. No tengo que demostrar lo obvio: aquel Moderador no ingresa al Foro, no le interesa, y ha sido mantenido y premiado con un cargo que no merece y que debería ser ejercido por alguien que realmente trabaje por el Foro. De todos modos, fiel a su costumbre, mintió y como lo tengo ya medido, sé que no cumplirá con la palabra que me dió.
Cuando fui nombrado Moderador, sentí un inmenso orgullo. Porque sabía que sólo los usuarios que habían demostrado un comportamiento digno y fiel hacia el Foro eran nombrados. Entonces, la pérdida del “cartelito” como le llaman algunos, ES un golpe, sobre todo cuando no haz hecho nada malo como para merecer que te den un voleo en el orto por el capricho de un limadito, apañado por sus amigotes.
Seguramente, este post tendrá vida efímera. Los que puedan leerlo, tengan en claro que yo nunca busqué problemas, he sido fiel al Foro hasta el fin y me he mordido los dedos muchas veces para no afectar la paz y la tranquilidad de este espacio. Pero todo tiene un límite, el que impone la dignidad y llegué al punto de cansarme de ser manoseado por aquellos que se decían mis camaradas. Y mi dignidad, Calama, no la negocio.
Yo no renuncié, me echaron. Yo no soy el que busca protagonismo ni revanchas, yo soy víctima de un teje y maneje del grupete de adictos que se mueven entre las sombras y que han hecho que el que era nuestro espacio se transforme en lo que nunca debió ser: un nido de víboras.
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