Off-Topics / Fuera de tema

Alfredo Martinez de Bush nacionalizó las deudas de un puñado de bancos privados.
Esto da pié para pensar en algunas cosas: los propagandistas del neoliberalismo siempre dicen que las iniquidades que genera ese sistema son un efecto colateral indeseable: el precio que hay que pagar para generar mayor cantidad de riquezas, lo cual, a la larga, sería mejor para todos.
Esta semana quedó bien en claro que eso es mentira: pues, cuando se dio el improbable caso de que alguien sea lo suficientemente estúpido como o para perder en su propio juego, los gobiernos no dudaron en tomar medidas chavistas para asegurar esas iniquidades (lo cual, además, si esos teóricos tienen razón, atentaría contra la producción de riquezas).


Algunas provincias argentinas decidieron adelantar el reloj una hora, para aprovechar mejor la luz solar; otras prefirieron dejarlo como estaba. La Nación tituló: "El país dividido en dos".
¡Cagamos! Si esta vez no se arma una guerra civil, no se lo que les digo.


Argentina está por extraditar a 6 ciudadanos paraguayos, acusados de secuestrar y asesinar a la hija de un político. Los medios se refieren invariablemente a ellos como "presos políticos".
Los chorros que quedan pegados por asaltar una panadería, ¿serán presos panaderos?


"Rescate financiero" es otra expresión curiosa: pagar un rescate es darle dinero a un enemigo para que libere a una persona apreciada o devuelva una cosa robada. Pero lo que hizo Martinez de Bush es darle dinero a sus amigotes, para que pudieran saldar sus déficits privados.
O.K.: "vaciamiento" es una palabra muy fea. Pero por ahí hubiera convenido buscar un poco más en el diccionario: a ver si no había otro eufemismo un poco mejor.


Muchos editorialistas suelen imitar títulos de películas famosas: uno llamó a su editorial: "Cabalgando al rescate".
No la debe haber visto: en ella, una rubia medio estúpida se mete en un rancho que se cae a pedazos, sin ver lo que había adentro. Los muchachitos del KKK llegan a rescatarla justo cuando los negros le estaban por romper el culo.


Los medios tratan de asustarnos con titulares y pronósticos catastróficos acerca de la crisis financiera. Ahora bien; ¿en que consiste, objetivamente, esa crisis?
Todo el mundo esperaba que el precio del petróleo, del gas y de la soja iba a producir unas ganancias excepcionales; que, finalmente, no existirán.
Bien: mucho no entiendo de economía.Pero, digo: antes de dar por supuesto que eso es una tragedia (o incluso: antes de dar por supuesto que es siquiera una mala noticia), ¿no convendría ver, antes, en que se pensaban invertir esas ganancias supernumerarias?
Digo: ¿había proyectada una campaña de vacunación planetaria contra la difteria, que vaya a tener que esperar un mejor momento? ¿algún plan de asistencia alimentaria para la República Centroafricana que vaya a quedarse sin fondos?
Relajémonos: tomemonos la crisis con mentalidad franciscana; les puedo asegurar que es posible ser felices sin que Venezuela o Irán tengan la bomba atómica; e puede ser felices sin que Rusia vuelva a ser una calamidad para el planeta; sin que un puñado de yuppies metidos a agricultores sigan haciendo mierda el suelo con sus monocultivos de soja;
...y, si me apuran un poco: ¡hasta sin el tren bala!
Saludos.
4GL