Política y Economía

Lunes 15 de setiembre de 2008
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[size=18:7710207b3b]El estilo de gobierno de Sarah Palin, visceral y vengativo[/size:7710207b3b]

Colocó a varias amigas en cargos oficiales
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WASILLA, Alaska (The New York Times) .- La gobernadora de Alaska, Sarah Palin, se rige por la máxima de que la política es un tema local, por no decir personal.

De manera que, cuando hubo una vacante en el más alto nivel de la División de Agricultura de Alaska, Palin designó a una compañera de colegio, Franci Havemeister, para el cargo de directora, que tiene una remuneración de 95.000 dólares anuales. Havemeister, ex agente inmobiliaria, dijo que su amor por las vacas era una de sus calificaciones para dirigir la agencia con un presupuesto de 2 millones de dólares.

Havemeister fue sólo una de por lo menos cinco compañeras de secundario contratadas por Palin, con salarios que exceden ampliamente la remuneración que percibían en el sector privado.

Cuando Palin tuvo que reducir el presupuesto estatal de Alaska en 2007, evitó reunirse con la legión de frustrados legisladores y alcaldes. En cambio, se encerró con su director de presupuesto y su esposo, Todd, y vetó millones de dólares de proyectos legislativos.

Ahora, Palin ha sido lanzada al centro del escenario político del país como la gran enemiga de la costumbre de "nombrar a los viejos amigos" y como la defensora de las reformas éticas.

La carismática gobernadora de 44 años ha logrado captar la atención de un público entusiasta y consigue altos índices de aprobación. Y, como candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano, subraya su experiencia en el gobierno.

Pero un análisis de su rápido ascenso y de su trayectoria como alcaldesa de Wasilla y más tarde gobernadora de Alaska revela que el estilo visceral de Palin y su tendencia a atacar a sus críticos contrasta con su imagen pública cuidadosamente construida.

Durante toda su carrera propició venganzas, despidió a funcionarios que la contrariaban y a veces incluso borró la línea entre el gobierno y el agravio personal, según se desprende de una revisión de registro públicos y entrevistas con 60 legisladores y con funcionario locales.

No obstante, Palin tiene muchos partidarios. Como alcaldesa, pavimentó caminos y calles y construyó una pista de patinaje. Como gobernadora, impulsó mayores impuestos a las empresas petroleras que dominan un tercio de la economía de Alaska. Suscita intensas emociones. "Es brillante y tiene un instinto político infalible", dijo Steve Haycox, profesor de historia de la Universidad de Alaska. "Pero su estilo de gobierno despierta duros cuestionamientos", añadió.

Las entrevistas demuestran que Palin lidera un equipo que premia la lealtad y el secreto, y que hace pocas distinciones entre lo personal y lo político.

En las últimas décadas, los campos petroleros de Alaska recibieron una masiva migración de conservadores sociales de Oklahoma y Texas. Han llenado las iglesias evangélicas de Wasilla, donde creció Palin, y han revivido al Partido Republicano en el estado. Muchos de esos residentes de clase trabajadora constituyeron la base electoral de Palin, que presentó su candidatura a alcaldesa con una plataforma de derecho a las armas, oposición al aborto y la eliminación de la vieja guardia "complaciente".

Como alcaldesa, Palin gobernó una ciudad que crecía de forma desenfrenada. Aprobó una contribución obligatoria para construir caminos, desagües y alcantarillas; redujo el impuesto a la propiedad, pero aumentó el impuesto a las ventas, y flexibilizó las leyes de zonificación. Y, como dicen sus partidarios, Palin "limpió" el armario municipal, al despedir a funcionarios veteranos para poder formar su propio equipo.

También impuso una mordaza a los empleados municipales, prohibiéndoles que hablaran con la prensa, y usó dinero de la ciudad para comprarse un vehículo todoterreno blanco para uso personal, que los empleados llaman sarcásticamente "alcaldemóvil".

En 2006, Palin se presentó a las primarias para la gobernación como una candidata formidable. Y medio siglo después de que Alaska se convirtiera en estado, Palin inauguró su gobernación y empezó a blandir la espada de la reforma. Emergió, entonces, otra característica de su estilo: se rodeó de ex amigas de colegio y conocidos de su iglesia.

Para sus partidarios (con un índice de aprobación del 80%, es indudable que Palin tiene muchos que la apoyan), la ex gobernadora ha sacado a Alaska del pantano de la corrupción. Consiguió la aprobación de una ley que restringe la actividad de los lobbistas, y reformó el código impositivo para que el estado se quedara con mayores beneficios por la venta de petróleo y gas natural.

Sin embargo, los escándalos han afectado las credenciales reformistas de la gobernadora, entre ellos la investigación por el despido de un agente de policía estatal que se había negado a echar al cuñado de Palin cuando éste se divorció de su hermana.

Traducción: Mirta Rosenberg.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1049986