Off-Topics / Fuera de tema

Cuentan que cierto día apareció una gotera en el techo de su casa a la altura del comedor. Inmediatamente colocó un balde para que se fueran acumulando allí las gotas de agua que iban cayendo, impermeabilizó el techo dando por sentado que la próxima lluvia no le provocaría inconveniente.
Para su sorpresa, en la próxima lluvia el agua volvió a decir "presente" en el interior de su casa. En lugar de haberse solucionado el problema, parecía haberse agravado: no sólo que seguía lloviendo en el mismo lugar, sino que se sumó otra gotera en su cuarto. Y necesitó dos baldes. Sabiendo que era tiempo de lluvias, decidió dejar los dos baldes en forma permanente para que no se deterioren sus pisos. Al principio le fastidiaban por lo estético como por el hecho de llevárselos por delante cada mañana al levantarse.
Con el tiempo se fue "amigando" con la situación. Necesitó salir a comprar otros baldes porque se generaron nuevas goteras. Los amigos ya iban a visitarlo los días de lluvia porque se había convertido su casa en un interesante espectáculo desde lo visual y lo musical. En un momento, ante tanto balde dando vuelta, se le ocurrió comprar dos piletas de lona que quedaban armadas todo el tiempo. Al enterarse de esto, los hijos de los vecinos venían cada tanto a zambullirse en la ya denominada "pileta de la lluvia". Decidió que los varoncitos usarían la pileta de su cuarto y las nenas la pileta del comedor. Como el asunto se fue haciendo conocido en el barrio, en épocas de vacaciones, eran muchos los chicos que lo visitaban con sus padres.
El término gotera se transformó en una gran inexactitud porque ya esto se parecía más al fenómeno de las Cataratas del Iguazú. Más allá de lo pintoresco, este hombre ya tenía toda su vida salpicada (nunca más válida la palabra) por esta situación. No podía dormir del todo bien. Los espacios de circulación en la casa eran escasos. Había perdido la privacidad. Descargar las piletas era todo un tema. Aunque su existencia se había complicado desde que comenzó a caer la primer gota en el interior de su casa, se fue acostumbrando.
Al resignarse, no hizo gran cosa para resolver el problema. Hasta llegó a confeccionarse un cartel que expresaba:"no te ahogues en un vaso de agua". Un día una madre que llegaba con toallas, bolsos, y sus tres niños (con la correspondiente revisación médica para ingresar a la pileta) se encontró con el hecho de que nadie contestaba al golpear la puerta. Otros padres fueron llegando con sus hijos.
La gente se fue agolpando mientras crecía la indignación. Aunque nunca habían tenido que pagar un solo peso, se sentían estafados. "¿Quién se cree que es para no abrirnos?", se decían entre sí. Finalmente decidieron entrar por la fuerza. Al entrar se encontraron con un espectáculo dramático.
El hombre se había ahogado.
Según los peritos, se había tropezado en medio de la noche y cayó dentro de la pileta donde de a poco se fue ahogando. Lo extraño es que ni siquiera tuvo el reflejo de intentar zafar de la situación.
El perito médico que ya conocía al fallecido encontró una razonable explicación: "es lógico. Este hombre aprendió a no reaccionar. Lo que le sucedía..., le sucedía. Se acostumbraba a todo. Aprendió a no defenderse, ni siquiera de la muerte..."
Terrible, ¿cierto? Con el tiempo, uno se puede ir acostumbrando a todo.! ¿Ridícula la historia? Sí ¿Hecho excepcional? Sí y no. No es tan excepcional cuando la comparamos con algunas situaciones de nuestra vida que nos generan una gran molestia, aunque en algún momento lo fuimos tolerando de a poco. A partir de la resignación, se nos instaló sin que hoy tengamos ni siquiera la intención de modificar algo. Bedrossian
Maltratado, pero acostumbrado.
Desapasionado, pero acostumbrado.
Vacío, pero acostumbrado.
Violento, pero acostumbrado.
Desilusionado, pero acostumbrado.
Solo, pero acostumbrado.
Amigo, no te mal acostumbres. No te resignes. No toleres lo que no debe ser tolerado. No dejes de luchar por lo que quieres. Dejemos la resignación, y elijamos el cambio. El counseling puede ayudarte a dar ese primer paso! Te lo garantizo.. Uno también puede des-acostumbrarse de todo y vivir una vida más plena!