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VIEDMA (Télam) -- El jueves venidero, al cumplirse el segundo aniversario de la tragedia en la Escuela Islas Malvinas de Carmen de Patagones, en la que un alumno mató a tres compañeros, se realizará una marcha con velas hasta la costa del río y se prevé una ceremonia religiosa ecuménica, según informaron ayer los padres de las víctimas.
En el ámbito escolar la recordación será el miércoles próximo, con una jornada de reflexión conducida por los docentes; en tanto el día 28 no se dictarán clases, aunque las aulas permanecerán abiertas.
Una fuente cercana a los chicos sobrevivientes de la masacre de septiembre de 2004, cuando un adolescente apodado "Junior" mató a balazos a tres de sus compañeros e hirió a otros cinco, dijo que el destino definitivo del aula de la tragedia todavía no está resuelto.
Los alumnos que hace dos años concurrían al primer año del polimodal egresarán de la escuela en noviembre y propusieron a las autoridades educativas que el lugar de la masacre, que desde entonces permanece cerrado como una especie de santuario, se abra al resto del edificio para un espacio comunitario.
Con tal idea pidieron que se derribe la pared que separa al aula del pasillo y se coloque un mural alusivo, como recordatorio permanente para la posteridad.
La iniciativa no cuenta con el consenso de la totalidad de los docentes y, según la fuente consultada, una funcionaria educativa con asiento en La Plata habría sugerido que el lugar tiene que volver a convertirse en aula.


Miradas y gestos
Ayer a la mañana, el clima que se vivía en la Escuela Islas Malvinas era el que suele repetirse en vísperas del Día del Estudiante, con estridente música bailantera en los recreos y mucha algarabía.
Una docente, que pidió mantener en reserva su nombre, confió que "si uno mira rápidamente parece una escuela cualquiera, como que aquí nunca hubiese pasado nada, pero si prestás atención descubrís algunas miradas y gestos que indican lo contrario".
El personal directivo que estaba al frente del establecimiento el 28 de septiembre de 2004, sigue separado preventivamente de sus cargos, mientras en la dirección de Educación bonaerense continúa el sumario iniciado a principios del año pasado.
La actual directora interina del colegio, Adriana Roumec, dijo que "se trabaja en armonía, tratando de construir cada día una alternativa diferente, con mucho cuidado en la participación de todos".
Durante el presente ciclo lectivo la calma se alteró cuando, el pasado 10 de julio a la mañana, en una pared exterior del edificio, apareció un graffiti anónimo que decía: "Junior vamos a terminar lo que empesaste (sic)".
La pintada, que al día siguiente fue recubierta, no pudo ser adjudicada a ningún alumno de la escuela y, en cambio, todos coincidieron en atribuirla a los mismos jóvenes que en esos días habían pintado cruces esvásticas en varios paredones de la ciudad.
Por su parte, el día 11 de julio en el Hospital Municipal de Patagones se inauguró el sector de terapia intensiva con el nombre de 28 de Septiembre, en recordación de aquella fatídica jornada, cuando el centro sanitario se vio desbordado por la falta de ese tipo de atención especializada y los heridos más graves tuvieron que ser derivados a esta capital.
La tragedia en la Escuela Islas Malvinas, de Carmen de Patagones, se desencadenó cuando el alumno que tenía entonces 15 años, apodado "Junior", descerrajó una lluvia de balas contra sus compañeros de primer año, pocos minutos después de las 8 de la mañana del 28 de septiembre de 2004.
Evangelina Miranda, Sandra Núñez y Federico Ponce, cayeron muertos en el interior del aula y otros cinco chicos sufrieron heridas diversas.
Junior, que fue considerado inimputable por su edad, estaría aún internado en un instituto dependiente de la secretaría de Minoridad bonaerense.
Su padre, un suboficial de la Prefectura Naval, con cuya arma el joven cometió la matanza, cumplió 45 días de arresto y sigue en actividad, en el puerto de La Plata.


Algo esta mal con los pibes....