Gatos literarios

La tragedia griega desapareció súbitamente, sin que desapareciera el gusto griego por lo trágico: simplemente llegó un punto en que los griegos ya no pudieron escribir más tragedias. Algo parecido ocurrió con el tango.

Los generos musicales populares se valen de cuanto instrumento, y / o conocimiento técnico, que ande dando vueltas a poco precio.
En los arrabales marginales de Bs. As., allá por la década de 1870, los instrumentos no eran un problema: abastecidos a bajo precio por el contrabando y el robo hormiga en el puerto. Las técnicas de ejecución, en cambio, eran sumamente pobres: el violín se pulsaba con los dedos, como una guitarra; la flauta se usaba, más que nada, para sostener notas pedal; el infaltable piano de los prostíbulos se usaba casi como un instrumento de percución. Las letras son conformistas o, peor aún; reivindicadoras de la realidad cotidiana: como vemos en el tango-villero de Villoldo.
y, sin embargo; las refinadas armonias de Maffia, de Gardel, de Laurenz; no son otra cosa que un refinamiento de aquella misma música de machos cabrios, y conservan un cierto aire de familia con ella.

La técnica para escribir tangos, como para todo arte dionisíaco, es la verdad. En "Silencio en la noche", no hay un mito muy elaborado, ni grandes malabarismos retóricos: hay solo un frances acriollado viendo una fila interminable de tumbas. Los versos salen solos.

Discépolo es todavía tango, como Eurípides es todavia tragedia; pero es un tango solar, apolineo; distante y sacerdotal; con la insoportable pedantería moral de quien escribe sobre la vida y las pasiones, viéndolas desde arriba ( "Gira, gira", parece un tango escrito por Gagarin). Discepolo escribe tangos como un antropólogo talla un hacha de piedra. "Ese existencialista del tango", como lo llama Sabato, se vale de la música popular para expresar su filosofía: filosofía académica, libresca y rigurosa.
¿Que hay, en la música popular rioplatense previa a Discépolo, que se parezca a ésto?:

[i:f65a964e26]Uno busca lleno de esperansas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias[/i:f65a964e26]

Nada. Discepolo escribe tangos; pero piensa en silvas y en sonetos. Lo delatan tanto su tendencia a cambiar permanentemente de metro, como su preferencia por el endecasílabo yámbico (en vez del más usual decasílabo); como en estos versos:

[i:f65a964e26]Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño[/i:f65a964e26]...


La "problemática y febril" Bs. As. posterior al 17 de octubre de 1945 ya fué incapaz de escribir un tango propiamente dicho: con su realidad social naturalizada; con la aceptación ingenua e incondicional de las propias pasiones; sin el menor cuestionamiento al propio punto de vista. Sigue, sin embargo, gustando del tango. Troilo alcanza la cumbre de la perfección interpretativa; pero la composicion ya es decadente.
De las técnicas que había desarrolado el tango; surgio lo que primero se llamó "tango nuevo"; tango reformado"; tango "piazoliano". Y despues (cuando se comprendió que eso no tenia nada que ver con el tango); "musica de Buenos Aires".

Otro meritorio cuasi-tango surgió en la última década, con epicentro en Dolina; el cual es, en realidad, una babel de todos los estilos poéticos y musicales ( no por casualidad una de sus mejores obras se llama, precisamente, "La torre de babel"). Este "tango", erudito y divinamente artificial, se parece al tango como la ópera se parece a la tragedia. Es decir: por un minucioso estudio, análisis e imitación de sus formas exteriores.

El cine, europeo y americano por igual, siempre vió en el tango, antes que nada ( y a veces, no otra cosa que), el trasfondo sadomasoquista de su estética; que a los porteños se les suele pasar inadvertida. La frase: "el tango es un sentimiento triste que se baila", es incomprensible para casi todo el planeta.

El tango se ha divulgado por el exterior por medios generalmente indignos: las "bandas de sonido", el karaoke, el turismo.
El refinado y rítmico tango finlandes tiene un gracioso aire de familia con el impresentable tango "for export": como el acento de aquel erudito confusiano, al que le había enseñado a hablar ingles un marinero analfabeto.

Cuando Georg Malmsten escribió el tango "Muistelo", allá por 1947, todo el mundo interpretó que el autor estaba "recordando" a los millones que ya no estaban. Sin embargo; Malmsten prefirió encubrir su dolor bajo el aspecto de una historia de desencuentro amoroso: imitando así a los poetas clásicos finlandeses, a quienes habia leido y admirado siempre.

[b:f65a964e26]Recuerdo[/b:f65a964e26]
( Georg Malmsten )

[i:f65a964e26]mira, caen ya las hojas al viento,
como lágrimas porque te has ido;
y no puedo olvidarme tu amor.
todo tiene un tiempo,
todo es del olvido;
mas no quiero vivir sin dolor
porque él me mostró,
más que la alegría,
cuan preciosa tu fuiste, amor mío.
Por eso, aunque me duela el recuerdo,
larga sombra de la soledad,
puedo ver ahora que tu reflejo
se tornó mucho mas cristalino.[/i:f65a964e26]

"Letras de tango", de Jose Gobello, no está nada mal.

http://www.tematika.com/articulo/detalleArticulo.jsp?idArticulo=82950

Eso si: son [b:7f5d9a3248]tres tomos [/b:7f5d9a3248]llenos de comentarios eruditos acerca de las epocas y la influencia de unos autores sobre otros.