Off-Topics / Fuera de tema

Gracias por los votos.
En la vecina Galicia, comunidad autónoma del Estado Español, se efectuó hace unos dias las elecciones al Parlamento Gallego, para elegir Presidente de la Xunta.
El resultado estaba tan ajustado que solo un escaño podía o nó dar el poder a Manuel Fraga.
El voto emigrante era decisivo, (con un elevado porcentaje procedente de Argentina) este lunes se efectuó el recuento y el ultimo escaño que estaba pendiente, cayó al fin para las candidaturas progresistas.
Era el fin político del antiguo Ministro de Interior, del anterior Jefe del Estado Español, en cuyo Consejo de Ministros se firmaron tantas penas de muerte, (viles asesinatos), Fraga pasará a la Historia por su celebre frase
-"la calle es mia"-.
Aún y siendo una comunidad vecina; por la Libertad y la Democracia, de nuevo MUCHAS GRACIAS.
:wink:

[quote:7171a8ee3e="Juanchila"]Una pequeña bio de este nefasto!!! (como los tantos que hay acá en Argentina, que primero estubieron del lado de las Botas y el palo y del lado de los llantos)

Inicios y formación (1922-1961)
Formado en Derecho, Política y Economía, Fraga ingresó en el cuerpo de letrados de las Cortes (el parlamento español) en 1945 e inició carrera como diplomático en 1947. Ejerció cargos políticos importantes en distintos órganos del estado desde 1951.

Catedrático de Derecho Político desde 1948 (Valencia), obtuvo la plaza de Teoría del Estado y Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid en 1953. Conjugó la docencia con sus cargos políticos, con algún breve paréntesis, hasta 1987, año de su jubilación como profesor.

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Ministro de Información y Turismo (1962-1969)
Desde julio de 1962, como ministro de Información y Turismo, promovió el desarrollo de la industria turística, sobre todo favoreciendo la imprescindible relajación de la estricta moral pública imperante en los años anteriores. De estos años es el eslogan Spain is different! ("¡España es diferente!"), interpretado por algunos como una justificación encubierta del régimen político del franquismo. Los ingresos por turismo se convirtieron rápidamente en el principal capítulo de la economía nacional y, sumados a los envíos del numeroso contingente de emigrantes, sirvieron para permitir una mejora considerable de las condiciones de vida de la población. Como una consecuencia indirecta, las nuevas costumbres traídas por los turistas se convirtieron en un factor más de debilitamiento del régimen, identificado con un catolicismo preconciliar.

Por otra parte, en tanto que ministro de Propaganda (información) tuvo que asumir tareas como la justificación del asesinato de oponentes al franquismo. Se distinguió por el celo con que se aplicó en el caso del dirigente comunista Julián Grimau, ejecutado, según la terminología del régimen, en 1963. En un rasgo distintivo de su fuerte personalidad, nunca ha admitido obligación alguna de retractarse por su participación en los hechos de la dictadura.

Tras el accidente sufrido en 1966 por un bombardero estadounidense, a consecuencia del cual se produjo una fuga radioactiva y la caída de una bomba de hidrógeno al mar, Fraga se bañó en Palomares en un intento de calmar a la opinión pública y demostrar que no había riesgo alguno. En realidad, éste caso fue el accidente con armas nucleares más grave de la historia: el 29% de la población local presenta plutonio en su organismo.

Ese mismo año presentó una Ley de Prensa, conocida como Ley Fraga, que, suprimiendo la censura previa, tuvo el efecto de permitir una mayor libertad de prensa, si bien extremadamente restringida y sometida a autocensura. A raíz de ella se produjo, por ejemplo, el secuestro del diario ABC en 1966, y dos años después el del diario Madrid, que terminó con la simbólica voladura de su edificio en 1971.

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El fin del régimen franquista (1969-1982)
En 1969, año del estado de excepción que se produjo en torno al proceso de Burgos, cesó como ministro. En 1973 fue nombrado embajador en el Reino Unido, cargo que ejerció hasta la muerte de Franco.

En 1975 fue nombrado vicepresidente y ministro de Gobernación (cargo equivalente al actual de Interior) del gobierno de Carlos Arias Navarro, primero del régimen franquista después de la muerte del dictador. Poco después, en 1976, acuñó la frase[color=red:7171a8ee3e] "La calle es mía",[/color:7171a8ee3e] tras un incidente en que resultaron muertas varias personas, por disparos de las fuerzas de seguridad, durante el desalojo de una concentración en la catedral de Vitoria.

El fracaso del gobierno de Arias se saldó con el nombramiento de Adolfo Suárez como nuevo presidente. Éste consiguió aglutinar a elementos muy heterogéneos, desde miembros del régimen de Franco partidarios de una reforma profunda hasta centristas del interior que habían disfrutado de una relativa tolerancia, en el partido que se llamó UCD.

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Jefe de la oposición (1982-1987)
Fraga, que no encontraba acomodo en UCD, fundó el partido conservador Alianza Popular (AP), que más tarde pasó a llamarse Partido Popular. El partido, que encuadraba inicialmente sobre todo a políticos activos del régimen de Franco, fue ampliando su composición. Cuando la UCD se desintegró en 1981 muchos de sus miembros se afiliaron a AP. Alianza Popular, en coalición con el Partido Demócrata Popular y el Partido Liberal, ambas formaciones procedentes de la UCD, obtuvo un 26% de los votos en las elecciones de 1982 y 1986, convirtiéndose Fraga en jefe de la oposición. Fraga fue elegido diputado a Cortes por AP en las elecciones de 1977, 1979, 1982 y 1986.

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Presidente de Galicia (1987-2005)
En 1987, Fraga entregó la presidencia del PP a José María Aznar y volvió a su tierra natal, Galicia. Ganó las elecciones autonómicas convirtiéndose en presidente de Galicia, cargo en el que se mantuvo hasta 2005; elegido en el congreso del PP gallego como candidato del partido a las elecciones autonómicas de ese año, perdió la mayoría absoluta por escaso margen.

Como consecuencia del hundimiento del petrolero Prestige cerca de las costas gallegas a finales de 2002, Fraga fue muy criticado por su actuación en la crisis, si bien pocos meses después el PP salía ganador de las elecciones municipales en la mayoría, pero no en todas, de las poblaciones costeras afectadas por la marea negra.

En las del 2005, siendo ya uno de los mandatarios en activo más ancianos del mundo, no obtuvo la mayoría absoluta, por lo que es poco probable que pueda volver a gobernar, dada la posible alianza del PSOE y el BNG.[/quote:7171a8ee3e]

Impresionante Juanchila.
Y además vil e infame asesino.
asesino :?:
[color=blue:7171a8ee3e]Nadie habrá dejado de observar que asesino proviene del árabe hassasin o haschaschim, es decir, adepto al hachís o marihuana. La secta de los "asesinos", que seguían las directivas de un misterioso Anciano de la Montaña, jugaba un rol político y religioso de cierta importancia en la época en que el Emperador Federico II disputaba el poder con el papado. Al parecer, esta gente, que profesaba la creencia de los chiítas (es decir, sostenían, por oposición a los sunnitas, que la descendencia del profeta Muhammed debía ser depositaria del poder de regir a la comunidad devota) solucionaba parte de sus problemas tácticos mediante la acción silenciosa de unos comandos altamente capacitados para matar sin dejar rastros a los enemigos más encarnizados.

El hachís se utilizaba para alcanzar , mediante una rigurosa educación y una profunda disciplina física y moral, estados espirituales especiales. Con el tiempo, el término "asesino" trasladó su significado al de "homicida", en particular gracias al éxito de la Iglesia romana para calificar de fanáticos herejes a todos quienes no fueran católicos. No ha de creerse que se trataba de locos que querían imponer a toda costa sus puntos de vista. Los musulmanes siempre fueron, durante los años en los que participaron activamente en la vida del Mediterráneo, tolerantes y respetuosos de las creencias ajenas, al contrario que los cristianos, característicamente avasalladores y sanguinarios.

Los "asesinos", más bien, consideraban que era mejor matar a un personaje clave, que permitir que ese mismo personaje desencadenara una guerra devastadora. La sentencia de muerte, por otra parte, se diferenciaba de otras sentencias por el secreto del proceso seguido hasta su dictamen, y su legitimidad era tan [size=18:7171a8ee3e][b:7171a8ee3e]válida (o inválida) [/b:7171a8ee3e][/size:7171a8ee3e]como la que provenía de un ámbito eclesiástico o imperial.[/color:7171a8ee3e]