Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito
[b:c3def3ee54]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:c3def3ee54]
:wink:
Sin duda la plata no hace la felicidad (pero como ayuda:D)
Felicitaciones por la xp total.esunratito.
Saludos.
[quote:6c864402f0="aminobwana"][b:6c864402f0]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:6c864402f0]
:wink:[/quote:6c864402f0]
Aminobwana: Mis XP no son para pájaros de planeo rápido, ni para aves de vuelo gallináceo. Recibo decenas de MP y e mail de felicitaciones enviados por quienes no postean, porque no les gustan los relatos aburridamente calcados. Por otra parte, sabemos mi ya flaco amigo, que las nenas las prefieren "largas".
(Dicen que así son más "gostosas". Dicen)
Un abrazo
Total.esunratito
[color=red:0a4ff55c9a][b:0a4ff55c9a]total!!
amo tu manera de escribir me emociona y me atrapa!!!
felicitaciones a ambos
(que bella mujer que es zami!!!)
may![/b:0a4ff55c9a][/color:0a4ff55c9a]
es largo, pero espectacular!!!. tuve que decirle mi trabajo, espera que estoy leyendo algo, lo quiero terminar, despues seguimos.
ficcion bien articulada, con historia acorde tanto al nudo como al desenlace. Pero lo realmente atrapante es el hilo conductivo, no podes parar de leer.
No se si este es solo un hobby o su trabajo-profesion, pero lo que percibi al leer esta historia solo puedo definirlo con una sola palabra: TALENTO.
ah!!, y que lindo caramelo se comio :lol:
ahhh bueno, espectacular, tu forma de escribir, espectacular zamy y espectacular tu xp. felicitaciones a ambos.
27/08/2008 17:24muy original la forma de comentar la xp total.esunratito :lol: :twisted: :wink:
27/08/2008 17:57[b:f34a6263ff]¡Felicitciones por la xp [i:f34a6263ff]TOTALESUNRATITO[/i:f34a6263ff]!!!
Como siempre un atrapante relato y con una protagonista bellísima!!
Saludos!! :wink:[/b:f34a6263ff]
Querido Total..
Me alegro por su eleccion de conocer a la Bella Zamara
Mis felicitaciones a Ud
FELICITACIONES TOTAL POR TU XP. CON ZAMY.....VOS SOS EL MISMO QUE ME DICE QUE PARE PORQUE SE GASTA!!!???
SOS UN CARADURA!!!
:P :P :P
[quote:176ce9f9e6="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:176ce9f9e6]
[color=violet:176ce9f9e6]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:176ce9f9e6]
[quote:3c2012ccbd="aminobwana"][b:3c2012ccbd]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:3c2012ccbd]
:wink:[/quote:3c2012ccbd]
[color=violet:3c2012ccbd]total ... es un divino ..Tiene un relato re lindo ... muy oriiginal . [/color:3c2012ccbd]
[quote:c8515be309="Ocelot"]Sin duda la plata no hace la felicidad (pero como ayuda:D)
Felicitaciones por la xp total.esunratito.
Saludos.[/quote:c8515be309]
[color=violet:c8515be309]sabias palabras ![/color:c8515be309]
[quote:30458a5bcb="mayrabg"][color=red:30458a5bcb][b:30458a5bcb]total!!
amo tu manera de escribir me emociona y me atrapa!!!
felicitaciones a ambos
(que bella mujer que es zami!!!)
may![/b:30458a5bcb][/color:30458a5bcb][/quote:30458a5bcb]
[color=violet:30458a5bcb]Bueno may estas muy sensible.. :wink: :no tengo el don de la verborragia literaria de total pero la pasamos muy lindo y es una persona muy muy agradable . :D :D :love7: .Gracias idem for you .[/color:30458a5bcb]
[quote:3ce1eeacbc="Pepe-Pepe-Pepe"]es largo, pero espectacular!!!. tuve que decirle mi trabajo, espera que estoy leyendo algo, lo quiero terminar, despues seguimos.
ficcion bien articulada, con historia acorde tanto al nudo como al desenlace. Pero lo realmente atrapante es el hilo conductivo, no podes parar de leer.
No se si este es solo un hobby o su trabajo-profesion, pero lo que percibi al leer esta historia solo puedo definirlo con una sola palabra: TALENTO.
ah!!, y que lindo caramelo se comio :lol:[/quote:3ce1eeacbc]
[color=violet:3ce1eeacbc]Si ttotal tiene talento ademas de buena onda un exelente mix ... :D :D :D [/color:3ce1eeacbc]
[quote:63a34d92fe="mumuandres"]ahhh bueno, espectacular, tu forma de escribir, espectacular zamy y espectacular tu xp. felicitaciones a ambos.[/quote:63a34d92fe]
[color=violet:63a34d92fe]muchas gracias !!! :besito: ...[/color:63a34d92fe]
[quote:cd6b963d35="gatero79"]muy original la forma de comentar la xp total.esunratito :lol: :twisted: :wink:[/quote:cd6b963d35]
[color=violet:cd6b963d35]si muy lindo es una novela y yo la heroina :love7: [/color:cd6b963d35]
[quote:8b05e49aed="Lord Brett Sinclair"]Querido Total..
Me alegro por su eleccion de conocer a la Bella Zamara
Mis felicitaciones a Ud[/quote:8b05e49aed]
[color=violet:8b05e49aed]felicitaciones para ..total y para mi :cry: :cry: [/color:8b05e49aed]
[quote:23a370e866="polacrin"]FELICITACIONES TOTAL POR TU XP. CON ZAMY.....VOS SOS EL MISMO QUE ME DICE QUE PARE PORQUE SE GASTA!!!???
SOS UN CARADURA!!!
:P :P :P[/quote:23a370e866]
:risa3: :risa3: :risa3:
[quote:f6d6a28e39="ZamyBG"][quote:f6d6a28e39="Lord Brett Sinclair"]Querido Total..
Me alegro por su eleccion de conocer a la Bella Zamara
Mis felicitaciones a Ud[/quote:f6d6a28e39]
[color=violet:f6d6a28e39]felicitaciones para ..total y para mi :cry: :cry: [/color:f6d6a28e39][/quote:f6d6a28e39]
SUSHI !!!!!
Ahhh, mierda!!!
Todo eso hicieron?. Yo soy un salame...pensar que me fuí contento del depto de Zamy!!!
Te felicito Total!!
Zamy es un bombón en todo sentido!!
Un abrazo :wink:
[quote:f01cc62955="ZamyBG"][quote:f01cc62955="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:f01cc62955]
[color=violet:f01cc62955]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:f01cc62955][/quote:f01cc62955]
Eso es lo que yo llamo poder de síntesis!! :lol: :lol:
[quote:ed9b0b6650="total.esunratito"][quote:ed9b0b6650="aminobwana"][b:ed9b0b6650]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:ed9b0b6650]
:wink:[/quote:ed9b0b6650]
Aminobwana: Mis XP no son para pájaros de planeo rápido, ni para aves de vuelo gallináceo. Recibo decenas de MP y e mail de felicitaciones enviados por quienes no postean, porque no les gustan los relatos aburridamente calcados. Por otra parte, sabemos mi ya flaco amigo, que las nenas las prefieren "largas".
(Dicen que así son más "gostosas". Dicen)
Un abrazo
Total.esunratito[/quote:ed9b0b6650]
Che pero si este es un foro literario, no comprendo la critica!!!
Grande Total tendrias q presentarte al premio clarin de novelas!!
Congrats por la xp
Ma que Cortázar, ma que Borges, ma que Bioy Casares, yo que estoy cerca de la Av. Corrientes, ya no voy a recorrer más librerías si tengo el foro. Espectacular relato total, lo felicito nuevamente, ya lo felicité por la flor de Misiones (no me acuerdo como se llamaba) la excursión a Formosa, el paseo por la costa. Usted es un explarador de emociones humanas, saludos.
28/08/2008 12:15Ahhh me acordé de las frutillas en París también, que linda forma de escribir me encanta, bueno dejo de leer y me pongo a laburar. saludos
28/08/2008 12:16[quote:4afe9fe1e8="guidaju"][quote:4afe9fe1e8="ZamyBG"][quote:4afe9fe1e8="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:4afe9fe1e8]
[color=violet:4afe9fe1e8]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:4afe9fe1e8][/quote:4afe9fe1e8]
Eso es lo que yo llamo poder de síntesis!! :lol: :lol:[/quote:4afe9fe1e8]
le voy a proponer que me haga los resumenes de los libros de la facu, cada vez que tengo que estudiar, jajajajaj
[quote:cc8265a632="guidaju"][quote:cc8265a632="ZamyBG"][quote:cc8265a632="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:cc8265a632]
[color=violet:cc8265a632]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:cc8265a632][/quote:cc8265a632]
Eso es lo que yo llamo poder de síntesis!! :lol: :lol:[/quote:cc8265a632]
le voy a proponer que me haga los resumenes de los libros de la facu, cada vez que tengo que estudiar, jajajajaj
[quote:4a13aa55fd="guidaju"][quote:4a13aa55fd="ZamyBG"][quote:4a13aa55fd="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:4a13aa55fd]
[color=violet:4a13aa55fd]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:4a13aa55fd][/quote:4a13aa55fd]
Eso es lo que yo llamo poder de síntesis!! :lol: :lol:[/quote:4a13aa55fd]
le voy a proponer que me haga los resumenes de los libros de la facu, cada vez que tengo que estudiar, jajajajaj
[quote:44053dfe61="guidaju"][quote:44053dfe61="ZamyBG"][quote:44053dfe61="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:44053dfe61]
[color=violet:44053dfe61]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:44053dfe61][/quote:44053dfe61]
Eso es lo que yo llamo poder de síntesis!! :lol: :lol:[/quote:44053dfe61]
le voy a proponer que me haga los resumenes de los libros de la facu, cada vez que tengo que estudiar, jajajajaj
[quote:ed1be4ef06="mumuandres"][quote:ed1be4ef06="guidaju"][quote:ed1be4ef06="ZamyBG"][quote:ed1be4ef06="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:ed1be4ef06]
[color=violet:ed1be4ef06]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:ed1be4ef06][/quote:ed1be4ef06]
Eso es lo que yo llamo poder de síntesis!! :lol: :lol:[/quote:ed1be4ef06]
le voy a proponer que me haga los resumenes de los libros de la facu, cada vez que tengo que estudiar, jajajajaj[/quote:ed1be4ef06]
Para resúmenes de estudiante comprá el Lerú.
Che, loco, largá el carbónico...
Un abrazo y gracias
Total.esunratito
[quote:0331b0e644="Lord Brett Sinclair"][quote:0331b0e644="ZamyBG"][quote:0331b0e644="Lord Brett Sinclair"]Querido Total..
Me alegro por su eleccion de conocer a la Bella Zamara
Mis felicitaciones a Ud[/quote:0331b0e644]
[color=violet:0331b0e644]felicitaciones para ..total y para mi :cry: :cry: [/color:0331b0e644][/quote:0331b0e644]
SUSHI !!!!![/quote:0331b0e644]
[color=violet:0331b0e644][color=violet]ya te dije que soy como los nenes :wink: :wink: [/color:0331b0e644][/color]
[quote:47b78f12c0="guidaju"]Ahhh, mierda!!!
Todo eso hicieron?. Yo soy un salame...pensar que me fuí contento del depto de Zamy!!!
Te felicito Total!!
Zamy es un bombón en todo sentido!!
Un abrazo :wink:[/quote:47b78f12c0]
[color=violet:47b78f12c0]Un beso enorme !!... aun no hay whisky... :wink: :wink: [/color:47b78f12c0]
[quote:f659a5ee17="guidaju"][quote:f659a5ee17="ZamyBG"][quote:f659a5ee17="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:f659a5ee17]
[color=violet:f659a5ee17]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:f659a5ee17][/quote:f659a5ee17]
Eso es lo que yo llamo poder de síntesis!! :lol: :lol:[/quote:f659a5ee17]
[color=violet:f659a5ee17]siiiiiiiiii jajaa !!! :D :D :D :D [/color:f659a5ee17]
[quote:c416057c43="romyramone"][quote:c416057c43="total.esunratito"][quote:c416057c43="aminobwana"][b:c416057c43]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:c416057c43]
:wink:[/quote:c416057c43]
Aminobwana: Mis XP no son para pájaros de planeo rápido, ni para aves de vuelo gallináceo. Recibo decenas de MP y e mail de felicitaciones enviados por quienes no postean, porque no les gustan los relatos aburridamente calcados. Por otra parte, sabemos mi ya flaco amigo, que las nenas las prefieren "largas".
(Dicen que así son más "gostosas". Dicen)
Un abrazo
Total.esunratito[/quote:c416057c43]
Che pero si este es un foro literario, no comprendo la critica!!!
Grande Total tendrias q presentarte al premio clarin de novelas!!
Congrats por la xp[/quote:c416057c43]
[color=violet:c416057c43]es un romantico total !!![/color:c416057c43]
[quote:cf1ca8ab16="PILUNCHO SEX"]Ma que Cortázar, ma que Borges, ma que Bioy Casares, yo que estoy cerca de la Av. Corrientes, ya no voy a recorrer más librerías si tengo el foro. Espectacular relato total, lo felicito nuevamente, ya lo felicité por la flor de Misiones (no me acuerdo como se llamaba) la excursión a Formosa, el paseo por la costa. Usted es un explarador de emociones humanas, saludos.[/quote:cf1ca8ab16]
[color=violet:cf1ca8ab16]exactamente no recorras mas librerias que total ... es un libro abierto a las fantasias .. [/color:cf1ca8ab16]
[quote:360a531b2b="total.esunratito"][quote:360a531b2b="mumuandres"][quote:360a531b2b="guidaju"][quote:360a531b2b="ZamyBG"][quote:360a531b2b="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:360a531b2b]
[color=violet:360a531b2b]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:360a531b2b][/quote:360a531b2b]
Eso es lo que yo llamo poder de síntesis!! :lol: :lol:[/quote:360a531b2b]
le voy a proponer que me haga los resumenes de los libros de la facu, cada vez que tengo que estudiar, jajajajaj[/quote:360a531b2b]
Para resúmenes de estudiante comprá el Lerú.
Che, loco, largá el carbónico...
Un abrazo y gracias
Total.esunratito[/quote:360a531b2b]
:juajuajua: :juajuajua: :juajuajua:
Te felicito por tu encuentro con Zamara.
una diosa total
[quote:5c4d6efe2d="Atlàntida"]Te felicito por tu encuentro con Zamara.
una diosa total[/quote:5c4d6efe2d]
[color=violet:5c4d6efe2d]gracias bebe !!!![/color:5c4d6efe2d]
LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:
28/08/2008 15:21SIN PALABRAS.... FELICITACIONES
28/08/2008 15:43[quote:b5b0a873bb="SPJ"]LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:[/quote:b5b0a873bb]
[color=violet:b5b0a873bb]vos decis ??????[/color:b5b0a873bb]
[quote:39f99d1374="ZamyBG"][quote:39f99d1374="SPJ"]LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:[/quote:39f99d1374]
[color=violet:39f99d1374]vos decis ??????[/color:39f99d1374][/quote:39f99d1374]ME PARECE QUE SI!!!!!!!!!!!!!!!Y APARTE ME CUENTAN,VIO' :lol: :lol: :lol:
[quote:b8bd42c171="SPJ"][quote:b8bd42c171="ZamyBG"][quote:b8bd42c171="SPJ"]LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:[/quote:b8bd42c171]
[color=violet:b8bd42c171]vos decis ??????[/color:b8bd42c171][/quote:b8bd42c171]ME PARECE QUE SI!!!!!!!!!!!!!!!Y APARTE ME CUENTAN,VIO' :lol: :lol: :lol:[/quote:b8bd42c171]
[color=violet:b8bd42c171]solo me decis "me cuentan "... soy muy muy curiosa :D [/color:b8bd42c171]
[quote:81714be160="ZamyBG"][quote:81714be160="SPJ"][quote:81714be160="ZamyBG"][quote:81714be160="SPJ"]LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:[/quote:81714be160]
[color=violet:81714be160]vos decis ??????[/color:81714be160][/quote:81714be160]ME PARECE QUE SI!!!!!!!!!!!!!!!Y APARTE ME CUENTAN,VIO' :lol: :lol: :lol:[/quote:81714be160]
[color=violet:81714be160]solo me decis "me cuentan "... soy muy muy curiosa :D [/color:81714be160][/quote:81714be160]Y SI..NO TENGO EL SUMO PLACER....AL MENOS..TODAVIA :oops:
[quote:c133d6db72="SPJ"][quote:c133d6db72="ZamyBG"][quote:c133d6db72="SPJ"][quote:c133d6db72="ZamyBG"][quote:c133d6db72="SPJ"]LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:[/quote:c133d6db72]
[color=violet:c133d6db72]vos decis ??????[/color:c133d6db72][/quote:c133d6db72]ME PARECE QUE SI!!!!!!!!!!!!!!!Y APARTE ME CUENTAN,VIO' :lol: :lol: :lol:[/quote:c133d6db72]
[color=violet:c133d6db72]solo me decis "me cuentan "... soy muy muy curiosa :D [/color:c133d6db72][/quote:c133d6db72]Y SI..NO TENGO EL SUMO PLACER....AL MENOS..TODAVIA :oops:[/quote:c133d6db72]
Amigo, yo diria mas que "NO TENGO EL SUMO PLACER" "TENGO LA DESDICHA DE NO CONOCERLA"
Ud me conoce y compartimos gustos...
.... MMMMMMM.... BOCATO DI CARDENALE
Se entendio ??
[quote:e6830e1697="Lord Brett Sinclair"][quote:e6830e1697="SPJ"][quote:e6830e1697="ZamyBG"][quote:e6830e1697="SPJ"][quote:e6830e1697="ZamyBG"][quote:e6830e1697="SPJ"]LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:[/quote:e6830e1697]
[color=violet:e6830e1697]vos decis ??????[/color:e6830e1697][/quote:e6830e1697]ME PARECE QUE SI!!!!!!!!!!!!!!!Y APARTE ME CUENTAN,VIO' :lol: :lol: :lol:[/quote:e6830e1697]
[color=violet:e6830e1697]solo me decis "me cuentan "... soy muy muy curiosa :D [/color:e6830e1697][/quote:e6830e1697]Y SI..NO TENGO EL SUMO PLACER....AL MENOS..TODAVIA :oops:[/quote:e6830e1697]
Amigo, yo diria mas que "NO TENGO EL SUMO PLACER" "TENGO LA DESDICHA DE NO CONOCERLA"
Ud me conoce y compartimos gustos...
.... MMMMMMM.... BOCATO DI CARDENALE
Se entendio ??[/quote:e6830e1697]
[color=violet:e6830e1697]caro mio ... baciosssssssssssss :wink: :wink: :wink: :wink: [/color:e6830e1697]
[quote:2bfd22b9c7="romyramone"][quote:2bfd22b9c7="total.esunratito"][quote:2bfd22b9c7="aminobwana"][b:2bfd22b9c7]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:2bfd22b9c7]
:wink:[/quote:2bfd22b9c7]
Aminobwana: Mis XP no son para pájaros de planeo rápido, ni para aves de vuelo gallináceo. Recibo decenas de MP y e mail de felicitaciones enviados por quienes no postean, porque no les gustan los relatos aburridamente calcados. Por otra parte, sabemos mi ya flaco amigo, que las nenas las prefieren "largas".
(Dicen que así son más "gostosas". Dicen)
Un abrazo
Total.esunratito[/quote:2bfd22b9c7]
Che pero si este es un foro literario, no comprendo la critica!!!
Grande Total tendrias q presentarte al premio clarin de novelas!!
Congrats por la xp[/quote:2bfd22b9c7]
Calláte Trola!!! :lol: :lol:
[quote:92d1240098="ZamyBG"][quote:92d1240098="guidaju"]Ahhh, mierda!!!
Todo eso hicieron?. Yo soy un salame...pensar que me fuí contento del depto de Zamy!!!
Te felicito Total!!
Zamy es un bombón en todo sentido!!
Un abrazo :wink:[/quote:92d1240098]
[color=violet:92d1240098]Un beso enorme !!... aun no hay whisky... :wink: :wink: [/color:92d1240098][/quote:92d1240098]
Te espero! :wink:
[quote:9904fa8858="Ocelot"]Sin duda la plata no hace la felicidad (pero como ayuda:D)
Felicitaciones por la xp total.esunratito.
Saludos.[/quote:9904fa8858]
Tal vez Ocelot la plata ayuda a ser feliz. Pero ¿de qué sirve tener mucho dinero si uno se transforma en prisionero del plástico, el acero, el vidrio y el cemento?
Nos encerramos en vida a una rutina en un habitáculo de cemento vidrio y acero, y al final, cuando nos despiden y se olviden de nosotros, estaremos encerrados en un nicho de cemento, vidrio y acero.
La vida es tan breve que al final, como Facundo, podrás pensar que pasó como un:
Total.esunratito
[quote:64d29fbfb9="mayrabg"][color=red:64d29fbfb9][b:64d29fbfb9]total!!
amo tu manera de escribir me emociona y me atrapa!!!
felicitaciones a ambos
(que bella mujer que es zami!!!)
may![/b:64d29fbfb9][/color:64d29fbfb9][/quote:64d29fbfb9]
Gracias, linda. Viniendo de una personita como vos, para mi es un halago que no merezco.
(Ahh, y no me vas a conquistar a Zamy... mirá que te conozco y sos muy viciosa).
Un beshoo
Total.esunratito
[quote:3e8801a48f="total.esunratito"][quote:3e8801a48f="mayrabg"][color=red:3e8801a48f][b:3e8801a48f]total!!
amo tu manera de escribir me emociona y me atrapa!!!
felicitaciones a ambos
(que bella mujer que es zami!!!)
may![/b:3e8801a48f][/color:3e8801a48f][/quote:3e8801a48f]
Gracias, linda. Viniendo de una personita como vos, para mi es un halago que no merezco.
(Ahh, y no me vas a conquistar a Zamy... mirá que te conozco y sos muy viciosa).
Un beshoo
Total.esunratito[/quote:3e8801a48f]
[size=18:3e8801a48f][color=violet:3e8801a48f]no soy una chica facil de conquistar :carcajada: [-X [-X [/color:3e8801a48f][/size:3e8801a48f]
[quote:437d5c967e="guidaju"][quote:437d5c967e="ZamyBG"][quote:437d5c967e="guidaju"]Ahhh, mierda!!!
Todo eso hicieron?. Yo soy un salame...pensar que me fuí contento del depto de Zamy!!!
Te felicito Total!!
Zamy es un bombón en todo sentido!!
Un abrazo :wink:[/quote:437d5c967e]
[color=violet:437d5c967e]Un beso enorme !!... aun no hay whisky... :wink: :wink: [/color:437d5c967e][/quote:437d5c967e]
Te espero! :wink:[/quote:437d5c967e]
:oops: :oops: :oops: ..
[size=18:b98b80a444][color=olive:b98b80a444]Total: felicitaciones por el encuentro con esta hermosisima niña.
Zamy es un encanto
un abrazo
Lito[/color:b98b80a444][/size:b98b80a444]
[quote:de76d699eb="Lord Brett Sinclair"][quote:de76d699eb="SPJ"][quote:de76d699eb="ZamyBG"][quote:de76d699eb="SPJ"][quote:de76d699eb="ZamyBG"][quote:de76d699eb="SPJ"]LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:[/quote:de76d699eb]
[color=violet:de76d699eb]vos decis ??????[/color:de76d699eb][/quote:de76d699eb]ME PARECE QUE SI!!!!!!!!!!!!!!!Y APARTE ME CUENTAN,VIO' :lol: :lol: :lol:[/quote:de76d699eb]
[color=violet:de76d699eb]solo me decis "me cuentan "... soy muy muy curiosa :D [/color:de76d699eb][/quote:de76d699eb]Y SI..NO TENGO EL SUMO PLACER....AL MENOS..TODAVIA :oops:[/quote:de76d699eb]
Amigo, yo diria mas que "NO TENGO EL SUMO PLACER" "TENGO LA DESDICHA DE NO CONOCERLA"
Ud me conoce y compartimos gustos...
.... MMMMMMM.... BOCATO DI CARDENALE
Se entendio ??[/quote:de76d699eb]siiiiiiiii.me equivoque lord,gracias por la aclaracion :lol: :lol: :lol:
[quote:4b90c7a67a="lito2003"][size=18:4b90c7a67a][color=olive:4b90c7a67a]Total: felicitaciones por el encuentro con esta hermosisima niña.
Zamy es un encanto
un abrazo
Lito[/color:4b90c7a67a][/size:4b90c7a67a][/quote:4b90c7a67a]--
[color=violet:4b90c7a67a]gracias polli !!! vos sos tambien un encanto de persona [/color:4b90c7a67a]
Lo felicito total por tan original xp !.Zamy es una dulzura y tiene unas amigas muy recomendables :wink:
29/08/2008 2:10[b:64966eb4d0][color=olive:64966eb4d0]total.esunratito[/color:64966eb4d0][/b:64966eb4d0], que mas decir, que mas agregar, solo aplusos =D> y mas aplausos =D>
Cordiales Saludos. 8)
felicitaciones, fuertes los efectos que produce zamy!!!!!, diria casi alucinogenos!!!!!!. un abrazo. bingo
29/08/2008 8:33[quote:2fd0b402d8="Pepe-Pepe-Pepe"]es largo, pero espectacular!!!. tuve que decirle mi trabajo, espera que estoy leyendo algo, lo quiero terminar, despues seguimos.
ficcion bien articulada, con historia acorde tanto al nudo como al desenlace. Pero lo realmente atrapante es el hilo conductivo, no podes parar de leer.
No se si este es solo un hobby o su trabajo-profesion, pero lo que percibi al leer esta historia solo puedo definirlo con una sola palabra: TALENTO.
ah!!, y que lindo caramelo se comio :lol:[/quote:2fd0b402d8]
Muchas gracias por tus palabras, 3Pepe, pero no creo merecer semejante elogio.
Escribir es sólo un hobby que arrastro de antaño. Mis libros nada tenían que ver con la onda ficción, eran ensayos de la época oscura que aparecieron entre el 76 - 83. Pero eso ya es historia.
Mañana pongo otra XP, tal vez no tan "tétrica", con una heroína pendex, que es un descubrimiento que marcará a más de un gatero.
Un abrazo
Total.esunratito
total.esunratito un fenomeno su relato y buena XP. Mis felicitaciones al gran OLIVERIO GIRONDO del gaterio.
Saludo pa todos
[quote:ae59b81d0b="Lord Byron"]Lo felicito total por tan original xp !.Zamy es una dulzura y tiene unas amigas muy recomendables :wink:[/quote:ae59b81d0b]
[color=violet:ae59b81d0b]no se porque lo diras :diablito: [/color:ae59b81d0b]
[quote:9a23eca4cd="mingo04"][b:9a23eca4cd][color=olive:9a23eca4cd]total.esunratito[/color:9a23eca4cd][/b:9a23eca4cd], que mas decir, que mas agregar, solo aplusos =D> y mas aplausos =D>
Cordiales Saludos. 8)[/quote:9a23eca4cd]
:D :D :D
[quote:2ea9950c4c="bingobongo"]felicitaciones, fuertes los efectos que produce zamy!!!!!, diria casi alucinogenos!!!!!!. un abrazo. bingo[/quote:2ea9950c4c]
[color=violet:2ea9950c4c]hola bingo :wink: ... te mando un besito [/color:2ea9950c4c]
[quote:ed9c22dc8d="muñeco18"]total.esunratito un fenomeno su relato y buena XP. Mis felicitaciones al gran OLIVERIO GIRONDO del gaterio.
Saludo pa todos[/quote:ed9c22dc8d]
[color=violet:ed9c22dc8d]un besito muñeco ![/color:ed9c22dc8d]
[quote:4bd3dd08bc="mumuandres"]ahhh bueno, espectacular, tu forma de escribir, espectacular zamy y espectacular tu xp. felicitaciones a ambos.[/quote:4bd3dd08bc]
Muchas gracias, Mumuandres por tu respuesta. Zamy es una dulzura como mujer y un torbellino, una pantera en celo, cuando haces el amor.
Total.esunratito
[quote:cf3cb492c7="total.esunratito"][quote:cf3cb492c7="mumuandres"]ahhh bueno, espectacular, tu forma de escribir, espectacular zamy y espectacular tu xp. felicitaciones a ambos.[/quote:cf3cb492c7]
Muchas gracias, Mumuandres por tu respuesta. Zamy es una dulzura como mujer y un torbellino, una pantera en celo, cuando haces el amor.
Total.esunratito[/quote:cf3cb492c7]
[color=violet:cf3cb492c7]no sera mucho :wink: [/color:cf3cb492c7]
[quote:441941cc13="gatero79"]muy original la forma de comentar la xp total.esunratito :lol: :twisted: :wink:[/quote:441941cc13]
Gracias Gatero.
Es un poco original, pero el final fue tan cierto como que me dejó total...mente destruído.
Zamy es un vendaval.
Un abrazo
Total.esunratito
[quote:a8feca0c7f="galeon"][b:a8feca0c7f]¡Felicitciones por la xp [i:a8feca0c7f]TOTALESUNRATITO[/i:a8feca0c7f]!!!
Como siempre un atrapante relato y con una protagonista bellísima!!
Saludos!! :wink:[/b:a8feca0c7f][/quote:a8feca0c7f]
Muchas gracias, Galeon. Su opinion se aprecia.
Efectivamente, una acompañante bellísima y es pec ta culear... :wink:
Un abrazo
Total.esunratito
[quote:99ac109b8d="ZamyBG"][quote:99ac109b8d="lito2003"][size=18:99ac109b8d][color=olive:99ac109b8d]Total: felicitaciones por el encuentro con esta hermosisima niña.
Zamy es un encanto
un abrazo
Lito[/color:99ac109b8d][/size:99ac109b8d][/quote:99ac109b8d]--
[color=violet:99ac109b8d]gracias polli !!! vos sos tambien un encanto de persona [/color:99ac109b8d][/quote:99ac109b8d]
gracias
beso
Total que decirte , mientras lo leia que , me di cuenta que lo cierto que es cuando dicen la plata no compra la felicidad .
Si llegara a ser cierto todo lo posteado que huevos y que coraje Zami en aceptar en hacer eso .
Los aplaudo a ambos :hello1:
Me uno a May que dijo que es atrapante la manera de escribir !
Felicitaciones por su XP , parece una buena opcion, gracias.
31/08/2008 15:37[quote:8c2262d048="Lord Brett Sinclair"]Querido Total..
Me alegro por su eleccion de conocer a la Bella Zamara
Mis felicitaciones a Ud[/quote:8c2262d048]
Muchas gracias Lord. Efectivamente no podía menos que conocer a una niña tan bien conceptuada en el Foro.
¿El resto? Pura cháchara de mis neuronas.
Un abrazo
Total.esunratito
[quote:1e5583b67c="polacrin"]FELICITACIONES TOTAL POR TU XP. CON ZAMY.....VOS SOS EL MISMO QUE ME DICE QUE PARE PORQUE SE GASTA!!!???
SOS UN CARADURA!!!
:P :P :P[/quote:1e5583b67c]
No soy un caradura. Si la metes muy seguido, como ser cada 24 horas, se gasta. ¿Acaso no se gastan los dientes de tanto masticar?.
Pero tómalo sólo como un sano consejo de un forista que te aprecia: no quisiera que, en unos años, te conozcan con el mote del "lapicito polacrin".
Total.esunratito
[quote:ff1dd6b876="ZamyBG"][quote:ff1dd6b876="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:ff1dd6b876]
[color=violet:ff1dd6b876]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:ff1dd6b876][/quote:ff1dd6b876]
Me siento como un habitante de Chihuahuaaa, moza. Andele que averguenzas mis bigotees, uy uy uy uuuuy... paloma....
La verdad que me haces poner colorado.
Total.esunratito
[quote:ef7ac07bbb="patLP"]Total que decirte , mientras lo leia que , me di cuenta que lo cierto que es cuando dicen la plata no compra la felicidad .
Si llegara a ser cierto todo lo posteado que huevos y que coraje Zami en aceptar en hacer eso .
Los aplaudo a ambos :hello1:
Me uno a May que dijo que es atrapante la manera de escribir ![/quote:ef7ac07bbb]
:lol:
[quote:e04fa61ed2="total.esunratito"][quote:e04fa61ed2="ZamyBG"][quote:e04fa61ed2="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:e04fa61ed2]
[color=violet:e04fa61ed2]Total que xp .. parecia una novela mexicana jaja. Yo hago una sintesis :. Conoci mas a una persona muy agradable , la pasamos re lindo :sexpt2: :besito: :sex69: :love4: Te mando un beso enorme (no sobrevivio la casita de azucar jajaj)..[/color:e04fa61ed2][/quote:e04fa61ed2]
Me siento como un habitante de Chihuahuaaa, moza. Andele que averguenzas mis bigotees, uy uy uy uuuuy... paloma....
La verdad que me haces poner colorado.
Total.esunratito[/quote:e04fa61ed2]
:risa3:
[quote:bc6c969d9d="ZamyBG"][quote:bc6c969d9d="aminobwana"][b:bc6c969d9d]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:bc6c969d9d]
:wink:[/quote:bc6c969d9d]
[color=violet:bc6c969d9d]total ... es un divino ..Tiene un relato re lindo ... muy oriiginal . [/color:bc6c969d9d][/quote:bc6c969d9d]
Chas gracias, diosa. Y tu eres un dulce que no empalaga jamás...
Besos
Total.esunratito
[quote:039b4b5867="guidaju"]Ahhh, mierda!!!
Todo eso hicieron?. Yo soy un salame...pensar que me fuí contento del depto de Zamy!!!
Te felicito Total!!
Zamy es un bombón en todo sentido!!
Un abrazo :wink:[/quote:039b4b5867]
Son años... Guidaju... son años...
Cuando uno ya sumo experiencia, un instante efímero lo hace valer como un segundo de cien minutos.
Por eso pude revolcarme con Zamy en brazos, en las nubes del goce mutuo.
Son años...
Total.esunratito
[quote:a8929f62b7="romyramone"][quote:a8929f62b7="total.esunratito"][quote:a8929f62b7="aminobwana"][b:a8929f62b7]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:a8929f62b7]
:wink:[/quote:a8929f62b7]
Aminobwana: Mis XP no son para pájaros de planeo rápido, ni para aves de vuelo gallináceo. Recibo decenas de MP y e mail de felicitaciones enviados por quienes no postean, porque no les gustan los relatos aburridamente calcados. Por otra parte, sabemos mi ya flaco amigo, que las nenas las prefieren "largas".
(Dicen que así son más "gostosas". Dicen)
Un abrazo
Total.esunratito[/quote:a8929f62b7]
Che pero si este es un foro literario, no comprendo la critica!!!
Grande Total tendrias q presentarte al premio clarin de novelas!!
Congrats por la xp[/quote:a8929f62b7]
No creo merecer ese elogio. El premio Clarin es para que compita alguien mas importante que yo.
No obstante te agradezco la intencion.
Un abrazo
Total.esunratito
[quote:dc791364a1="PILUNCHO SEX"]Ma que Cortázar, ma que Borges, ma que Bioy Casares, yo que estoy cerca de la Av. Corrientes, ya no voy a recorrer más librerías si tengo el foro. Espectacular relato total, lo felicito nuevamente, ya lo felicité por la flor de Misiones (no me acuerdo como se llamaba) la excursión a Formosa, el paseo por la costa. Usted es un explarador de emociones humanas, saludos.[/quote:dc791364a1]
Jajajaja. Gracias Piluncho Sex. No es pa' tanto. Era un relato simplito, nomás.
Lo que sí Zamara...
Zamara...
Esa si que me produjo arritmia y taquicardia...
¡Qué lo parió!
Un abrazo
Total.esunratito
[quote:ebe0b4f7fd="Atlàntida"]Te felicito por tu encuentro con Zamara.
una diosa total[/quote:ebe0b4f7fd]
Gracias Atlántida:
Cuando estés cansado y necesites una recreación :wink:
ve a verla a Zamy que es una perfección.
(Con versito y todo)
Un abrazo
Total.esunratito
[quote:b6b65a4014="total.esunratito"][quote:b6b65a4014="Atlàntida"]Te felicito por tu encuentro con Zamara.
una diosa total[/quote:b6b65a4014]
Gracias Atlántida:
Cuando estés cansado y necesites una recreación :wink:
ve a verla a Zamy que es una perfección.
(Con versito y todo)
Un abrazo
Total.esunratito[/quote:b6b65a4014]
[color=violet:b6b65a4014]tardeeeeeeeeeee sabes como nos conocemos con atlantida .. :wink: :wink: :wink: :wink: [/color:b6b65a4014]
[quote:7f5339ce00="ZamyBG"][quote:7f5339ce00="romyramone"][quote:7f5339ce00="total.esunratito"][quote:7f5339ce00="aminobwana"][b:7f5339ce00]UUUFFFFF!!!
HACELA MAS CORTA TOTAL!!!
:lol: :lol: :lol:
FELICITACIONES, ME ALEGRO QUE HAYAS CONOCIDO A ZAMY!!!
LOS QUE LA CONOCEMOS SABEMOS LOS MOMENTOS INOLVIDABLES QUE NOS HACE PASAR ESA DIOSA!!!
Y A VOS ZAMY YA TE DIJE TODO NENA!!![/b:7f5339ce00]
:wink:[/quote:7f5339ce00]
Aminobwana: Mis XP no son para pájaros de planeo rápido, ni para aves de vuelo gallináceo. Recibo decenas de MP y e mail de felicitaciones enviados por quienes no postean, porque no les gustan los relatos aburridamente calcados. Por otra parte, sabemos mi ya flaco amigo, que las nenas las prefieren "largas".
(Dicen que así son más "gostosas". Dicen)
Un abrazo
Total.esunratito[/quote:7f5339ce00]
Che pero si este es un foro literario, no comprendo la critica!!!
Grande Total tendrias q presentarte al premio clarin de novelas!!
Congrats por la xp[/quote:7f5339ce00]
[color=violet:7f5339ce00]es un romantico total !!![/color:7f5339ce00][/quote:7f5339ce00]
:oops: :oops: :oops: :oops: :oops: :oops:
Total.esunratito
[quote:d5ef01722d="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:d5ef01722d]
Que relato... no podia dejar de leer. lo felicito por el ingenio. ¿Zamara es la que aparece en BG¿
Muy bonita
CP
[quote:dae33de37c="CARLOS PIPAON"][quote:dae33de37c="total.esunratito"]Relato de ficción con XP de sexo explícito real
Facundo Martínez y Vives nació en un hogar humilde, de gallegos laburantes de ocasos lunares, al despertar y soles somnolientos, al terminar. Su padre puso una fonda y la madre trabajó por horas, en hogares caretas.
Más tarde el padre progresó y adquirió un hotelucho en la calle Tacuarí al 700. En cinco años tenía dos hoteles y en el momento que Facundo cumplió los 16 años, don Martínez contaba con once hoteles y cuatro restaurantes.
Cuando ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas, los ingresos familiares mensuales tenían cinco ceros, un verdadero potentado, por ese entonces. Era la época del Primer Plan Quinquenal y entre padre e hijo montaron una pequeña empresa constructora. Obtuvieron un contrato para realizar algunas de las 76.000 obras públicas que se hicieron en esos cinco años.
Al salir con el título bajo el brazo, los padres lloraron como niños. Ellos jamás pudieron terminar la escuela primaria, pero a puro esfuerzo y tenacidad lograron que Facundo se recibiera.
Por ese entonces, el flamante profesional, se casó con una compañera de estudios. El matrimonio fue un fracaso. Ella tenía vergüenza de los padres de él. Detestaba la ignorancia de la madre y la inteligencia comercial de don Martínez. Los acusaba de chatura intelectual y de gallegos peronistas de mierda. Un día Facundo se hartó y la puso de patitas en la calle. Año después conoció a Jorgelina y la cosa cambió. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón. Facundo Martínez y Vives era el hombre más feliz del mundo, hasta el bombardeo de Plaza de Mayo. Jorgelina es alcanzada por la metralla de una bomba y muere con su hija menor en brazos, tratando de huir del ataque de la aviación genocida.
Fue un momento difícil de superar. A los tres meses fallece su madre y al año su padre. Debió hacerse cargo de las empresas y lo hizo con tino y gran visión empresaria. Esto lo salvó del calabozo, cuando los asesinos de la Libertadora descubrieron que había ayudado escapar del país a más de una docena de sus obreros y empleados, evitando que sean víctimas de los fusiladotes de entonces. Los dictadores necesitan de los empresarios de la construcción y metalurgia (Facundo se había desprendido de los hoteles e hizo inversiones en la industria del acero).
Toda su vida emuló a sus padres. Llegaba a la oficina a las 6,30 o 7 horas y se retiraba pasada las 21. Amasó una considerable fortuna, pero descuidó la educación familiar de sus hijos. En Agosto del 2008, a los 88 años de edad, don Facundo contaba con acciones en dos bancos, una industria metalmecánica, una constructora y un área importante de plantaciones de pinos y eucaliptos. Ya en el ocaso de su vida y con tres matrimonios sin final feliz, tenía a su hija internada en un neuropsiquiátrico para drogadictos y un hijo que jamás veía, (salvo cuando necesitaba que le solucione problemas dinerarios o una firma para garantías, casi siempre ejecutadas).
Cuando ingresé al dormitorio lo encontré entubado, con un enfermero permanente sentado en el pasillo y una mesa de luz llena de frascos con medicinas.
-Hola, Total
-me dijo con una mueca que deseaba ser una sonrisa. ¿Hace cuanto nos conocemos?
-Creo que hace mucho, Facundo. Porque me acuerdo del Operativo Cóndor que financiaste. Y eso fue en los años 60
Yo recién salía del secundario
-Me había olvidado de eso. Pero sólo ayudé con dinero. García se llevó las palmas con la exclusiva de Crónica
-Fue un acto heroico desviar un avión hasta Malvinas para izar nuestra enseña patria. Vos fuiste el mentor, Facundo, algún día la historia te lo reconocerá
- le dije.
-Es que esos chicos tenían tanto entusiasmo y audacia
-Eran jóvenes, con ideales, algo que escasea hoy
Pero también estuviste ayudando cuando lo del sable de San Martín
-Esos también tenían ideales y cojones. Mira que robar el sable de San Martín del mismo Regimiento Granaderos
una tos ronca cortó la frase. No me queda mucho tiempo, Total
-No hables, Facundo. Apenas puedes
-¡Dejame que hable. Necesito saber que aún estoy vivo!. Que mi vida no pasó en vano y que mis hijos no fundirán todo lo que hemos construido con sus abuelos
Tomé su mano temblorosa. La frialdad de la piel me sorprendió. La tos volvió a aparecer. El enfermero ingresó al dormitorio y le alcanzó una medida de jarabe.
-Falta poco para partir, Total
-No hables de eso, Facundo.
-No le tengo miedo a la muerte. Nunca lo tuve. Sólo le tengo miedo al tiempo, al reloj que no se detiene. A la rutina que no me dejó vivir. A la familia que nunca pude formar. Al desamor de mis hijos. Una, loca. Otro, acusándome de la muerte de su madre y hermanita, como si yo las obligué ir a Plaza de Mayo
-Perdona, pero siempre consideré a Juan Manuel un imbécil que no valora todo lo que tiene
-Y ahora, cuando el árbol tiene una sola hoja seca a punto de perderse en el viento, me encuentro sin la caricia de una mujer o de un hijo que me quiera
Sentí la emoción y la humedad de mis ojos. Morir no es un castigo. Es el paso natural de todo ser viviente. Pero morir sin amor, sin cariño, en soledad, rodeado de aparatos y tubos con líquidos extraños. Trabajar, crear, construir, fabricar, acumular tanto para
esto. La pena me embargaba. Apreté sus manos con las mías.
-Total. Necesito morir sintiendo el calor de una piel de mujer. Necesito que me acaricien hasta el final. Necesito sentirme un ser humano como cualquier otro
Y no me quedan días. Me quedan horas
las lágrimas eran dos surcos zigzagueantes entre las arrugas del rostro. Sólo horas
quiero morir amado, aunque sea falso, teatral. Necesito sentir cómo es eso
Por favor, Total
tomó un sobre debajo de almohada y me lo extendió.
Lo abrí. Era un cheque al portador.
-Es mucho, Facundo
dije balbuceando.
-No pierdas tiempo
es lo que no me sobra
Salí y de inmediato me contacté con Zamara a quién le expliqué la situación. Aceptó de inmediato. Pasé a buscarla con el auto por Viamonte 8
Traía una mochila mediana.
-Por si debo quedarme más tiempo
me dijo cuando la arrojaba al asiento trasero.
-Lo veo muy mal. No creo que sobreviva un día más. Las drogas lo mantienen lúcido, pero su corazón ya no corrige la arritmia. Es un gran tipo, te agradezco algo así. No es un trabajo agradable.
Cuando Zamara ingresó al dormitorio, don Facundo dormitaba. Nos acercamos casi en puntas de pie, pero lo mismo escuchó los pasos y entreabrió los ojos.
-¡Camila! Gracias por venir, hija
-dijo al ver a Zamara, luego dirigió los ojos hacia mi. Te esperaba, Juan Manuel
Nunca supimos si mentía o estaba en la etapa de desconocer las personas que veía.
-Aquí estoy, papá. le dijo Zamy dándole un beso en la frente, mientras tomaba el rostro de Facundo entre sus manos.
-¡Hija, cuánto tiempo sin visitar a tu viejo
las lágrimas humedecieron sus mejillas.
Tomé sus manos y acaricié los cabellos cargados de tiempo. Perdóname, todo el tiempo que no vine a verte, papá
pero
-No importa, hijo
-la tos volvió a convulsionar su frágil cuerpo Estás aquí
estamos
juntos
-Siempre estaremos junto a vos, papi Zamy acariciaba el rostro del anciano y recostaba su cabeza sobre el hombro del moribundo.
Quedamos un rato los tres en silencio, escuchando sólo el sonido de una respiración desigual y cada vez más espaciada. Facundo abrió los ojos. Los tenía totalmente empapados en lágrimas.
-¡Por fin! susurró- ¡Por fin. Mis hijos me aman
Por fin
Mis hijos
me
aman! su voz se hizo imperceptible.
Y con los ojos abiertos, se bebió la eternidad en un sorbo.
Zamy no dejaba de acariciar el rostro inerte, llorando sin poder parar.
-Pobre, viejo
Una da tanto a los vivos y apenas unas caricias alegraron la muerte de un anciano
El enfermero tomó el pulso de muñeca y cuello. Quitó el entubado y cubrió el rostro de Facundo con el extremo de la sábana.
El coqueto cementerio de Pilar estaba cubierto por un cielo plomizo y amenazante. El sepulcro abierto se aprestaba a recibir el féretro. Unas treinta personas: colaboradores, gerentes, empresarios amigos. Al frente, secándose los ojos con pañuelos sin humedad lagrimal, los dos hijos abrazados: Camila y Juan Manuel, con hipócrita tristeza a dúo. Para la foto.
Y atrás, a cincuenta o sesenta metros, entre dos olmos gigantes, una figura femenina. Delgada, vestida con un trajecito marrón oscuro y un pañuelo negro alrededor del cuello.
Cuando el último puñado de tierra cayó sobre el cajón, caminé hacia ella.
-Hola Zamy
le dije- No esperaba verte por aquí
-Quería ver este show de los hijos
Sabía que vendrían y quería conocerlos para nunca cruzarme con semejantes hijos de puta
Subimos al auto y nos dirigimos hacia Viamonte al 800.
-Creo que Facundo murió de felicidad
-¿Cómo?
-Tantos años de soledad, pidiendo el auxilio de cariño y amor. Y al final encontrarlo todo de golpe. Hijos que lo acarician, que lo besan, que lo abrazan
Murió de felicidad. Y nosotros le llevamos esa felicidad
-le sonreí y se le iluminó la cara con esa maravillosa sonrisa que multiplica su belleza.
Ya en el departamento me acosa con un beso profundo, de lengua curiosa por descubrir las dimensiones de mi garganta. Beso prolongado, como si los segundos no pasaran. Como si el tiempo que Facundo quería paralizar hasta encontrar lo que buscaba, se hubiese transformado en una imagen fotográfica, en una instantánea eterna y permanente.
Nuestras ropas fueron cayendo. Poco a poco. Con la sutileza de no romper con apresuramientos torpes, el momento que vendría. Y los besos y caricias de Zamy por mi rostro, mis mejillas, pecho, manos, párpados. Besos que parecían alas marginales de pétalos perfumados estallando al roce sutil de los labios carmesí.
Bajé a sus pechos y absorbí los pezones enormes, que gritaban ser lamidos y chupados, ante el placer de la fémina, que gozaba entre suspiros y palabras guarras.
Caí sobre la cama y me quitó boxer. Tomó el miembro entre sus labios y comenzó a succionarlo con suavidad, mucho labio, saliva y lengua, sin pudor ni lástima.
Tragó el glande sin tocarlo con los dientes, como si respetase la presencia del órgano que pasaría a degustar por otras latitudes del cuerpo.
Todo siguió un orden pre establecido por el decanato del placer.
Todo continuó hasta que se arrodilló dejando mi rostro a la altura de su sexo. Más de 10 minutos haciendo que Zamy gimiera de placer mientras movía su cintura para conseguir mejor contacto con su clítoris y punto G.
Los brazos extendidos apoyados en la pared y el baile pélvico que desparramaba jugos sobre mi boca la llevó al frenesí descontrolado, como si mil tambores sonaran en danza tribal y la bella guaraní entrara en un trance del que no deseaba salir.
Desesperada tomó el preservativo y rápidamente cubrió de látex el miembro, aprovechando para sentarse sobre él y comenzar una cabalgata diciendo las sandeces normales en situación similar.
No sé si fueron orgasmos reales o fingidos. No me considero un experto en la materia. Sólo un amateur de traza continuada. Ella podría confirmar si fueron dos o tres, ¿tal vez cuatro?, los momentos de éxtasis donde sentí latir el interior de la vagina, ya sea con mi lengua ya sea con el miembro.
Cuando todo estaba por suceder. Cuando la unión de cuerpos, sudores y gemidos preanunciaban la erupción. Cuando el glande comenzó a hincharse para escupir el líquido seminal, Zamy desmontó, quitó de un tirón el látex y volvió a chupar con fuerzas mientras pedía a gritos de dientes apretados, ser mojada en sus pechos.
No pude observar si así fue.
El momento sublime nubló mi visión.
Una fuerza incontenible que un todo natural maneja, contrajo mis músculos y ahogó el grito de placer que escapó del más allá de la garganta.
Cuando traspuse la puerta dejamos una promesa mutua.
Habíamos vivido una experiencia diferente, mágica, extraña. Percibimos la muerte, con su justicia natural que todo lo hermana. Observamos la alegría de un anciano, al borde del abismo sin final, por esa piadosa mentira que lo hizo trasponer la vida con una sonrisa. Vimos la hipocresía de quienes abandonan de amor y cariño, a los progenitores solos de canas blancas.
Vivimos un romance sexual como torbellino erótico cargado de desenfreno.
Zamara, ángel blanco de ojos conquistadores. Gracias por tu alegría contagiosa y todo lo que fuimos juntos.-
Total.esunratito[/quote:dae33de37c]
Que relato... no podia dejar de leer. lo felicito por el ingenio. ¿Zamara es la que aparece en BG¿
Muy bonita
CP[/quote:dae33de37c]
[color=violet:dae33de37c]gracias !!!! :wink: :wink: :wink: :wink: [/color:dae33de37c]
[quote:184ab3f75e="SPJ"]LO FELICITO.SE LA VE TAN LINDA Y LO DEBE SER. :lol: :lol: :lol:[/quote:184ab3f75e]
Efectivamente SPJ, es una belleza de persona, que es lo mas importante. Si a esto le sumamos un rostro con ojos entre curiosos y picarones, podemos hacer una mezcla fatal.
Total.esunratito
VEO QUE USTED ES UN ESCRITOR ESTIMADO.
POR LO VISTO ZAMARA ES PARA CASARSE JEJEJE
MI GATIAGENDA YA ESTA CARGADISIMA
ZAMARA...¿ES REAL ? :oops: :oops:
[quote:e88b7bebae="lito2003"][size=18:e88b7bebae][color=olive:e88b7bebae]Total: felicitaciones por el encuentro con esta hermosisima niña.
Zamy es un encanto
un abrazo
Lito[/color:e88b7bebae][/size:e88b7bebae][/quote:e88b7bebae]
Gracias Lito 2003. Es verdad. Es un encanto y un poema gritado al viento.
Un abrazo
Total.esunratito
[quote:1dd76b758a="Lord Byron"]Lo felicito total por tan original xp !.Zamy es una dulzura y tiene unas amigas muy recomendables :wink:[/quote:1dd76b758a]
Gracias Lor Byron.
Ya me comentaron sobre sus amiguitas :baba: :baba:
Total.esunratito
[quote:26768fe235="metrosexual"]VEO QUE USTED ES UN ESCRITOR ESTIMADO.
POR LO VISTO ZAMARA ES PARA CASARSE JEJEJE
MI GATIAGENDA YA ESTA CARGADISIMA
ZAMARA...¿ES REAL ? :oops: :oops:[/quote:26768fe235]
[size=18:26768fe235][color=violet:26768fe235]:D :D :D ... de carne y hueso !!![/color:26768fe235][/size:26768fe235]
[quote:3ea4b8b072="ZamyBG"][quote:3ea4b8b072="metrosexual"]VEO QUE USTED ES UN ESCRITOR ESTIMADO.
POR LO VISTO ZAMARA ES PARA CASARSE JEJEJE
MI GATIAGENDA YA ESTA CARGADISIMA
ZAMARA...¿ES REAL ? :oops: :oops:[/quote:3ea4b8b072]
[size=18:3ea4b8b072][color=violet:3ea4b8b072]:D :D :D ... de carne y hueso !!![/color:3ea4b8b072][/size:3ea4b8b072][/quote:3ea4b8b072]
entonces a comerse la carne y el hueso jeje.
bechos linda
[quote:626a92a452="mingo04"][b:626a92a452][color=olive:626a92a452]total.esunratito[/color:626a92a452][/b:626a92a452], que mas decir, que mas agregar, solo aplusos =D> y mas aplausos =D>
Cordiales Saludos. 8)[/quote:626a92a452]
Gracias mingo04 por los inmerecidos aplausos.
Yo apenas soy un mediocre "versero", como lo señaló Guidaju.
No obstante, lo tomo como un simple elogio.
Un abrazo
Total.esunratito
[quote:32ba3242b3="metrosexual"][quote:32ba3242b3="ZamyBG"][quote:32ba3242b3="metrosexual"]VEO QUE USTED ES UN ESCRITOR ESTIMADO.
POR LO VISTO ZAMARA ES PARA CASARSE JEJEJE
MI GATIAGENDA YA ESTA CARGADISIMA
ZAMARA...¿ES REAL ? :oops: :oops:[/quote:32ba3242b3]
[size=18:32ba3242b3][color=violet:32ba3242b3]:D :D :D ... de carne y hueso !!![/color:32ba3242b3][/size:32ba3242b3][/quote:32ba3242b3]
entonces a comerse la carne y el hueso jeje.
bechos linda[/quote:32ba3242b3]
[color=violet:32ba3242b3] :wink: :wink: :wink: ...cuando quieras pongo la mesa [/color:32ba3242b3]
[quote:7c5f08940d="bingobongo"]felicitaciones, fuertes los efectos que produce zamy!!!!!, diria casi alucinogenos!!!!!!. un abrazo. bingo[/quote:7c5f08940d]
Se agradece.
Un abrazo
Total.esunratito
no se si es real o no, zamy es un angel que baja a buscarte.
y te lleva donde los sentimientos son confusos. Donde la pasion se mezcla y entrevera con mimos irreales..............
[quote:c396bd24fd="martin_choto"]SIN PALABRAS.... FELICITACIONES[/quote:c396bd24fd]
Gracias, Martín. Mejor lo dejamos ahí ya que dices "sin palabras".
Total.esunratito
[quote:b843a125f3="ZamyBG"][quote:b843a125f3="metrosexual"][quote:b843a125f3="ZamyBG"][quote:b843a125f3="metrosexual"]VEO QUE USTED ES UN ESCRITOR ESTIMADO.
POR LO VISTO ZAMARA ES PARA CASARSE JEJEJE
MI GATIAGENDA YA ESTA CARGADISIMA
ZAMARA...¿ES REAL ? :oops: :oops:[/quote:b843a125f3]
[size=18:b843a125f3][color=violet:b843a125f3]:D :D :D ... de carne y hueso !!![/color:b843a125f3][/size:b843a125f3][/quote:b843a125f3]
entonces a comerse la carne y el hueso jeje.
bechos linda[/quote:b843a125f3]
[color=violet:b843a125f3] :wink: :wink: :wink: ...cuando quieras pongo la mesa [/color:b843a125f3][/quote:b843a125f3]
Vos pones la mesa jejeje
que yo pongo la comida :sex4: :sex3:
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