ESCORTS EN EL FORO.

Hola bomboncitos¡¡¡¡¡¡.Como sabrán estoy partiendo nuevamente hacia Madrid en muy poquitos días y no quería despedirme sin compartir con ustedes una experiencia que no tiene nada que envidiarle a esos videos XXX, que al menos a mí me ponen muy arriba.

Todavía puedo sentir su delicada fragancia de bebé fusionada en mi piel.
Ese bebé tiene un nombre por éstos lados y es...cha chán cha chán...ROSSO.
Habíamos quedado hace unos días para encontrarnos hoy a última hora, y en el transcurso de ésos días, fuí imáginando nuestro encuentro como una despedida a lo GRANDE.
Ya develarán porqué.
Puntualmente a las siete escucho el timbre que anunciaba su llegada,siento que se me eriza la piel y lo espero cómo habíamos fantaseado detrás de la puerta.
Lo tomo con firmeza de la nuca deslizo su pelo entre mis manos que, delicadamente, lo invitan a ver a gatúbela.
Sí, con máscara de latéx negra y orejitas bien paradas, catsuit enterizo tan ajustado que ninguna de mis curvas quedó oculta, botas negras bucaneras, altísimas y guerreras para acompañar cada paso felino que iba a acompañar éste ritual afrodisíaco y de altísimo voltaje.
Al mejor estílo Michelle Pfizer, en Batman,me entrego por entero en un primer beso donde mi lengua, exaltada y sedienta,impactó en su boca bebiéndome los latidos de su corazón completamente enloquecido junto a su deliciosa saliva caliente, que luego esparcí por todo mi cuello y mi rostro.
Quería sentir todo de él.
Nos situamos frente a un primer espejo, que como un plano americano, sólo dejaba que compartiéramos la vista de sus manos, extremadamente hábiles, sintiendo mis pezones erguidísimos, mientras mis nalgas redondas y super ajustadas sentían que algo inmenso crecía dentro de éste bebé diabólico,como lo llamo cariñosamente...je je.
Sin esperar ni un segundo más entre mimos y miradas cómplices antes de ingresar a la sala de torturas, abrí la heladera y le entregué un frasquito que abrió ante mi pedido y ya teníamos en la habitación un condimento más para el amor.
Esta vez el espejo describía toda la escena...él acostado y yo decubriéndo mi rostro y mi cuerpo contoneante frente al espejo que sólo reflejó al instante una microtanguita color plata y las botas que, como buen gatito, nunca me saqué.
Ya reclinada sobre su maravilloso cuerpo lo acaricio suavemente y descubro todos sus rincones con mis pechos que sentían cómo quemaba ésa piel.
Con mi colita , bien paradita en el espejo, degustando la hermosa sensación de estar realmente exitada y a la espera de una magistral penetración,mi lengua encontró lo que pocas veces en mi vida pude tener el lujo de tener tan cerca.
Un miembro del tamaño de un brazo musculoso me estaba esperando para devorarme por cada lugar dónde pudiera esconderse dentro mío.
Lentamente lo envuelvo con mi lengua y con movimientos circulares dentro de mi boca, con mi mandíbula a punto de estallar,intento mi récord: que mis labios llegaran a la base de mi gran titán.Y así fue, sentí un calor sobrenatural en mi garganta, pero estoy segura que fue mucho más allá.
Me propone cambiar de roles y acepto gustosa y es en ése momento que el frasquito entra en acción.
Unas deliciosas cerezas al marraschino llenas de almíbar fresco dibujaron nuestros besos y recorrieron nuestros cuerpos llenándolos de más deseo.
Decido que era hora de llegar al paraíso terrenal y me monto sobre él como una hembra en celo,sentía cómo
perdía la virginidad ante semejente porte.
No pude parar de moverme hacia arriba y hacia abajo y sentir mi cavidad tan abierta y mojada que cambiamos de posición para hacer de ésto algo más desafiante aún...
entregarle mi colita que se sentía totalmente capáz de albergar dentro de ella a su falo bestial.
Esto merecía ser admirado, por eso nos ubicamos de costado al espejo para obsevar la total desaparición primero en mi vagina para lubricarlo para la gran final que llego delicadamente,yo diría que pidiendo a gritos esa maravillosa penertración super anal.
Sus palabras, sus movimientos y esa hermosa alquimia hicieron que alcanzáramos el éxtasis casi al mismo tiempo.
Fueron dulces besos, suaves caricias y un par de cerecitas más las que lograron una segunda erección casi de inmediato.
Pero ésa me la reservo para mí porque hoy estuve en Disneylandia y ahora con esos recuerdos me voy a jugar solita MMMMMMMMMM¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Un placer Mr. Rosso, a sus órdenes cuando guste¡¡¡¡
Espero que me despidan con toda ésa magia que siempre tenemos,los espero con gusto...
Felices besos.
HEIDI.