Masajistas

Antes de ayer fui a ver a esta señorita:
www.masajes.com.ar/viviana/index.html

Lo mío fue más bien de explorador, porque si bien recordaba vagamente algún comentario positivo sobre ella, no la encontré en el buscador.
Atiende en un depto de planta baja, frente al Parque Las Heras. Buen edificio, me abrió una chica en uniforme de mucama, no vi seguridad ni portero. El departamento es un monoambiente con una suerte de box adentro, donde hay una camilla y un tatami. Tras dos minutos de espera llegó Viviana. Ella es morocha, de piel oscuro y pelo largo, más bonita que en las fotos. El cuerpo proporcionado e impecable. Me ofreció una hora por cien, incluyendo relax, como alternativa 80 por 45 minutos, elegí la hora. Me dio a elegir entre camilla y tatami y como nunca había probado lo último, elegí tatami.
Esta chica es muy buena masajista, conmigo tuvo una onda suave, con creciente componente erótico, muy bien dosificado. Pasó de masajearme largamente los pies y el segmento inferior de las piernas, a acercarse cada vez más, con caricias primero en las cercanías de mis genitales y luego sobre ellos. La sensación de relajación para mí era tal que me quedé prácticamente mudo todo el tiempo, con música tipo new age de fondo. Al rato ella comenzó a darme besos en la espalda, y caricias subida arriba mío. Se sacó la pollera tipo babucha oriental que tenía y se quedó en bombachita (sus piernas son de antología, y conste que lo dice alguien habitualmente motivado por otras partes del cuerpo femenino). Los besos fueron acercándose hasta mi boca, y finalmente nos prendimos con nuestras lenguas, con todo. No hubo "date vuelta" clásico, sino que fuimos quedando enfrentados. A esa altura ella comenzó a frotar su pubis sobre mi sexo, y yo acabé casi sin darme cuenta, frustrando mis planes de seguir unos minutos y quizás de proponer garching. Quizás el término "frustración" no es el adecuado, porque quedé suave como un bebé, con la sensación de volver lentamente a la superficie después de un vuelo. La niña me siguió besando y dándome suaves caricias un ratito más, luego me ofreció la ducha (la que usé, bien el baño) y emprendí la retirada.
En resumen, una niña muy linda, muy buena masajista, con masajes en una onda oriental (lo mío es aproximativo, no entiendo mucho del tema), y una carga erótia muy fuerte sin abandonar la sutileza. Cuando y donde quise tocar lo hice, no se sacó la remera pero yo no se lo pedí. Deduzco que haciendo los arreglos respectivos, la chica está dispuesta a todo. Una experiencia muy positiva, y fue salir a la calle y tener ganas de volver (reincidencia a full, que le dicen). En el debe colocaría que el departamento es chico y el box que sirve para los masajes más pequeño todavía. No hay cama, pero el tatami puede brindar relativa comodidad en caso de acto sexual. Para mí fue una muy buena experiencia, pero tengan en cuenta los colegas que la piel oscura y el pelo largo y sedoso me pierden, al igual que la delicadeza y suavidad en el trato, y ambos aspectos están brillantemente representados por Viviana. No creo que sea buen programa para los fanáticos de las rubias ucranianas y estilos similares. Un saludo a todos, perdón por la extensión pero espero haber transmitido información útil.

Hago alguna referencia a comentarios y preguntas de los colegas. Sobre "de tetas ni hablar", no es tan así, la niña tiene una moderada pero agradable dotación en ese aspecto. En cuánto a la proximidad en estilo conDaniela BG que señala otro colega, yo todavía no he estado con ella (conste que lo intenté), pero tuve una sensación "espejo" de la de él. Después de estar con Viviana, salí pensando que su trato y estilo me recordaba a experiencias con Daniela que había leído, así que lo indicado sería que yo finalmente consiga mi approach con la tan idolatrada, y que algunos adoradores de Daniela se acercaran a Viviana.
PD: Tras cuarenta y ocho horas de difícil aterrizaje, fui de vuelta con Viviana. En cuánto pueda conseguir que mis manos vuelvan a obedecer plenamente a los impulsos cerebrales, relato esta segunda experiencia.