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[size=18:9bc136e9bb]Se considera una enfermedad, ya que hombres o mujeres pierden el control sobre su sexualidad y están dispuestas a cualquier cosa con tal de satisfacer sus deseos carnales.

No hay que confundir a quien padece de hipersexualidad con la persona sexualmente activa, porque en el segundo caso es normal y no llegaría dañar o a forzar a su pareja a tener sexo.

Una hipersexualidad nunca se cura del todo, ya que siempre estará latente una recaída, a pesar de que se puede disminuir el deseo sexual obsesivo con fármacos permanentes.[/size:9bc136e9bb]



El urólogo y sexólogo Álvaro Gómez Gallo aclara de manera determinante que "una persona que desarrolla una hipersexualidad es alguien que ya tiene una alteración sicológica, pero no hay que confundir ese problema con ser activo(a) sexualmente, ya que esa actitud es normal".

Agrega que una persona -considerada 'normal'- es aquella preocupada porque la relación sexual sea satisfactoria para la pareja y que no provoque un daño social ni sicosocial. Esto es, la sexualidad establecida en términos de una armonía. Ahora, si se sobrepasa esa modalidad se puede transformar en una hiperactividad y exceso desmedido de la sexualidad.

Explica el facultativo que la "la hiperactividad sexual puede producirse por una enfermedad orgánica, en que se tenga, por ejemplo, una alteración tiroidea o que la persona se encuentre afectada por un trastorno siquiátrico de obsesión por ciertas situaciones e incursiona en actos que están relacionados con alteraciones de su vida social. Quien desarrolle este cuadro que altere su convivencia estará afectado patológicamente".

Conocido es el caso del actor Michael Douglas, quien debió someterse a diversos tratamientos para vencer su 'adicción al sexo', que constituye un paso previo a la hipersexualidad. Ello, según explicó, como una consecuencia de la filmación de "Bajos instintos", una película con demasiadas escenas eróticas.

ENFERMEDAD
Cuando se padece una hipersexualidad ya se está frente a una parafilia o aberración sexual, porque se comienza a perder el control sobre la conducta sexual, considerando que la persona empieza a sobrepasar los límites normales, provocando un trastorno en su entorno que suele ser irreparable.

"Las personas evidencian actitudes enfermas como la pedofilia, sadomasoquismo o un voyerismo exagerado, las que unidas al consumo de drogas y alcohol podrían llegar a límites insospechados", advierte el sexólogo.

Los síntomas de hipersexualidad se pueden advertir rápidamente, ya que es alguien que necesita tener sexo a toda hora y ya no le importa si la otra persona (pareja estable u ocasional) se satisface o no.

Otro rasgo identificable es que, ante su desesperación, es capaz de forzar a alguien para saciar sus deseos de cualquier forma, debido a que pierde el control de su voluntad en materia sexual.

El doctor Gómez asegura que "la hipersexualidad se genera más por factores genéticos que por las vivencias personales, ya que lleva condicionada una patología previa, ya sea siquiátrica u orgánica. La persona que padece este cuadro se puede advertir por sus sucesivos cambios de pareja, la búsqueda de la prostitución (adulta o infantil), sus deseos de drogarse o incurrir en actitudes que alteran sus estados de ánimo".

Es común que quienes padecen hipersexualidad comiencen a utilizar medios anexos que los hagan disfrutar más y a estimularse de manera extrema evadiéndose de la realidad. En ello se incluye el consumo de cocaína, la pedofilia, el suministro de dosis excesivas de viagra, participar en orgías o tener varias parejas.

Todas esas 'características' hacen recomendable la urgente consulta con un sexólogo, sicólogo o siquiatra.

LÍMITES
Para evitar alarmas, se hace imprescindible diferenciar la hipersexualidad de quienes son 'sexualmente muy activos(as)' y exigen sexo diario.

"Si alguien requiere de sexo permanentemente, se buscará una pareja que también tenga esas características y gozarán ambos felices, lo que es normal. Ahora, si no encuentra una pareja de esas características no incurrirá en forzarla para satisfacer sus deseos, ya que valorará un respeto en ese sentido. Distinto es quien tiene la patología de hipersexualidad, porque ya no controla sus impulsos y se afecta a sí mismo y a los demás de manera intolerable", distingue el sexólogo.

Añade el profesional que una persona que tiene dos parejas no necesariamente vive una conducta hipersexual, ya que ahí se está experimentando el riesgo de ser sorprendido(a), lo que conlleva un daño social, pero no hay violencia.

El hombre o la mujer que tiene varias parejas experimentará 'orgullo sexual' ante su capacidad de conquista. Ahora, si toma o no las precauciones de salud necesarias, esa es otra cosa (para no contraer Sida o Enfermedades de Transmisión Sexual).

El hombre que acude con frecuencia a prostitutas o atenta contra menores, manifiesta claramente el cuadro de hipersexualidad; lo mismo que una mujer que no repara en la edad del varón ni circunstancias para tener sexo. En ambos casos se presenta una obsesión y son capaces de llegar a la fuerza, el chantaje o el pago de servicios.

"Hombres y mujeres padecen por igual de hipersexualidad, ya que las prostitutas tienden a equilibrar la balanza con los varones. Las trabajadoras sexuales son alteradas, bipolares e inestables, ya que su vida sexual se convierte en una máquina, padecen trastornos siquiátricos, la mayoría son lesbianas y al hombre lo visualizan como un objeto y no sienten placer hacia ellos, al ser todo el acto sexual ficticio", observa Álvaro Gómez Gallo.

"Un individuo con hipersexualidad siempre va a tratar de luchar por el poder sexual, tiene un carácter narcisista y sus impulsos pueden llegar a ser incontrolables si no logra satisfacer sus deseos carnales", sintetiza el sexólogo.


Medicamentos
* La enfermedad puede controlarse con medicamentos (estrógenos, antidepresivos o tranquilizantes), pero no desaparece totalmente.

* Una persona hipersexual debe permanecer en control profesional (sexológico, sicológico o siquiátrico) por siempre, ya que la patología es latente y puede aflorar en cualquier momento.

* Es importante que quien manifieste las características lo converse con un médico, ya que puede llegar a la violencia sexual con su pareja o atentar contra otras personas, incluyendo menores de edad.

10 a 15 por ciento
* Las personas que desarrollan una alta sexualidad alcanzan entre un 10 a un 15% de la población.

* De ese grupo, los que padecen hipersexualidad constituyen un mínimo de casos, porque hay que descontar a los sexualmente activos que son normales, porque no caen en conductas indebidas, la droga o delincuencia.


Esto es interesante, y nos puede hacer reflexionar...

Saludos.