Off-Topics / Fuera de tema

Bueno... no sé si esto tiene que ir en Off Topics, pero leanlo!
Diario Clarín.
[url]http://www.clarin.com/diario/2006/04/16/sociedad/s-01178250.htm[/url]

Mucho estampado de leopardo, mucho espejo colgado y más dorado del que uno encontraría en el casamiento de David Beckham y Victoria Adams. Así luce el nuevo Artemis, el prostíbulo más grande y lujoso de Berlín. A todo eso hay que sumarle una ubicación perfecta: está a sólo 25 minutos caminando desde el Estadio Olímpico, que será sede de seis –incluida la final– de los 46 partidos del Mundial. Porque parece que los millones de fanáticos que visiten Alemania para alentar a sus selecciones no sólo van a buscar entretenimiento en las canchas.

“Nunca pensamos en el Mundial cuando iniciamos el proyecto”, dijo Norman Jacob al inaugurar el prostíbulo, en setiembre de 2005. Difícil creerle a este abogado que entre sus tareas tiene la de representar al misterioso dueño de Artemis, un empresario turco-alemán que invirtió 5 millones de euros en el proyecto y que, paradójicamente, decidió darle el nombre de la diosa griega de la virginidad. “Pero, obviamente, el Mundial es muy bueno para nosotros –continuó Jacob–. Los negocios van a florecer. Después de todo, el fútbol y el sexo van de la mano.” Además de estar estratégicamente ubicado, Artemis tiene otras cualidades. Por ejemplo, sus dimensiones: 30 mil metros cuadrados destinados pura y exclusivamente al placer. Porque además de las 60 habitaciones equipadas con camas redondas, jacuzzis y otros dispositivos, en su planta baja cuenta con pileta climatizada, saunas, baño turco, salas de cine, restaurante y un bar íntimo. Estará abierto las 24 horas y tendrá cien prostitutas trabajando. De todos modos, Artemis no es exactamente un prostíbulo. Las mujeres que trabajan ahí no son empleadas, a pesar de que la prostitución es legal en Alemania desde 2003. Tampoco trabajan para alguien a cambio de un porcentaje de la recaudación.

Para estar en Artemis, las chicas deben abonar los mismos 70 euros (245 pesos) de entrada que pagan los clientes. Luego, cada una negocia el precio de sus servicios directamente con el cliente. Se calcula que media hora costará unos 60 euros. La prostituta Sindy, sin embargo, no ve ningún negocio. Le dijo a la agencia Reuters: “La mayoría de los hombres que van a un partido también toman mucha cerveza, y eso disminuye sus capacidades amatorias. Será un buen momento para irme de vacaciones”.

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