Política y Economía

24.09.2008

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[size=18:f76832ca96]La banca no va de punto[/size:f76832ca96]

Entidades financieras compraron bonos defaulteados días antes del anuncio de canje. Los que acercaron el plan, bajo sospecha. [/b:f76832ca96]

[b:f76832ca96]Agustín Álvarez[/b:f76832ca96]



La reapertura del canje de deuda que analiza el Gobierno traerá un jugoso beneficio para los bancos y los especuladores que compraron títulos en cesación de pagos durante los últimos meses.

En las semanas previas al anuncio, inversores privados en Buenos Aires y las entidades financieras compraron a 27 dólares los bonos que ahora canjearán por casi 34 dólares. En las 48 horas posteriores al anuncio de Cristina Fernández en Wall Street, los títulos que pueden entrar al canje subieron hasta un 11 por ciento. En el mercado aseguran que los tres bancos que acercaron la idea del canje al Gobierno (Citi, Barclays y Deutsche) fueron parte de esta operatoria.

Mientras los inversores mundiales huían a bonos del Tesoro y la deuda de todos los países emergentes se desplomaba, los bonos argentinos en cesación de pagos soportaron la crisis mundial sin problemas. La prueba es que los títulos que se pagan normalmente llegaron a cotizar a 87 pesos, casi igual que sus pares defaulteados, que no bajaban de 27 dólares.

Los inversores con buena información ya conocían la existencia de la propuesta de los bancos Barclays, Citi y Deutsche para reabrir el canje de deuda y salieron a buscar los bonos en cesación de pagos. Un termómetro de la búsqueda fueron las operaciones en el mercado de agentes de bolsa. En julio, todavía con ruidos por el conflicto con el campo y sin reapertura del canje a la vista, se negociaron apenas 2.000 pesos en bonos impagos.

El mes pasado, en cambio, el monto subió a 3,8 millones con tres operaciones de Bonte, Pro4 y Pre5. Ese mercado mueve un tercio de las operaciones de deuda. Aun así, el monto es exiguo, pero ilustra los movimientos del gran mercado. La deuda se negocia además en plazas extra bursátiles fuera del país.

En las casas de bolsa de la City reconocen que durante el último mes tuvieron una avalancha de clientes con pedidos sobre bonos en default. Y las consultas se aceleraron las últimas dos semanas, justo antes del anuncio.

Los bancos e inversores que compraron la deuda en situación irregular pagaron entre 26 y 27 dólares por cada 100 dólares de valor nominal. Y ahora, si entran al canje, obtendrán un título Discount por 33,7 dólares, además de los bonos adicionales que recibirán por los intereses no percibidos desde 2003. La propuesta no descarta, como si fuera poco, incluir alguna unidad PBI. Es una ganancia de más de 7 dólares por bono.

El mercado tomó conciencia rápida del negocio y los títulos en default subieron casi 11% durante las dos ruedas posteriores al anuncio de la Presidenta. Sólo ayer aumentaron 5%, y cerraron a 29 dólares, mientras la deuda que sí se paga registró caídas de hasta 4 por ciento. En el mercado aseguraron, sin embargo, que era casi imposible conseguir alguna persona interesada en desprenderse de los papeles.

Los tres bancos que participarán de la operación sostuvieron por escrito al Gobierno que cuentan con mandato de tenedores de bonos en default por u$s10.000 millones para garantizar su participación en el canje. Por lo bajo, los funcionarios aseguran que no importa si son los propios bancos quienes tienen la propiedad de esos títulos o si representan a inversores.

La sospecha en el mercado es que parte de esos u$s10.000 millones hayan sido comprados por los bancos. El Barclays, por caso, siempre tuvo gran participación en el mercado de deuda.

Además de las ganancias que obtengan por los títulos que compraron baratos e ingresen al canje, los bancos cobrarán una comisión segura estimada por ellos mismos en 1.500 millones de dólares, por organizar la operación. En un momento de poca liquidez como el actual, la Argentina es un negocio redondo.


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