¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a Lord Carrington
[XP] Pilar Love: Que lindo que coge la pendeja bairesgirls
30-May-2023, 12:38
Hacía rato que tenía ganas de conocer a Pilar. Por diferentes motivos la fui postergando. A priori parecía ser el estilo de mina que me atrae. Los relatos sobre ella son muchos y todos hacen hincapié en su buena onda y en su ímpetu a la hora del sexo. Virtudes nada despreciables en una dama. ¿La contra? Está ubicada en el famoso Hotel de la calle Esmeralda cuya condición excluyente para el acceso es la ineludible presentación del DNI en la recepción, como si de un trámite se tratara. Pilar no aclara ese punto en su speech. Creo que debería.
No fue fácil coordinar. La niña maneja ella misma el teléfono y si bien esto lo considero una ventaja destacable, también se traduce en un delay importante a la hora de contestar mensajes. De hecho la respuesta puede llegar unos días después, con todas las complicaciones que puede traer aparejada. Los horarios que te ofrece pueden sonar un poco extraños a simple vista. "...y 10", "...y 20", "...y 40". Uno suele estar más acostumbrado a los clásicos "...00" o "...y 30" pero esto significa que Pilar deja algunos minutos entre cliente y cliente para no amontonar. Para mi es clave este detalle. Y el mejor ejemplo es que cuando uno llega la señorita te recibe perfectamente arreglada y maquillada. Se nota que tuvo tiempo para prepararse.
A la hora convenida le mando mensaje que estoy en la puerta. Me pasa el piso y la habitación. Encaro para la recepción dónde la famosa morocha me pide el DNI. Venía tan cebado con los relatos de la susodicha que me imaginaba a una especie de Megan Fox que me iba a estar esperando en el mostrador. Claramente no es así. Simpática de todas maneras. Me anotó en un registro. Número de documento, nombre y habitación a la que voy. El individuo que me precedía en el libro tenía como destino el mismo número de cuarto. Claramente era el cliente anterior de Pilar. Con una sonrisa "Megan" me indica el ascensor, siendo ambos plenamente conscientes que yo estaba ahí para ir a cogerme a una escort.
Llego a destino. Golpeo la puerta. Segundos eternos de incómodo silencio que se rompen con ese seductor taconeo que se aproxima. Se abre el picaporte. Pilar, escondida detrás de la puerta. Tengo que transponerla para poder verla. Me gusta. Rostro atractivo, sin ser una belleza. Maquillada. Ojos delineados, labios de color rojo amarronado cuyas marcas, minutos más tarde, estarían impregnadas en mí pija, mí pecho y mí boca. El físico muy armonioso. Estilo adolescente. Poco retoque con las fotos. Curvas sutiles, nada exageradas. Delgada pero firme. Se nota laburo de gimnasio. En la publicación acusa 26 años. Podría tener incluso alguno menos. Un culito hermoso, perfecto para ese cuerpo. Inhabilitada la penetración por esa vía. Una lástima, pienso. Las tetas el único agregado artificial aunque bien hechas. Proporcionadas. Los que buscan exuberancia no la van a encontrar. Los que buscamos sutileza en las formas, nos va a encantar. La lencería negra y las botitas cortas, haciendo juego, cierran un combo de seducción muy prometedor.
Me pegué una ducha y ya estábamos listos para comenzar. Pilar arranca suave. El encuentro se desarrollará de menor a mayor, in crescendo. Se toma su tiempo para besar. Empieza suave, con picos, caricias e incrementa lentamente. Lo mismo será con la chupada de pija. Tiene una linda manera. Suave pero profunda. No es esas chupadas violentas que te restan sensibilidad. Todo lo contrario. Esa suavidad te genera sensaciones muy placenteras. Hace círculos con la lengua mientras sube y baja la cabeza de manera acompasada. Estuvo un buen rato. Me dejó la pija como un garrote. Me puso el forro, se subió encima y ahí sí pude ver todo el despliegue y energía de Pilar. La pendeja te coge. Literal. Te monta y no se cansa. Acompaña con un gemido suave, sumamente creíble. Y acá quiero hacer una distinción. Me dio la impresión que a Pilar le gusta coger, independientemente de quien sea su eventual partenaire. Ahí estaba yo pero bien podría estar cualquiera de ustedes y la escena hubiera sido la misma. No creo que ninguna actitud mía haya provocado la intensidad de ella, sino que, por sí misma, generó ese momento. Solo me limité a prestarle mi pija parada para que Pilar se hamaque de la forma que quería. Después de unos 20 minutos en los cuáles me montó de todas las formas posibles, la puse en cuatro. Le dí algunos bombazos y un guascazo, por demás dilatado, llenó el preservativo mientras tenía la pija dentro de ella.
Fuimos al baño a higienizarnos, cada uno por separado, y nos quedamos charlando en la cama. Me pareció muy simpática. Hubiera necesitado unos 10 minutos más para recuperarme pero enseguida Pilar empezó a franelearme. Entre besos y manoseos la pija estuvo firme de nuevo. Terminó de adquirir la dureza óptima después de la chupada que me dio la niña. Otra vez me puso forro y nuevamente me montó. Se mandó toda la pija adentro y empezó a moverse de forma muy suave mientras frotaba el clítoris por mí abdomen. Me encantó. Además empezó a darme unos buenos besos que fui alternando con una chupada de tetas. Cambiamos a misionero y seguimos cogiendo hasta que la excitación marcó el punto final de la cogida y culminé con una nueva eyaculación en el forrito mientras nos besábamos. Ahora sí. Mis reservas seminales estaban en cero.
Ducha final de ambos y nos despedimos. Salí del departamento. Crucé por recepción y ví que "Megan" estaba siendo vilmente chamuyada por un NN masculino (Quien sabe.....Probablemente alguno de ustedes). La saludé. Respondió con una generosa sonrisa y un "chau" sonoro. Quizás encontró en mi saludo una manera de evadirse por unos segundos de la perorata del cruel villano. Una vez fuera del hotel me perdí lentamente por las calles del microcentro con una sensación que hacía rato no tenía. La de querer volver a visitar a la escort con la que recién había estado.
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