Wendy. Princesa con sonrisa que enamora. Glaseado en nalgas // Fotos, videazos

Camaradas de la herejía inmoral, buenos días. Esta vez me toca narrar mi aventura con la niña Wendy, una adolescente con un cuerpo q casi me da un ACV. Le escribi, me respondió con las tarifas, reservo y caigo a Bernardo de Irigoyen al 200, la famosa torre Jacarandá del microcentro. Arribo al edificio, documento en mesa de entrada, ascensor ágil, todo rápido.
Abre la puerta y ¡pum!: Wendy. Pelirroja de pelo largo, piel blanquita, metro sesenta y ocho de pura ternura mezclada con curvas, pechos de 100 y una cola redondita que parece diseñada en Autocad. Sonrisa gigante, de esas que te suben la autoestima y te bajan la presión al mismo tiempo.
Un beso de bienvenida y ya estaba regalado con moño. Gatillo biyuya y voy a higienizarme. El nido de amor acompaña: cama grande, calefacción que invita a ponerse en bolas, baño con jabón líquido y toallón grande q parece un acolchado jaja. Y la nena, siempre con una sonrisa de recién egresada del secundario, pero versión posgrado en maldad cariñosa.
¿Da besos? Mamita querida… besos a full con lengua, largos, mojados, pegaditos, como si fuera mi novia y mañana me voy de viaje un mes. Su cuerpo invita a darle besos toda la hora.
Arranca con lustrada de antología: boca, lengua, garganta profunda, pausa para mirarme, sube, baja, te deja viendo puntitos. Que manera de chupar camaradas.
¡Es mi turno! Sale paleteada en sus orificios, prolija y depilada cajeta, un manjar. Le encantó q la comiera, se mojaba como si alguien hubiera abierto una canilla interna. A los dos minutos era un maremoto de jugos sobre mi boca.
Pilotin y misionero con besos infinitos, a full por supuesto. Manos y boca en sus gomas, cambiamos a perrito y me tiró una miradita por arriba del hombro que casi me derrite.
Después cabalgada de frente, ritmo primero suave y a los minutos me montó más salvaje, tanto que corrimos la cama de lugar.
Para descorchar, me hace un pete demoledor con gp y mirada fija. La lustraba como si fuera un trofeo al que hay que sacarle brillo, pero en vez de brillo era otra cosa... Terminé en su boca, con un grito de placer y mi sonrisa torcida.
Agua, charla copada y otra vez a los besos. Retomamos con un 69, se la tragaba con tanta pasión que por un momento pensé que las sábanas se me iban a meter en el ocote, jaja.
Preservativo y poses a elección del consumidor, piernas al hombro, de coté, serruchada épica. Cierre en cuatro patas sobre la cama, con vista panorámica a esa cola perfecta, bien blanca para cachetear y dejarle la mano marcada.
La caballería pedía salir, me las arreglé para sacar el forro a tiempo y coronar con un glaseado seminal en nalgas digno de pastelería francesa. Quedó tan lindo que le saque unas fotos y un video, faltaba el marco dorado.
¿Se imaginan un día tener un cuarto lleno de cuadros con culos glaseados? En lugar de trofeos deportivos, serían cuadros con pan dulces... perdón, me fui al pasto...
Antes que Wendy se bañe, limpié el enchastre con servilletas y luego al agua pato! Ducha express, toallón que huele a perfume, despedida con más besos y esa sonrisa que vale cada centavo.

En síntesis camaradas, fue un servicio de nivel con una niña que seguro enamoró a más de uno, besos profundos, oral de antología, mucha química y risas. Fue una experiencia redonda, como el culo de Wendy.

Me permitió hacer algo de material, como dicen todos al q le interese por favor pedirlo en la xp.

Saluda atentamente
DILATADOR de ANOS.
Glaseador profesional de ogetes.

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