Sofia Bg La joven nalgona de Congreso es una nenaaaaa - fotos y videos

Hola, foreros de la comunidad. Cansado de la rutina decidi explorar el ambiente y conocer una chica nueva que en este caso trabaja en el barrio Congreso, muy diferente a lo que uno está acostumbrado. Con solo 19 años, su cuerpo está mejor que bien, especialmente su cola, que es una de esas que no pasan desapercibidas en la calle, grande y explosiva, acompañada de unas tetas naturales que le dan un toque único
La cosa empezó bien desde el principio, quedamos en que ella misma me bajaba a buscar. Y cuando llegué caminando, ya estaba en planta baja, eso ya me dio una buena señal: la piba no andaba con vueltas, es atenta. Cuando la vi, era tal cual la esperaba, con ese cuerpo bien armado y esa mirada misteriosa que sólo las chicas jóvenes tienen. Un tipo de chicas que no necesitan hablar mucho para causar impacto. Entramos a su departamento y la verdad es que estaba todo impecable. Una cama grande, bien iluminada y el ambiente adecuado para lo que había venido a hacer. Nos pusimos a charlar un poco, pero como les decía antes, no era de muchas palabras, algo normal en una adolescente de 19 años. A los pocos minutos, ya estábamos más tranquilos, sin perder el ritmo. Nos empezamos a besar y ya se notaba que la piba sabía lo que hacía. Esas manos y esa boca… No podía dejar de pensar en cómo me estaba calentando
Enseguida, se puso a trabajar con el sexo oral. Sin ser exagerado, lo hacía con un nivel de dedicación impresionante. Le encantaba, me lo dejaba bien claro con cada cabezazo, ¿Lo mejor? Lo hacía con garganta profunda, sin titubear, como si fuera una experta. Mis ojos estaban fijos en cada movimiento, su boca era un deleite
Después de un rato, le pedi que se recostara, y ella lo hizo, con una sonrisa cómplice, le chupe la vagina hasta dejarla echa un mar de jugos. Preservativo y se subió encima. En esa posición, ya sentía cómo su cuerpo se movía con una naturalidad que me volvió loco. Se notaba que disfrutaba tanto como yo. Sin mucho que decir, pasamos a la siguiente etapa, el sexo más duro en misionero, no me defraudó en absoluto. Al principio, con calma, pero luego aceleramos el ritmo y eso fue un verdadero festival de gemidos y roces. Estaba mojada como nunca, no paraba de gemir y de provocarme, como si le gustara tanto como a mí. La tomé de las piernas y le hice patitas al hombro hasta hacer tope con mi cuerpo. Ella tocaba mi cuerpo como novia que le gusta lo que estás haciendo
En un momento, cambiamos el panorama y se la metí en cuatro. Le entré bien profundo, mientras ella movía sus caderas, como si no quisiera que parara. Esa vista fue lo mejor, su cola rebotando al ritmo de mis embestidas Estaba más que excitado, su cuerpo respondía a cada uno de mis movimientos. Llegando al climax acabé con un grito que seguro me escucharon los vecinos jeje.
Luego de eso, nos tomamos un pequeño descanso. No sé si por la juventud de ella o por lo bien que lo habíamos pasado, pero todo parecía como si recién hubiéramos empezado. Estábamos en la cama, yo la acariciaba mientras ella descansaba, de pronto me miró con esos ojitos, como diciendo “¿seguimos?”. Obvio que no me podía resistir. Volvimos a dar lo mejor de cada uno, hasta que llegamos otra vez al clímax. Un par de minutos más, y ella me sorprendió con una acabada de esas que uno no olvida. Con esa misma boca que me había dado tanto placer, me miró con una sonrisa y me dijo, “eso estuvo muy bueno”, mientras se levantaba para ir a bañarse Estábamos tan bien que ni me preocupaba el tiempo, solo me concentré en disfrutarla

Dato aparte, todo el lugar tenía lo necesario para estar cómodo. Un baño con todo lo que podía necesitar: bidet con agua fría o caliente, desodorante, jabón líquido, ducha... lo que sea que uno necesitara para estar bien después de unos buenos polvos. Todo, desde la cama hasta la iluminación, estaba perfecto

Me quedé en la cama un rato, disfrutando de la sensación de haber conocido a una chica tan joven, pero tan madura en lo que hacía. Un placer muy diferente al que uno está acostumbrado, pero sin dudas algo que repetiré dentro de poco o cuando me pinte
Nos despedimos con un beso. A esta piba la recomiendo para los que busquen carne fresca y una energía sexual que sólo alguien de 19 años puede tener
Nos vemos en la próxima muchachos

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