Camila BG - Besos, besos y más besos

Juventud, belleza, simpatía y dulzura. Cuatro cualidades que combinadas juntas en una misma dama ya nos hace, al menos, salir del letargo para prestarle un mínimo de atención. Camila reúne esos cuatro adjetivos. Después cada uno, de acuerdo a sus gustos personales, podrá ecualizarlos poniendo más de uno, menos del otro, diciendo esto me gustó más, esto menos. Pero me animo a decir que cualquiera que la conozca a Camila le podrá encontrar estas características.

Expeditiva para contestar por WhatsApp y para combinar un turno. Me pasó info completa sobre su servicio y aranceles y sin más preámbulos coordinamos para vernos en su Dpto. de Paraná al xxx (el mismo en el que está Nahir). El lugar es archiconocido. Son tres habitaciones y cada una de las niñas ejerce en forma independiente. A pesar de eso, el lugar requiere una cierta coordinación para no cruzarte con otros colegas, con las otras chicas y para poder utilizar el baño en los momentos que no esté ocupado. No siempre se tiene éxito en estos menesteres y muchas veces los cruces son inevitables o ineludibles. La intimidad, tal vez, no es la que uno desea. Igualmente, según me comentó Camila, en breve se está mudando.

A la hora indicada subo a su depto. y ella me abre la puerta. Coincido con algunas descripciones que leí. Es la típica &#xxxx;morocha argenta&#xxxx;. Bonita aunque no llamativa. Probablemente uno no se de vuelta en la calle para mirarla. Sin embargo, tiene un rostro muy agradable y una sonrisa exquisita, de esas que te hacen sentir cómodo al instante. Ventipocos años, figura sin retoques ni de cirugía, ni de gimnasio, aunque la genética y la escasa edad le alcanzan con creces para mantener un físico más que agradable, a la vista y al tacto. Piel suave, pechos medianos xxx% naturales y una retaguardia acorde a su físico y, según mi opinión, uno de sus puntos más altos. Subida a los tacos alcanza fácilmente el 1,70 de altura. Es una mina de carácter suave, delicada y tiene un servicio completo pero no guarro. Es una onda novia que se entrega para pasar un buen momento. Sus movimientos son sutiles y nada bruscos. Se toma las cosas con calma, tanto en sus gestos como en sus acciones. Habla pausado y en forma dulce. Tiene una personalidad atrayente. Apenas llegás te das cuenta que vas a pasar un buen momento con ella.

Después de la higiene de rigor fuimos a su habitación. Pequeña y agradable charla introductoria. Enseguida empezamos a besarnos ¡Como besa Camila! Besos suaves pero pasionales, usa mucho la lengua, te busca todo el tiempo. No escatima en absoluto el uso de esta herramienta. Es imposible que después de un rato de esa sesión de franeleo la temperatura corporal no suba abruptamente. Nos fuimos sacando la ropa de a poco hasta quedar prácticamente desnudos. Mi pija ya tenía una erección plena. Camila la agarró con la mano y empezó una paja suave que me estaba volviendo loco. Estuvimos un buen rato entretenidos con este juego. Íbamos subiendo la intensidad lenta pero inexorablemente. Cuando ya no daba más arrancó con otros de sus puntos fuertes. El oral. Me gusta la forma que chupa la pija. Lento pero profundo. Sutil y a la vez intenso. Sentís la lengua recorriendo las terminaciones nerviosas del glande y del tronco. Esa succión lenta que te hace estremecer y esa saliva caliente que se impregna en toda la pija lubricándola y aumentando la temperatura. Me entregué al placer y la dejé chupar. No sé cómo aguanté tanto. Acostado en la cama veía la cabeza de Camila subir y bajar a un ritmo acompasado. Por momentos aceleraba, me llevaba al límite y después aminoraba. Ya no daba más. Le dije de coger. Una mera formalidad porque sinceramente no iba a aguantar nada. Me puso el preservativo. Se acostó boca arriba en la cama y la penetré. Un par de bombazos, un par de besos en la boca y una de mis más humillantes performances en cuánto a tiempo de duración. Un estallido violento de semen inundó el condón apenas un par de minutos después de colocarlo. Me excitó de tal manera que eyaculé una cantidad más que respetable de líquido. Esa previa me había dejado enloquecido.

Nuevamente higiene de ambos y nos quedamos charlando abrazados en la cama. Me gustó mucho. Es una mina tranquila, muy agradable. Me contó algunas cosas de su vida privada. Muy buena onda. Enseguida volvió a buscarme con los besos. Empezamos de nuevo con la misma rutina previa. No tardó en volver a excitarme. Se toma su tiempo, no te apura. Cuando mi pija tuvo una dureza más que respetable volvimos a poner protección y ella se subió encima a cabalgar. Esta vez no hice tanto papelón y pude aguantar un poco más. El vaivén lento de la cabalgata inicial fue intensificándose hasta llegar a saltar arriba de mi pija. Me sorprendió. Tenía una actitud menos sutil, que sinceramente me encantó. Cambiamos algunas posiciones. Misionero, en cuatro, de costado. Finalmente se puso boca abajo y me acosté encima de ella. La cogí hasta eyacular nuevamente en el preservativo. Nos tomamos un instante para recuperar el aire y nos dimos un último beso.

Epilogo: Nos quedamos conversando un rato más mientras nos cambiamos. Camila siempre mostrando un carácter abierto, una sonrisa fácil y una delicadeza tentadora. Me acompañó hasta la puerta del departamento y antes de abrirme la puerta me propinó una última sesión de besos. Un encanto.

De acuerdo al speech que me pasó el servicio convencional es $1.500 y completo con cola $2.000. Aclara que con paciencia y de acuerdo al tamaño. No hice uso de esta última opción así que no puedo opinar al respecto.

Me pareció una mina para volver a visitar. Hay muchas experiencias sobre ella y la mayoría destacan su buen servicio y su actitud.

Como siempre gracias por leer el relato.

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