Sharon pendex que me encantó conocer bairesgirls

Buenos días, tropa de cazadores de felinas. La semana pasada tuve unos días que fueron de laburo arduo como mula. Terminé con la nuca llena de nudos y el estrés pidiéndome a gritos un reseteo de fabrica. Buscando la página, veo varios comentarios de colegas hablando de esta nena Sharon de 19 años. Mi cerebro hizo click como si me hubieran enchufado un Red Bull directo en la vena. Pregunté por WhatsApp. Mi fetiche con nenas así de jovenes son el oral largo y tendido. Llego a la torre legendaria de Bernardo de Irigoyen, ya era la hora. Llego, presento documento, subo, timbre... y ¡tac-tac-tac! el desfile de tacos se acerca, siento música de fondo. Abre la puerta y ¡WOW!: pendeja en formato pocket, curvas para morder. Me planta un beso que terminó cerca de la boca.
Entramos a la habitación con tele y música, parecía la pieza de una teenager con algún muñeco por ahí y lucecitas de colores. Pago 85 lucas por 1 hora con bucal hasta el final. Me da toalla de las grandes, me ducho como si fuera hotel 5 estrellas post jornada laboral.
Salgo y ¡TACHÁN!: la piba tirada en la cama, posando como si fuera portada de revista Playboy, ¿se acuerdan de esa revista para manualidades? Si le habré dedicado varias... jejeje. Me lanzo sobre Sharon como tigre de bengala con besitos con lengua que luego se convirtieron en nivel novios con hormonas a mil. Voy a sus lolas de tamaño que entran en mi mano, suaves, chupo pezones. Sigo al sur, meto lengua. La nena se retuerce como si le hubiera enchufado 220V, me agarra el pelo como si fueran riendas de caballo y gime ¿Fingido? Lo dudo...
Me devuelve con un oral lleno de baba, garganta profunda y mirada que se está portando mal. Le pido que me siga mirando mientras visita mis gemelos y la dejo trabajar como 10 minutos. Así me gustan chupadoras seriales.
Enfundamos y a los bifes: la pongo en cuatro al borde de la cama, bombeo con toda. La conchita chorreaba más que canilla rota. Se calentó tanto que los besos ya eran desenfrenados, con pasión. Cambiamos posiciones como si fuera Tetris sexual, la tuve dura como palo de escoba y en la recta final le digo en voz baja: quiero acabarte en la boca. Pone almohada en el piso, me recorre con la lengua y... ¡exploto como volcan! Ella succiona, yo viajo a la nebulosa 8.
Caigo rendido, ella va al baño a escupir. Recuperamos oxígeno, charlamos y nos empezamos a tocar, mucho toqueteo, caricias y me puse al palo claro está. Como buena peteadora, me la deja a punto de estallar. Funda y adentro como novios, de costado y luego arriba de ella, se la di con toda, Sharon apretando mi espalda, con besos apasionados. Acabé con un grito.
Me ducho rapido. Me acompaña desnuda hasta la puerta, besitos, la toco un poquito más y quedo en volver muy pronto.
La piba me encantó. Salí agotado pero feliz, llegué a casa, birrita y a mirar Netflix. ¡Hasta la próxima!

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