Mariela – Piletazo exitoso – Buena culeada. Con buena onda y besos

Primera semana de mayo y me tiré a la pileta (Al momento del encuentro no tenía ninguna xp. Ahora que subo la mía tiene un par) con esta madura cuyas fotos me resultaban interesantes y su arancel accesible a mi bolsillo de ese día. Por texto me informó $50.000 la hora con bucal sin (Consulté si era hasta el final y dijo que sí – No probé – besos negros y cola. (No averigüé por la media hora). Acordé horario, me pasó su dirección en Rodriguez Peña al 100 (Congreso) y pidió que le avise para bajar a abrirme. Nos encontramos justo en la puerta de abajo (me dijo venía de otro departamento donde trabaja y comparte gastos) impresión mejor de lo esperado (Iba con expectativas bajas. No sé por qué) y luego del saludo formal y subimos conversando fluidamente.

Su departamento es de 2 ambientes con una sala de estar a la entrada con muebles y adornos varios y televisor y por separado la habitación con su cama de 2 plazas, mesa de luz, adornos y laminas varias en la pared etc. Muy armado y amoblado el departamento como para vivir en él. El baño ok, con jabón líquido y artefactos que funcionaban.

Mariela es una madura paraguaya de unos cuarenta y algo de años (En página dice 42), pelo oscuro debajo de los hombros, medirá 1,60m más o menos, con buenas curvas, con tetas más bien grandes y buen culo. Tiene buena onda y se prende con los besos. Si buscan onda modelitos estilo teens no es por acá.

La conversación de inicio fue amena mientras ella se sacaba el jean, remera y buzo con los que me había recibido abajo y casi el toque arrancamos con mimos intensos. Me despegué para repasar mi higiene y volví raudo y totalmente en bolas a proseguir con la tarea. Mis manos pasaron por todo su cuerpo con énfasis en sus zonas erógenas y ella acariciaba mi pija poniéndola firme. Fuimos a la cama y le chupé las tetas y luego la concha prolija que respondió con buena humedad. Mientras almejeaba lubriqué su anillo y terminada la faena le pedí el totó. Se puso en 4 en el costado de la cama y yo detrás con el globito ya puesto. Le metí la pija en la cola lentamente hasta que la vi desparecer y empecé a serruchar con ritmo lento. Metí más velocidad al dunga-dunga mientras le daba algunas nalgadas, besos en las paradas para meterla bien a fondo trayéndola de los hombros hacía mí, hasta que acabé en el látex serruchando agarrado de sus tetas.

Seguimos con charla, masajes/mimos luego de pasar nuevamente ambos por el baño y se terminó el tiempo. Me vestí, me abrió abajo y volví a mi casa. Reincidencia. Si

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