¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a sonny
Expedición anunciada por Chiquillo.
21-Nov-2004, 14:01
Estimados foreros a raíz de la expectativa generada por dicha expedición me ofrezco a oficiar de narrador de la misma, como un simple corresponsal.
Teniendo en cuenta los recaudos mencionados por el Sr. Chiquillo respecto al lugar de encuentro en Parque de La Villa, nuestro explorador “Indiana Jones” se encontró con él, sin inconvenientes.
Partieron raudamente por las calles de Buenos Aires hacia el peligroso y cautivante “Templo de la Perdición”.
La recepción en el mismo fue de lo más cordial y amena, aunque en lo últimos minutos del trayecto tuvieron que conseguir algunas ofrendas para las diosas guardianas de dicho Templo.
La diosa pagana de grandes dotes, cuya cabellera cae como ríos de oro, es ampliamente conocida por Uds. y no voy a ahondar en detalles, por ahora. Pero en lo que respecta a esa divinidad pagana de cabellera casi interminable del color de las sombras del deseo, vamos a describir detalladamente (dentro de lo que el buen gusto permite).
El Templo cuenta con una buena decoración, y se encontraron rastros de que está en permanente mejoramiento, así que aquellos expedicionarios que continúen esta travesía, encontrarán un lugar cada vez más agradable. Así mismo hay que sortear pequeñas trampas del templo, como por ejemplo, la elevadísima temperatura de una lluvia temporal para limpiar nuestros cuerpos de las impurezas del mundo exterior, lo cual se puede controlar con astucia, mezclando aguas.
El opíparo banquete de recepción, en el cual las ninfas del Templo preparan con esmero, y hasta cuidando de la salud y la silueta de los aventureros.
Los intercambios de opiniones respecto a varios temas referidos a nuestro quehacer en común.
Una vez pasados los pasos preliminares los aventureros proceden a entrar en la exploración propiamente dicha y adentrarse en los confines de esa religión pagana de la mano de las diosas del templo.
Es espectacular la dedicación y entrega de la diosa de la Magia (Maga-ly) es destacable que la lucha por lograr el correcto intercambio de placeres comenzó en el receptáculo del limpiador de impurezas, lavando y secando con su lengua la espada del aventurero. Continuó en la sala destinada a los sacrificios, sobre el altar mayor del templo ataviada con sábanas preparadas para la ocasión.
Para proveer de unos minutos, necesarios de intimidad, a la blonda diosa y el “caballer-illo” andante, prosiguió en el recinto de recepción, en unos muy cómodos tronos convenientemente ubicados.
En el fragor de la lucha, la diosa Maga-ly fue herida, de tal forma que, por su reacción, hizo parecer que la herida era mortal, pero al poco tiempo se repuso y comenzó la lucha con más ímpetu todavía. En la estocada perdió algo de flujos divinos. Pero no hizo mella en su energía, que por cierto es inacabable (siempre refiriéndonos a su energía, claro está).
Nuestro explorador, en un momento de desesperado placer advirtió que no era suficiente lo que estaba haciendo con su espada solamente y rápidamente decidió hacerle frente a tan brava deidad diciendo palabras mágicas en la profundidad de su rincón sagrado de placer.
Envueltos en una niebla de deseos y lujuria y, restando importancia a pequeños chillidos molestos del más allá, que inoportunamente trataban de recordarles que estaban en un mundo terrenal, procedieron a realizar el intercambio de beldades.
La hermosa rubia encantando con su brebaje favorito para paliar la sed del experimentado explorador, le sugiere, llevada por su lujuria (que por cierto en ese momento llegaba a una medida extrema), una última batalla para ver si es capaz de llevarse su más preciado elixir.
Lo que dio comienzo a otra lucha encarnizada. El aventurero blandiendo su espada a diestra y siniestra tratando de matar de placer con estocadas certeras, a esa diosa guerrera que recibía y devolvía las mismas con destreza.
Casi al final de la contienda cuando el “caballer-illo” procedía a refrescar su cuerpo de tan ardua jornada. Las ninfas tomaron prisionero al experimentado explorador tratando de sacarle la totalidad de elixir tan preciado por ellas. Imaginen lo que habrá sufrido ese hombre asediado de esa forma.
Bien, culminando este relato los expedicionarios se retiraron a cumplir con el ineludible compromiso adquirido con anterioridad de ver a otros exploradores de frondosa experiencia.
Nota del redactor: El baqueano explorador apodado el “Indiana Jones” me solicitó que le haga llegar sus más sinceras felicitaciones al Sr. Chiquillo, por su labor en tan peligrosa aventura, de no ser por él, no hubiesen llegado a tal final. Quedando formalmente invitado a acompañarlo en su próxima aventura.
Cualquier duda y/o aclaración que necesiten favor dirigirse a la gente que más sabe del tema.
Los foreros: Sofía – Magali – Chiquillo – Sonny.
Estimados foreros , Hasta la
próxima.