¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a Barsut
[XP] Escort Wendy. Cómo se traga el pico dulce... bairesgirls
Ayer, 15:37
Estimados, acá paso a redactar una xp más de esta chica. Ya muchos de ustedes, viejos pervertidos, la conocen o la tienen entre ceja y ceja. Y la verdad que no es para menos. Sus fotos en la publicación son algo con lo que cuesta ser indiferente. En la publicación se la ve como lo que podría denominarse un pendejón, una de esas minas que a pesar de su corta edad tienen un recorrido considerable, que la tienen muy clara... Pero en cambio, en el trato personal se nota su inexperiencia, no en cuestiones amatorias, ya que eso se entrena fácilmente, sino en el trato interpersonal.
Lo primero, arreglar, es sencillo. Ya está casi confirmado que no es ella quien atiende el teléfono. Así que mandas mensajito, te responden con el speech, que tengo turno ahora, que no, que bueno, nos vemos ahí. Arreglé para el momento porque se le había caído un pajín de la agenda, y entra otro pajín, yo en este caso.
El edificio es el jacarandá. Ya lo conocen. Yo por cuestiones personales trato de evitarlo, pero si no fuera por eso, sería habitué. Es muy tentadora la oferta de hoy en día, y creo que sigue siendo así desde hace ya bastante. Tuve muy buenas y nobles aventuras allí.
Como arreglamos en el momento, cuando ya daba todo por perdido, llegué al departamento pasados 10 minutos. Entre que me bañé, la chupeteé y la babeé, la habré penetrado 10 minutos. Pero no le quiero adelantar.
Llego al departamento, como dijeron, es un departamento amplio con varios ambientes y a nosotros nos tocó acampar en el living, que estaba separado de las habitaciones con un biombo. Un poco cutre, dirán. Estaba para coger en el sofá, pero había una cama de dos plazas. De iluminación, solo la luz que venía del pasillo y la linterna del celular. Una porquería en ese aspecto, pero el lugar era lindo. Le doy la plata, la cuenta y se va a llevarla a algún lado. Vuelve con una toalla y me voy al baño.
Cuando pasé a bañarme, el baño tenía una pérdida en la canilla, que hacía que saliera agua para el lado de afuera de la ducha, así que controlen eso, y tengan cuidado con dejar algo importante en el piso, que puede quedar muy mojado. Se escapaba mucha agua. Imaginate salir del cogedero con los pantalones mojados... Peligroso.
En fin. Voy a hacer los comentarios sobre la señorita, porque esto es un foro de putas, y no de decoración de interiores.
Me abre la puerta una pendeja blanca, alta, de pelo castaño y ojos marrones. Más tarde me confesará que tiene ojos celestes en realidad y que en el
próximo encuentro podré verlos. El acné en la cara es prueba de su adolescencia. La verdad que no tengo mucho que decir que no se haya dicho. Es una maravilla de la genética. Huesos grandes, debe estar un poco por encima del metro setenta, un hermoso culo y unas tetas medianas de pezones rosados que son un sueño. De cara es bonita, y en su redondez facial se nota que debajo de esos rasgos físicos arios hay algo de sangre guaraní que hace que lleve la incipiente profesión de manera casi natural. Amo los rasgos de una buena mujer paraguaya.
En fin. Una escort paraguaya con todas las de la ley. Lo particular que hay en este caso es que la señorita goza de una juventud que no es compatible conmigo. Acusa 18 años. Y la verdad, a la gente de esa edad, antes que poronga me gusta darle consejos. En fin. No logré entrar en el banquete con mucho apetito por ese detalle. Pero como los seres humanos estamos llenos de contradicciones, una parte de mí quería saborear ese caramelo con ansias.
No encontré que tuviera sensualidad en sus movimientos o en la manera de llevar adelante la acción. Eso más bien, creo yo, producto de su inexperiencia o juventud. Se saca el corpiño torpemente y deja ver dos caramelos llenos de néctar, prefectos, colgando como fruto de un árbol prohibido. No sabía si chuparla o retratarla. Contemplar esa belleza y juventud me dio a pensar que el hecho de llenarla de mí baba y otras viscosidades que emanen de mi cuerpo era como mancillar una creación divina. Soy exagerado en mis pensamientos, sepan comprender. Nada en realidad es tan así. Por favor, no mueran de literalidad. En fin. Mi repertorio usual de chupar ortos, colar dedos, y morbos varios me resultó un tanto inadecuado en la situación. Pero ojo: no dejé de hacer ni uno solo. Salvo que no se dejó colar los dedos, y en los besos mi vetusta lengua horripilante (aunque bien aseada) se topaba con sus dientes apretados que no me dejaban ingresar a su boca. Después me dejaba ella su lengua para que la chupara cual pequeño falo rosado, pero no dejaba que le metiera yo la mía. Raro. Sobre mis viscosidades, pude babear su vagina y lenguetear su juvenil ojete sin reparos.
Párrafo aparte merece hablar de su manera de chupar pija. Mí pequeña y vieja víbora se perdía en su garganta con un poco de dificultad al principio pero luego con una facilidad que parecía que ese fuera su lugar en el mundo. Me gustó tanto la manera que me la chupaba, que le pregunté si podía cogerle la boca hasta el final. Tras darme el ok, le agarré su cabecita por detrás junto a su hermoso pelo y le penetré la garganta hasta dejarle mis ingenieros en el fondo de su garganta. Me sentí un ogro despreciable y totalmente satisfecho. Después de un rato escupe los renacuajos en el tacho. Estaba con ganas de que jugara con ellos en su boca y me los compartiera con un asqueroso beso, pero no me animé a tanto. No me atreví a morbosear tanto la situación.
En el entregarche no pudimos conversar de
prácticamente nada. No es buena conversadora y yo tampoco lo soy. Me habló del color celeste de sus ojos que esconde tras unos lentes de contacto, de su corta edad, que comparte departamento con otras dos (o tres, no recuerdo) chicas tan jóvenes como ella, que son amigas y que hace tríos con ellas. Todo respuestas a mis preguntas, que hacía para romper el hielo del silencio, o para abatir la vergüenza que me daba contemplarla fijamente, de arriba a abajo. Cuando elogio su manera de tirar de la piola me pregunta "que, no sabías? Lo dicen en el foro". La verdad, yo no estaba enterado y por suerte, para no ir con la expectativa de nada y estar expuesto a no poder cumplirlas.
Al toque, pero muy al toque y considerando que estuve poco tiempo por llegar tarde y demás, hago milagrosamente que mi arrugado y viejo pene se irguiera nuevamente, quizá producto de olfatear instintivamente la juvenil emanación hormonal de mí partenaire.
Repetimos cosas. Está vez mi pequeña pija no estaba tan dura como la primera vez y se acomodaba más plácidamente a su tracto bucal. Fue entonces que decidí ponerla boca arriba y penetrarla viendo como su hermosa tráquea se movía al recibirme dentro de cada estocada. Que asco que me doy. Las arcadas que daba y los sacudoncitos que hacía su cuerpo me excitaban y daban un poco de pena a la vez. Pero no podía parar. Estuve a punto de acabar de nuevo. No lo podía creer. Estaba deleitado con su boca. Pero la verdad es que no podía irme sin penetrarla. Era una locura. Fue entonces que me aguanté las ganas de largar todo y le pedí que me diera el forro. Ella lo sacó torpemente del paquetito y me lo dio para que me lo pusiera. Le dije que se pusiera en cuatro, le chupé el culo y la empecé a penetrar. La cogí despacio primero. Su juvenil flor es apretada, rosada, delicada. Costó que entrara la verga. De a poco aumenté el ritmo y le di con toda la poca fuerza que un viejo asqueroso de pene flácido puede dar. Le palmeé los cachetes del orto que se pusieron rosados. Ella no gime. O no recuerdo que lo haya hecho. Igual, me excita sobremanera coger así. Otra vez los malditos renacuajos quisieron salir. Pido equivocadamente cambiar de posición. Se me sube encima y veo rebotar esas tetas rosadas delante mío. Qué hermoso espectáculo. Ella salta, coge bien. Hace lo que puede. Nada supera su manera de deglutir pene, pero pone empeño. De nuevo, la contradicción. No estaba lo suficiente excitado porque me abrumó su juventud e inexperiencia, y despertó en mis pensamientos una variedad de cosas que lamentablemente no puedo compartir en este foro. Y por otro lado hizo milagros con mi verga. Por supuesto, la neurosis se interpuso y la pija se me hizo gomosa.
Cambiamos de posición. Pienso "el buen misionero, nada le gana". La abrí de piernas, puse mi cara delante de su vagina y la empecé a chupar. Y desde el fondo apareció un olor fuerte. Creo que debe ser que estaba en algún momento del periodo. Ese olor ya había aparecido cuando le estaba dando en cuatro, pero fue más sutil. Está vez, al estar metiendo lengua como lo asqueroso que soy, lo sentí más fuerte. Eso ya me predispuso peor aún. Tuve que estrangular mi pene de la base para lograr un poco de rigidez. La penetré así y el desgraciado quiso levantar vuelo nuevamente. Tuvo la intención pero termino desfallecido, completamente muerto. Parecía una bombucha pinchada, arrugada. Al sacar mi pene de la humanidad de la señorita digo: "que pija de mierda", y caigo rendido a su lado. Ella se sonríe, y me consuela con una caricia. Casi pidiendo perdón, agarré mis cosas y procedí a bañarme para luego emprender retirada.
La verdad, la piba es hermosa, pero es muy joven para mí. Tengo ganas de volver, cuando ya curado de espanto pueda dar rienda suelta plenamente a mis fantasías. Quizá dentro de un tiempo, cuando lea que haya sumado experiencia en el ambiente. Complacer a un vejestorio como uno tampoco debe ser tan difícil, y menos con la materia prima con la que cuenta Wendy.
Gracias por leer!
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