Silvi festín de lujuria anal con la rubia - hay fotos y videos

Señores, vengo a traerles un relato calentito de una experiencia que me dejó tambaleando. Si andan con ganas de una rubia con curvas de gimnasio y actitud de gatita trola, presten atención porque esto les va a interesar.

El contacto fue rápido, directo al grano. Pactamos la cita y allá fui, con el corazón latiendo a mil. Llego a la zona de Entre Ríos al 600, aviso y a los dos minutos baja a buscarme… Y ahí nomás me la quiero llevar puesta. Minishort ajustadísimo que marcaba dos columnas perfectas, osea piernas de gimnasio que te dejan hipnotizado, y arriba un ambo de masajista que apenas le cubría las formas.

Subimos al departamento y mientras me lababa el amigo, ella se cambiaba. Se calza unas medias portaligas largas, rosadas, y una tanga colaless negra que le quedaba pintada. Muchachos, la imagen era un poema erótico en movimiento.
La acción no se hizo esperar. Se acerca despacito, con mirada asesina, y nos empiezamos a besar. Enseguida me baja el pantalón y en posición de gatita en cuatro sobre la cama, mirándome con cara de trola, da inicio a un pete de los que no se olvidan. Sin gorrito, profundo, bien húmedo, con esa lengua que jugaba y acompañaba. Me miraba desde abajo con una expresión de placer, como si disfrutara sentirla dentro de su boca.
Después de un rato en la gloria, me dice con voz ansiosa:
—Dale, vení arriba mío…
Ahora si, gorro y empieza la faena. Cama grande, luces bajas, ambiente perfecto para el desenfreno. Se pone en cuatro como gatita en celo, y me tienta moviendo esa colita dura, redondita, de gimnasio. Un durazno perfecto que me estaba pidiendo guerra. Le doy un rato así, mientras ella se retuerce y me pide más, sin apuro, disfrutando cada embestida. Cambio de posición, me acomodo abajo y le empiezo a dar un oral bien dedicado. Ella reacciona enseguida, se moja, me agarra del pelo y me empuja contra ella, jadeando y pidiendo más. Me vuelve loco esa actitud de insaciable que quiere sacarte hasta la última gota. Seguí despues con piernas al hombro. Sobre la recta final, me mira y me pregunta con esa sonrisita cómplice:
—¿Querés por atrás?
No hizo falta repetirlo. Me acomodo, lubricante y con paciencia, entro en el paraíso. Ella se acomoda perfecto, disfrutando, gimiendo y entregándose. Un final maravilloso. Pero ahi no terminaba la batalla culminó con un bucal sin hasta el final, bien acabada, mirando con carita de satisfacción que me quedo sin palabras para explicar.

Resumen de la xp:
Silvi es una rubia con bonito cuerpo trabajado, actitud fogosa, pete celestial y un final que me dejó muy satisfecho. El depto lo comenté antes, esta bien armado: cama grande, luces a tono, baño completo con bidet y ducha para salir impecable, sin dejar rastros sospechosos para la bruja.

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