Loly Baby, una cuasiteen muy cogible – 16 fotos y 3 videos de colección

En este modo robacunas y como continúo dulce, me di el gusto de conocer a Loly Baby, una morochita de 21 años, con referencias que me volaron los ratones. Las fotos de la página no le hacen justicia, por eso acompaño por automp fotos y videos donde se puede apreciar ese lomazo en todo su esplendor. Es una niña, parece incluso una teen, pero nacida para complacer, sabe lo que hace, le gusta y lo hace bien. Que suerte que se dedica a esta maravillosa profesión, porque es difícil encontrar una mina así en la vida real. La verdad es que el gift es una inversión donde cada peso te lo devuelve en oleadas de placer. Dicho esto, vamos a lo importante. Esta cuasiteen de carita es muy linda, y el cuerpo es perfecto para los que les gustan las tetas pequeñas. A mi me encantan. Culito parado y carnoso, que tienta al nalgueo, cosa que ella dice que le gusta, asi que hice uso. Me recibió con un piquito, y me arrastro a la habitación. Ahí, como en las películas, me arrancó la ropa mientras me besaba con besos muy húmedos de lengua. Me ofreció pasar al baño, y le di una última repasada higiénica al amigo, por cortesía, puesto que me había bañado antes de venir. Al salir ella estaba acostada y me invitó a acostarme también. Me besó por todos lados mientras me contaba como estaba de caliente, cuanto le gustaba coger, y muchos comentarios al rojo vivo. La forma que te habla cuando se calienta haría avergonzar a un barra brava de Nueva Chicago. No tiene pelos en la lengua, es muy safada, explícita y crudamente espontanea. Y ahí comenzó con una de sus habilidades que justifican todo lo que venimos diciendo, el GP. Lo hace perfecto, horizontal, como un tragasables, bien salivosa, la fue chupando hasta que se la tragó toda. Mientras me ponía la conchita en la cara para que se la chupe también. Un perfecto 69, hasta que ella explotó (o al menos pareció). Pidiendome que le diera la leche en la cara o en las tetas, me cabalgó un buen rato, luego me pidió que se la ponga en 4 y se puso en posición. Cuando vi ese culo en todo su esplendor, lo nalguee un poco antes de ponérsela. Me pidió pija. Obediente se le perdi en la cajeta como en la cueva el peludo. No pude controlarme mas y acabe. Otra ronda de caricias y besos. Me ofreció una segunda participación, pero el amigo no me respondió. Con una semierección, que no servia para ponérsela ( era como querer jugar al pool con una soga) se montó encima y me hizo un cuntjob, una paja de concha, que me puso loco. Me la paró casi de prepo, le calzó otro forrito y se la metió hasta la tuza. Genia. Que placer. Salí tambaleándome. Me costó vestirme. Con su ayuda, mientras la cuasiteen se relamía, terminé de ponerme las pilchas, y me despedí con la sensación de haber encontrado la futura reina del escort.

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