Escort Anat - Caballito - Estúpido y Sensual Whatsapp

Siguiendo con mi lista de pendientes y repasando la misma, apareció el nombre de ANAT. No recuerdo muy bien porqué la añadí y su publicación en BG tampoco me decía mucho. Pero, una vez más, envalentonado por sus buenas reseñas, su servicio low cost y su país de procedencia, decidí zambullirme en arenas desconocidas.
Dar con ella es complicado. Tiene la agenda a full y sus días y horarios nunca coincidían con los míos. Semanas así, intentándolo, hasta que la charla vía Whatsapp se fue tornando amena y con ribetes cuasi eróticos. La dilación comenzó a estimularme y a incrementar aún más mi deseo. Finalmente, pude arreglar con ella con CINCO días de anticipación. Yo ya estaba que me cogía encima...

Martes 16 al mediodía en las arterias transitadas de Caballo Pequeño, camino a paso lento y estudio detenidamente la geografía del lugar. Calle tranqui, de adoquines y una fachada en planta baja que rezaba "Masajes Sussy" (o algo así, guiño guiño). Me siento en la esquina a esperar, fumo algo, juego con todos los perros que se me cruzan por el camino y cuando se hace la hora tiro mensajito: "Ahí te abro amor". Una puerta de la planta baja se abre y para mí sorpresa, tal vez, no era lo que esperaba encontrar. Pero bueno, tranquilo Zorro, pensé. "Recuerda las XP de los colegas y déjese llevar, que lo mejor está por venir". Dicho y hecho, allá fui.

Clásica recepción en ambo blanco, besito, paso al baño que me remeo. El baño IMPLECABLE. El mejor que alguna vez haya visitado. Su depto, lo mismo. Más tirando a gabinete de masajistas que a bulo de escort. Una suerte de futón, una camilla y el biombo en donde súbitamente acontece el acto mágico. Ataviada en una lencería infartante se me avalanza y comenzamos a inspeccionarnos. Nos besamos de parados, suavemente, conociéndose por primera vez. Revoleamos los almohadones del futón, vuelan por el aire la ropa interior de ambos, y nos acostamos para darnos amor. El juego previo marcó la tónica del encuentro. ANAT no es una comehombres, tampoco es pasiva, pero sí una profesional de la intuición. Piel caoba, tetas compradas pero turgentes, cola redonda y una pulcritud exhaustiva. También usufructa como ninguna la frase "Siiii Hijo de Pxta". Se ajusta a las circunstancias; es amante, novia y guarra a la vez. Besos eternos, chirlos sentidos y un misionero sostenido, en donde ella con sus manos en mi cadera fueron dictando el ritmo hasta hacerla acabar y dejándola con las piernitas tiritando. "Estás bien? Querés que paremos? Querés un vaso con agua? Te estás enamorando de mí?!", la hago reír a Divina Bolivia.

Miro mi reloj y quedaban 9 minutos. Wow. "Tranquilo, no pasa nada", me tranquiliza. Remuevo el preservativo, me acuesto boca arriba y dejo que se explaye. Mamita, Gloria y Vida en ese pete (con la clásica mordidita en la base de la pichula). Fue de menor a mayor; me dominó completamente con su boca y al rato sumó su mano, que acompañó luego de que le sugiriera algunos ajustes al grip y ahí la suerte y la leche, ya casi estaban echadas. Culmino en un grito sordo. Contemplo la Zona del Desastre y, para mi (grata) sorpresa, mi descendencia fue a parar en su boca. El resto fue y lo escupió en una servilleta. Ducha de ella. Me vistó entre diálogos indistintos, le abono pautado (¡me estaba olvidando!), besoabrazo y promesa de volver.

A la hora, vuelvo a revisar nuestro chat y un mensaje de ella que decía: "pero qué verga hijo de pxta". Estúpido y sensual Whatsapp
Besos y abrazos!
Felicidades,
Z.-

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