Daira, la pendex pelirroja de mis sueños bairesgirls

Qué tal compañeros del vicio gatuno, les vengo a contar mi experiencia del lunes 08 por la tarde. Despues de pispear alguna experiencias decidí arriesgar media horita para conocer a Daira, una colorada que venía viendo en la página. Y qué decirles… terminé enamorado como si tuviera 15 otra vez.
Arranco desde abajo: el departamento espectacular. De lujo, nada de olores raros, impecable la limpieza, baño perfecto para un duchazo exprés. En la entrada del edificio presentás documento rápido y directo para arriba, todo ágil. Siento el clásico taconeo, se me aceleran los latidos y aparece Daira, pelirroja divina, sonrisa de tapa de revista y unos ojitos que brillan como faroles de colectivo en plena noche. De entrada te contagia onda, se ríe hasta de los chistes malos que tiro yo (sí, soy malisimo con los chistes, no se ríen ni en un asado familiar). Daira es una pendex con chispa, te envuelve con buena vibra antes de que arranque la acción.
Pago lo acordado y cerrado nuestro acuerdo comercial, me higienizo rápido.
Pasamos a la cama y la nena no perdió tiempo: arrancó con un bucal sin forro de los que te hacen temblar y gemir. Me miraba fijo mientras lo mimaba con su boquita y yo gozando como loco. Una diosa. Tanto me estaba volando la cabeza que tuve que frenarla, porque si no ahí nomás dejaba a todos mis herederos en menos de 5 minutos.
Pongo globito y le digo que me cabalgue. Qué espectáculo, hermanos. Ver esa carita feliz, con sonrisa y esos pechos mientras yo le acariciaba todo… me hizo sentir que estaba garchando con una novia de la secundaria. Le metí el dedo en la boca y me lo chupó con una sensualidad que casi me parte al medio.
Ya estaba a punto de explotar, así que giro y la encaro en misionero, con besos profundos, lengua, chuponazos. Ella acompañaba con gemidos dulces que te ponen muy caliente. En un momento la frené y le pedí el final feliz: que me sacara la lechecita con su boca.
Qué pete final. Se la tragaba entera, me miraba fijo y seguía chupando como si el tiempo no existiera. Terminé en su boquita divina y la pendex siguió un rato más. Quedé fundido, con sonrisa de nene feliz después de la calesita.

Cierro con esto: Daira es la pelirroja de mis sueños húmedos, un combo de belleza y actitud que me dejó loco. Una onda tremenda, y la entrega que pocas tienen.

Link a la publicacion en BairesGirls

Escorts Capital Federal (CABA) - Escorts Tribunales - bairesgirls