Bianca – Finalmente me decidí a conocerla y salió linda culeada luego de bucal con GP

Cuarta semana de octubre y concreté conocerla luego de verla publicar durante bastante tiempo sin contactarla, no sé por qué. Sus fotos me resultaban atractivas y había leído experiencias favorables y me decidí. Su mensaje pre armado me indicó garganta muy profunda, convencional y anal u oral hasta final con tragadita por $75.000 la media hora, $100.000 la hora y $180.000 las 2 horas. Elegí la opción de 1 hora de $100.000 y me pasó su dirección exacta en Esmeralda al 900 y avisó que pedían DNI en la entrada, Llegué puntual, presenté credenciales que anotaron en planilla (Tema seguridad. Y ya saben a lo que vas), subí y arriba me abrió Bianca saludándome con gran beso.

Su departamento es 1 ambiente de buen tamaño, piso símil madera, con cama grande, mesas de luz, televisor, equipo de aire acondicionado, perchero, algún espejo por lo que recuerdo y otras cosas. Similar al resto de los departamentos de ese edificio. El baño ok y con jabón líquido.

Bianca es paraguaya de unos 28/29 años, medirá 1,55m más o menos, tiene pelo castaño corto y enrulado (Este nuevo corte de pelo me hizo dudar si era ella al saludarla y se lo dije, pero tema tatuajes me certificó que era ella), cuerpo potente/robusto con tetas medianas y cola grande.

Luego de breves palabras para conocernos empecé a desvestirme y Bianca al toque avanzó sobre mí que me había sentado en la cama y empezó a chuparme la pija con garganta profunda ya de entrada. Si la dejaba acababa en su boca sin probar su culazo. Fuimos ambos a la cama y empecé yo a chuparle las tetas y luego la concha prolija que respondió con bastante humedad a mi tarea lingüística. Durante la almejeada lubriqué su asterisco marcando claramente mi intención de tomar el camino de tierra. Terminé mi preparación y se vino otra gran chupada de pija y siempre bien a fondo tragándola por completo (En mi caso no es complicado) y con el muñeco bien firme pedí colectora.

Bianca se arrodilló en el costado de la cama, me coloqué tras ella parado en el piso y con el profiláctico puesto se la clavé lentamente en ese culo grandote lo más profundo que pude y al toque empecé a serrucharle el ojete. Algunos cambios de ritmo, nalgadas y ensartadas a fondo al traerla de los hombros hacía mí cuerpo y acabé en el látex.

Nueva higiene de ambos por separado y conversamos lo que no habíamos conversado al principio mientras me hacía algunos mimos masaje y se cumplió el tiempo acordado. Me vestí, despedida mimosa en la puerta, saludé abajo al conserje y me volví mi casa. Reincidencia. Si

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