Volvió el lobo y se comió a la conejita. bairesgirls

Buenas tardes.

El Domingo estaba aburrido, el día lluvioso me despertó mis instintos y empecé a buscar alguna escort para coordinar para el Lunes. Empecé a mirar mis contactos, pero al final me terminé decidiendo enseguida. En cuento vi el culo redondo y jugoso que tenía Tini en la foto de perfil me dieron ganas de ir a probarlo otra vez. Le hablé para coordinar un turno y de pedo me respondió ese mismo día para dejar pactada la visita para el día siguiente.

Al día siguiente llegué al edificio, le dije que estaba abajo, toqué portero y me abrió la puerta desde arriba. Una vez subí, me abrió la puerta, hablamos un poco ya que hace rato que no la visitaba ( siempre buena onda la mina), me tomó la temperatura, me dijo que deje la rompa en el comedor y ya pasamos a la habitación. Me dió una toalla, pasé al baño, me lavé las bolas, lo lavé a Jörmungander y salí.

Apenas salí del baño ya la tenía a ella acostada en la cama boca abajo, con esas nalgas jugosas que hace tanto no veía. Como no está dando besos por el momento por el tema del Covid, le chupé un poco las tetas, le toqué un poco la almeja y noté que estaba bastante húmeda, por lo que no aguanté la tentación de mandarle unos lenguetazos por un rato. Realmente parecía como si lo estuviera disfrutando de verdad porque cada tanto se mandaba algunos espasmos que me hacían pensar que algo bien estaba haciendo. Después ella me devolvió la gentileza con un buen pete sin, al principio lento acompañado de una paja, pero yo ya estaba al palo desde que llegué, así que enseguida le pedí un forro porque no aguantaba más las ganas de ponerla.
Me puse el forro, se me subió a cabalgar, con un brazo la apreté contra mi cuerpo y con la otra mano le abría las nalgas mientras yo le pegaba estocadas desde abajo a velocidad rápido y furioso. Estuvimos un rato así, un rato moviéndose ella, un rato yo y cambiamos de posición. Se puso boca abajo, levantando el culo y encima en frente ahora tiene un espejo grade para poder disfrutar de la vista desde otro ángulo. Le dí un buen rato en esa posición y entre los gemidos, el espejo que me inspiraba y esas nalgas que me volvían loco, empecé a sentir que tenía ganas de acabar.

Le pedí cambiar de posición, me puse al borde de la cama y me empezó a cabalgar de espaldas. Nos movimos nuevamente al centro de la cama para darle un rato con el misionero, me cansé después de un rato, le di un rato más de costadito y me di cuenta que me estaba quedando sin tiempo. Así que me saqué el forro, le dije que se acueste de espaldas, para dejarle toda mi descendencia en la espalda y el orto.
Pasó al baño ella, después pasé yo, me cambié, me bajó abrir la puerta y seguí viaje ya con una carga menos. Literalmente sentía que bajé 5 kilos después de vaciar el tanque.

Conclusión: La verdad que la pasé muy bien. Valió la pena volver a visitarla después de tanto tiempo, ya que siempre le pone mucha onda y esas nalgas me vuelven loco. Después veré si vuelvo el mes que viene, aunque con esto de la cuarentena ando re corto de plata.


Saludos.

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