Trasnoché y cogí con Luz: material fílmico sensible

Buenas noches a todos, queridos colegas. Vengo a relatarles una experiencia prácticamente recién salida del horno. En esta oportunidad, la misma es con Luz y data del último viernes en altas horas de la jornada.

Para empezar, cuento que me puse en contacto con la dama unos días antes y arreglé para aquel día por la trasnoche. Dado el tema horario, me pidió una seña y no tuve inconveniente alguno en realizarla. En ese sentido, tengo que decir que el mes pasado le había hecho una reserva para verla por la noche, pero debí cancelarle por un problema que yo había tenido. Así que el requerimiento de la seña pudo haberse tratado para asegurarse que esta vez no iba a fallarle.

Cuestión, llegó el día señalado y reconfirmamos la cita para las 00 hs. Aproximadamente treinta minutos antes me solicitó si lo podíamos pasar para las 00:15 hs. y no tuve drama. Hasta me vino bien porque de lo contrario iba a llegar muy justo. Al apersonarme al edificio y recibir el OK de Luz, ingresé al lugar, rumbee hacia los ascensores del fondo y subí unos cuantos pisos.

Toqué el timbre, ella abrió la puerta y la vi. Me estaba esperando detrás de la misma, "vestida" con tanga y corpiño blanco. Debajo portaba unos tacos y arriba un lápiz labial de color rojo sangre que rápidamente procedió a quitárselo para arrancar con los besos y, en efecto, no mancharme.

Fue así que nos besamos un rato, hasta que comencé a sacarme la ropa para estar en las mismas condiciones que ella. O sea, casi en bolas.

Nos dirigimos al sillón, ella se quitó la tanga, tomó un aceite y se lo pasó por todo el cuerpo. También me aceitó la pija y, de ese modo, empezó a refregarme la concha. Paralelamente nos besábamos y yo le masajeaba el ojete, el cual apuntaba a un espejo que posee enfrentado a dicho sillón. Este departamento tiene la particularidad de que cuenta con tres espejos; por lo que donde te ubiques, te vas a ver en primer plano.

Se arrodilló, me chupó la pija y los huevos. Luego la hice acostar sobre el piso, me le fui de atrás, se puso en cuatro y le chupé tanto la concha como así también su culo. De ahí fuimos a la cama, en donde prolongamos la previa a puros besos, frotadas y sexo oral mutuo.

Le dije que quería coger, con lo cual tomó un preservativo, me lo puso y se acostó piernas abiertas para que la penetre en misionero. Lo hicimos en esa pose durante algunos minutos y observándonos en un espejo de grandes dimensiones que tiene justo en el respaldo de la cama. Posteriormente cambió de postura y cogimos con ella boca abajo, no sin antes colocar un almohadón debajo suyo.

En un momento dado se posicionó en cuatro patas y me dijo: "Clavame así". Bueno, para esa altura tenía que hacer un buen esfuerzo para seguir y no acabar. Pero logré continuar y le pedí que se suba encima mío. Debo admitir que me cogió muy bien, intercambiando distintos movimientos y poses. Todo eso; acompañado de besos. Ahí sí, no aguanté más y expulsé los renacuajos. De eso, hay video.

Hubo un segundo round, pero breve, ya que restaba poco tiempo. Entre pete y roces, acabé nuevamente. Me higienicé, aboné el total del servicio y me fui más que contento por la experiencia acontecida.

Eso fue todo, colegas. Los leo en los comentarios y hasta la próxima aventura gatuna.

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