Mi primer trío: Isa y Anto me hicieron la fiesta

Buenos días a todos, queridos colegas. Luego de un mes casi sin aparecer en este foro por falta de tiempo, me pongo al día con las experiencias y ahora les cuento una recién salida del horno.

Resulta que desde hacía un tiempo venía pensando en hacer un trío. Y como hace unas semanas cumplí años, me dije por qué no festejarlo de esa manera. Cuestión, me puse en contacto con Isabella y le tiré de juntarnos con Anto, a quien no conocía pero contaba con las mejores referencias.

Como ella estaba de vacaciones, coordinamos para dentro de varios días; exactamente para este sábado 12. Llegada la fecha, reconfirmé todo con Isa y me dijo que lo íbamos a hacer en el departamento de Anto, ahí en Avenida del Libertador y Montevideo.

Una vez en el lugar, Isa me pidió que suba. Al ingresar al edificio, apenas me preguntaron el nombre. En parte me sorprendió, ya que en la mayoría de las veces me solicitaron el DNI para anotarme en una planilla. Se ve que ahora cambiaron.

Bueno, enfilo hacia el ascensor, subo unos cuantos pisos, me acerco hacia la puerta, toco timbre, escucho el taconeo acelerador y por fin me abre Anto. Paso a describirla: muy linda de cara, buenas tetas y muy buen orto. Quedé gratamente sorprendido por su orto; grande y cachetón.

Ni bien pasé, me comió a besos, me manoseó la pija y yo le toqué un poco la cola y las gomas. Estaba con una tanga para el infarto que de movida me puso la chota en el techo.

A todo esto, ustedes se deben preguntar qué onda con Isa. Ya de antemano me había dicho que estaba un poquito demorada. No fueron más que cinco minutos, pero para que no espere abajo me hizo subir.

Así que en el mientras tanto, Anto no se quedó atrás, me llevó contra la cama y empezó a chuparme la pija. Al toque suena el timbre, se acercó a abrir la puerta e hizo pasar a Isa.

"Hola mi amor, mirá como tenés la pija parada", me dijo Isa. "Aguantenme que ahora me sumo", comentó. Se empezó a desvestir ahí nomas y entre la imagen de su cola y la otra que no paraba de tirarme la goma, tenía que concentrarme para no largar los pibes.

Isa se acerca, me come la boca y luego se agacha para hacerme un pete junto con Anto. Ambas se chapaban entre ellas con mi pija en el medio. Mamita querida.

Subimos a la cama, Isa se pone en cuatro, Anto se le va de atrás y empieza a chuparle el culo. Yo me le voy de atrás a Anto y comienzo a hacerme una paja con su culo entangado. "Sii, un trencito", dijo Isa. A todo esto, frente a la cama había un espejo muy amplio que permitía ver toda la secuencia.

Me la chupó un rato más Isa, luego otra vez Anto y pedí forro. Isa me dijo "quiero ver como te la coges". Pero en realidad, la que me cogió fue Anto. Me acosté, se subió de espaldas y empezó a moverme el culo. Isa se acostó a mi lado, me comió la boca, me puso sus tetas en la cara y yo estaba en un cumpleaños.

Pasamos a coger con Anto en cuatro y esta decía "qué pija dura" y no sé que otro comentario más. Para ese momento yo tenía la menta casi nublada. Le dí a Anto en esa posición, Isa se colocó a su costado, comenzaron a besarse y yo acabé en el látex.

Pasé al baño (en perfectas condiciones) y al volver nos acostamos en la cama. Charlamos un rato los tres; todo muy ameno. Soy sincero, antes del encuentro estaba un poco nervioso, puesto que era la primera vez que iba a tener un encuentro de estas características. Pero una vez estando con ambas, me sentí muy cómodo.

Después de unos minutos volvieron a dedicarse en mi pija. Entre las dos la chuparon, hasta hacerla reaccionar y ponerla devuelta al palo. Isa me tiró "ahora me vas a coger a mí"; así que claramente acaté a su pedido.

Me puso el forro, se colocó en cuatro patas y adentro, agarrándola de esos cachetes que me vuelven loco. De mientras, Anto se puso una crema en las tetas y me las frotaba por toda la espalda. Cogimos con Isa de esa manera, hasta que pasamos a hacer un misionero, también con Anto arriba mío y pasándome las gomas por la espalda. Luego me acosté yo, Isa se subió encima mío y me cogió.

Retiré el preservativo, me hice la paja y les acabé a las dos en la boca. Se dieron un beso con mi descendencia y decían: "Qué lindo, un beso de leche".

Quedé absolutamente detonado y se los hice saber. "¿Dónde está la juventud?", me cargaba la hdp de Isa.

Pasé por última vez al baño, les pagué (150 usd a cada una), charlamos un rato más los tres y me fui, sin antes darme unos besos con ellas.

Espero haya gustado el relato, colegas. Los leo en los comentarios. Abrazo y que sigan los buenos polvos.

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