Antonela, servicio premium, cola nivel diosa y orteada // Material para todos

Camaradas, buenas tardes. Esta vez me toca narrar una aventura en Palermo, más precisamente por la zona de Paraguay al 5400, donde tuve un encuentro con una máquina paraguaya llamada Antonela. Ya de entrada les comento, si son de los que fantasean con unas tetas imperdibles, besos fogosos y una cola nivel "edición limitada", agarrense fuerte. Le escribí por whatsapp y me respondió con la info. A la hora pactada bajó a buscarme: morocha, carnosa, una belleza potente. Ni bien me vio, tiró la mejor de las ondas y subimos como dos adolescentes con ganas de cojer. En este edificio no hay que mostrar documento ni dar explicaciones a nadie. El nido de amor estaba bien calefaccionado, ideal para sacarse todo sin sufrir hipotermia. Gatillo mosca y voy a higienizarme. Toallón limpio, jabón líquido, papel, bidet, ducha con agua bien caliente: el paraíso higiénico.
Cuando volví, mamita! Su cuerpo es el sueño húmedo de cualquier mortal: culo tamaño XL, tanga hilo dental que apenas cubre su intimidad (aunque mejor que no lo cubra nunca jeje), tetas naturales, mucha curva, piel suave y sonrisa de novia calentona. Su tanga finita pedía a gritos ser corrida de lugar. Nos besamos y no fueron picos tímidos: besos con lengua, bien profundos.
Luego se posicionó en cuatro patas sobre la cama y arrancó con un pete demoledor. Sin forro, lleno de escupidas y gp, con mirada fija y ruidos. Me la lustraba como si fuera un trofeo. Se la tragaba con tanta pasión que pensé que estaba buscando el alma. Una boca de exportación.
Después pasamos a lo importante: preservativo y polvo. La primera murra fue intensa, me montó como yegua al trote y después la di vuelta en cuatro. El cacheteo sonaba fuerte, parecía samba en comparsa. Se abría las nalgas para que entre bien todo. Terminamos con un final pintando sus nalgas con semen.
En el descanso, charla relajada, besitos, más besitos y otra vez al ruedo. Primero en cuatro y mirando la escarapela, pedí hacerle la cola. Sin dudar fue por el gel. Se acomodó, me la apuntó como experta y se la di. Qué manera de gozar, por Dios. Se movía, gemía y pedía más. Una orteada hermosa hasta acabar dentro de ella, digna de quedar en los anales del foro (literal y metafóricamente).
Para cerrar, otra lluvia de besos, limpieza y salida del lugar con la autoestima por las nubes y las piernas como recién bajado de una montaña rusa. Por 100 dólares, es un servicio all inclusive: besos, pete hasta el final, cola, libertad total. Y encima buena onda, linda charla, cero apuro.

Resumen: Antonela es una máquina paraguaya de dar placer. Linda, fogosa, de cuerpo espectacular y entrega absoluta.
Me permitió hacer algo de material, como dicen todos al que le interese por favor pedirlo en la xp.

Saluda atentamente
DILATADOR de ANOS.

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