Comentarios sobre Escorts/Acompañantes en BairesGirls

Amigos del Foro: Hace unos días tuve el placer de conocer a La Cortesana. Muchos de ustedes habrán leído mi XP (La Cortesana es real). Dado que la Dama en cuestión es muy reservada, y mantiene en el misterio su imagen y sus otras actividades, me las arreglé para compartir de alguna manera mi alborozo por conocerla. Pero como me quedaron muchas cosas por decir -por resperto a su distinguida persona- y tenía necesidad de decirlas, se las envié a ella mediante un MP. Cuál no sería mi sorpresa al recibir su respuesta, en la cual me decía que le había encantado lo que yo le había escrito y que le gustaría que lo hiciera público. Como un deseo de La Cortesana es una orden para mí, decidí hacerlo. Lo que sigue es, ni más ni menos, el MP que le envié a quien me ha brindado uno de los momentos más placenteros, copados y sensuales de mi vida. Ruego a la comunidad gateril que no lo tome como una reiteración, pero cumplo con los deseos de esta distinguida Dama, que me ha brindado toda su intimidad sin límites en la cama. Éste es el mensaje privado que le envié en aquél momento, y que hago público por especial interés de La Cortesana, mujer que adora el sexo y no concibe una cama sin compañía. Aseguro a los amigos que acostarse con ella es una experiencia que no debe perderse. Lo único que no transcribo es el final de mi texto (que ella me pidió se lo susurre al oído en nuestra próxima cabalgata desenfrenada hacia el vértigo del orgasmo). Ahí va mi MP:
Mi adorada Coretsana: (Perdón por la confianza) Todavía estoy en el sublime estado en que me dejó nuestro encuentro. Primero quiero comentarle que agradezco que haya tenido la gentileza de contestar mi experiencia. Saber que su mente estuvo dedicada unos minutos a mí me hace muy feliz. Además le digo que este mensaje fue un éxito. Primero lo mandé mal, es que cuando pienso en Usted pierdo el equilibrio. Además de los mensajes que se publicaron, recibí varios MP de señores desesperados por disfrutar de sus favores carnales. Además, luego del mismo me han ascendido al rango de Gato, seguramente por su real influencia. Vamos a lo más importante: (Aunque, tratándose de Usted, todo lo es) Recuerdo su primera sonrisa a través de la vidriera, mientras yo corregía los originales de mi libro. Le digo que no puedo continuar ahora es tarea, ya que cuando leo mis páginas, levanto mil veces la vista a ver si la veo llegar. Recuedo esos primeros instantes, en los que yo estaba algo cohibido, y nuestra caminata hacia el escenario más placentero que haya conocido. Recuerdo uno a uno los detalles de nuetstro "intercambio de energías" y finalmente su pícara sonrisa decorada con un guiño travieso mientras el agua acariciaba su cuerpo en el momento en que se bañaba.
Quiero decirle que agradezco que Su Majestad haya tenido la deferencia de dedicar algunos momentos de su vida para compartirlos con este humilde servidor. Y decirle también que no han de borrarse de mi mente. Quiero que Usted sepa que cuando yo le dije que deaba lavarme las manos, Usted me llevó a la gloria al pedirme que previamente la besara (cosa que yo estaba anhelando). Recuerdo ese beso profundo en el que su lengua acarció a la mía y sus labios se pegaron mis labios, anticipando lo que haría con mi falo. Quiero que sepa, adorada Señiota, que fue todo muy emocionante, pero hay una imagen que me impactó. Fue cuando ambos acariciábamos mutuamente coin nuestros labios nuestras respectivas entrepierrnas. Usted se hallaba apoyando su cuerpo real sobre mis carnes plebeyas y realizaba un soberbio trabajo bucal mientras yo trataba de brindar cariño a su dulce vagina. Le aclaro que fueron momentos de intensísimo placer. Por un lado, lo fuertemente sensual de la succión mutua, y luego, el placer que sentía este humilde siervo de Su Señoría. Paso a detallar: físicamente los soberbios estímulos que no cesaban de halagar a mi pene, dulcemente ubicado en el interior de su boca. Y luego lo visual: mis ojos obsevaban lascivamente su tierno anillito estriado ubicado entre sus nalgas, imaginando (aunque mi imaginación se quedó corta) el placer que lograría luego al poder invadirirlo con mi verga. Y cuando dejaba de mirarlo, para recorrerlo con mi lengua, mis ojos se deleitaban con la triple imagen que brindaban los espejos. Veía su cuerpo moverse sensualmente, y esa visión simultánea de sus encantos se asemejaba a la polifonía de Bach o a la expresión cubista de Picasso. No quiero entretenerla demasiado, si Usted ha tenido la gentileza de leer mis palabras hasta aquí, pero debo decirle que si por algo lamento que no publique sus fotos en Baires es porque si allí estuvieran, las imprimiría y así, con sus imágenes ante mí, me masturbaría una y mil veces. Sé que es posible que nuevamente volvamos a enredar en el lecho nuestros cuerpos, y eso alegra mi vida. A pesar que tal vez no ne ponga muy contento saberla entre otros brazos, le deseo lo mejor en estos días. Quiero que sea amada por los más tiernos galanes (o alguna dama, si también es su deseo) qie la penetren y le provoquen felices orgasmos. En fin, lo mejor para Usted. Mando ésto por MP. No lo hago público sabiendo sus reservas en preservar su intimidad, pero si Usted quiere, no tengo inconveniente en que lo haga, ya que no me molesta en absoluto divulgar mis sentimientos. Dulce Señora, anhelando un futuro encuentro, voy a despedirme con lenguaje pedestre. Tal vez mis últimas palabras invaliden todo lo escribí hasta el momento. Acaso la embarre totalmente. Es posible que Usted se ofenda conmigo, y no quiera saber nada más de mí. Pero los sicólogos dicen que no es bueno reprimir los sentimientos. Es así, y con todo repeto, y pidiendo mil disculpas por lo que viene, me despido diciéndole... (El final me lo reservo, por propio pudor, y por respeto a la virtusa Dama destinataria de mi mensaje)

Amigo Lococharly: gracias por los conceptos. En cuanto a reincidencia, la tendré en dos días, lo cual me alegra, aunque no se si contaré mi experiencia que ocurrirá pasado mañana, ya que no quiero ser reiterativo en los relatos. En cambio, quiero serlo en mis encuentros con la dama en custión, que me dejó dado vuelta. Gracias por todo. La Cortesana es para reincidir siempre.