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[b:8146930acc]Cómo proteger los datos en su PC[/b:8146930acc]

[b:8146930acc]Windows 2000 y XP ofrecen herramientas sencillas
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* Sin instalar ningún software es posible evitar que ojos indiscretos vean la información de su disco

* Cómo entender los permisos de usuario

* Y una receta casera

Hay una cosa buena y otra mala respecto de guardar información en la computadora. La buena es que es fácil de acceder, se la puede modificar sin perder calidad, no hay papeleo, ni tijera, ni goma de pegar. La mala es que todos esos datos son series de bits que, a menos que hagamos algo al respecto, cualquiera puede leer.

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Sin embargo, existen numerosas formas de proteger lo que tengamos en el disco duro de la máquina. Windows XP y 2000 ofrecen herramientas para esto, pero al principio son un poco abstrusas, si uno viene, como suele, de los Windows anteriores.

El secreto de todo el asunto está en el sistema de archivos NTFS. Si usa XP o 2000 con FAT32 es, para la seguridad, como si todavía tuviera instalado Windows 98.

NTFS posee la capacidad de que los archivos tengan atributos adicionales y sólo los puedan leer aquellas personas con permiso para hacerlo. En rigor, se puede otorgar permiso, por ejemplo, para ver un archivo, pero no para editarlo.

Lo que no debe hacerse, a menos que se sepa exactamente cómo y por qué, es encriptar ficheros. Este término induce a pensar que se los podrá abrir al copiarlos en una nueva instalación, si el nombre de usuario es el mismo. Esto no es así. El tema de las herramientas de encriptación en XP y 2000 es bastante complejo y extenso para tratarlo aquí. Y tampoco es menester para proteger sus archivos en el disco.

Al abrir las Propiedades de un archivo, en Windows 2000, encontrará que hay una ficha llamada Seguridad. En XP, para que esta solapa aparezca hay que quitar el tilde de Utilizar uso compartido simple de archivos en Panel de control>Opciones de carpeta>Ver.

Al hacer clic en la pestaña Seguridad verá arriba una lista de cuentas (o usuarios, para simplificar) y de permisos, abajo.

La lógica de esto es muy sencilla: haciendo clic en cada usuario verá lo que éste puede hacer con el archivo o la carpeta seleccionados. Si los quita todos, nadie podrá tener acceso a la carpeta o el archivo (tenga cuidado con eso).

Para que sólo usted pueda abrir una carpeta, debe agregarse a la lista, otorgarse todos los permisos y luego quitar a los demás usuarios. No quite al grupo Administradores ni System o las cosas pueden ponerse feas (por ejemplo, un clic en un archivo en el Escritorio al que nadie tiene acceso colgará el Explorador de Windows).

Si no se siente cómodo con el tema permisos y sólo usted es el administrador del equipo, hay una opción casera que funciona bien para proteger carpetas, aunque que de ninguna manera reemplaza los permisos. Primero, ponga a su carpeta un nombre aleatorio, semejante a una contraseña.

Luego, ocúltela. Tercero, vaya a Panel de control>Opciones de carpeta>Ver y elija No mostrar archivos ni carpetas ocultos.

Ahora, abra el gpedit.msc (Inicio>Ejecutar>gpedit.msc + Enter). Vaya a Configuración de usuario>Plantillas administrativas>Componentes de Windows>Explorador de Windows y active la opción Quita el menú Opciones de carpeta.

Si se está preguntando cómo acceder a esa carpeta ahora que está oculta y además no puede visualizarla, es simple. Escriba en la barra de direcciones de cualquier ventana el nombre de esa carpeta, y listo. Que usted no pueda verla no significa que el sistema no sepa dónde está.

Si todavía utiliza Windows 98, la única opción verdaderamente sólida es la encriptación. El software más usado para codificar archivos es el Pretty Good Privacy (o PGP, www.pgpi.org), cuya función principal es encriptar el mail.

No obstante, las versiones actuales ofrecen codificación convencional de archivos de forma fácil y segura.

Por Eduardo Dahl

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