Traviesas & Transexuales

Constituye un capitulo del temario que podria comprender el microprograma ¡Traviesas en el recuerdo!
No se que habra hecho el tiempo con esta abnegada trajinadora de la calle Oro pero hace unas temporadas sostenia su dignidad sin sobresaltos.
La habia visto mas de una vez en la calle, escondida en la penumbra, a la altura de Paraguay y sus curvas, adivinadas entre sombras, eran mas que una inquietud.
Despues publico y lo que se insinuaba en la oscuridad, entre dos autos estacionados, generalmente un auto y un camion destartalado, arrumbado a la buena de Dios, era una aproximacion a la realidad.
Una noche acosado por la curiosidad en ese punto caramelo que se mezcla y fusiona con la calentura, disque el telefono -disque, contemplen que esto fue hace un tiempo atras- y rumbee para su morada, en la calle que corona su nombre de guerra, justo justo donde ella hacia la calle aunque ya estuviese hecha.
El portero un morocho con alma de candombe y pinta de uruguayo de la ciudad vieja, alla en la Montevideo carnavalera, la hizo bajar para ganar segundos en su afan de incomodarme un poco, ponerle relieve a su labor y chusmear de que venia.
Subimos y con su exuberancia y su oficio en el ascensor gano minutos con una franela para ponerle clima de clasico al partido de caracter amistoso. Departamento donde no caben ni las dudas, fotocopias color similares a las fotos que publica tamaño oficio coronando las paredes, un dependiente de un delivery apareciendo en escena con una milanesa napolitana con fritas que si la entraba al cuarto me hubiese obligado a salir. Menos mal que no era a caballo.
Ante ese cuadro preferi evitar romanticismos y juegos dilatorios. Puse a prueba su capacidad bucal como un precalentamiento apto para domesticar la abundante milanga que la aguardaba y con gran categoria, sin recurrir a sus manos, con una lengua eximia, labios afiebrados y una habilidad para el aplauso en cambios de ritmo, texturas -paladar, lengua, labios, el canto de los dientes- e intensidades, me hizo acabar profusamente sintiendo un placer pasajero pero intenso.
No volvi, no senti el impulso ni la necesidad, pero hago un homenaje a su oficio, a una trayectoria que ya parecia ser extensa y a una geografia de morocha combativa que supera los decibeles de la honra.
Sospecho que puede ser una buena activa, sobre todo tratando con principiantes ya que debe haber corrido varios Grandes Premios y no solo en Palermo.
Que la disfruten la que sientan el deseo de hacerlo.

Gracias Ima...

Lo acepto Magaro pero con una sola condición, que todos los miembros del foro me ayuden a reinvertirlo en el país, gastándolo en travesuras...

Gracias por los más... y los onega podría agregar algún riverplatense nostalgioso...

Gracias Tamoloco