Traviesas & Transexuales

A Abigail la fui a ver tres o cuatro veces a su departamento en el microcentro.
La primera vez me mató tan pronto abrió la puerta. Estaba producida de una manera increíble, con una mini blanca, un top, bien bronceada -recién llegada de Brasil-.
Fue una catarata de mimos y pasión. Extraordinaria como pasiva, con sus tetas, su cola, su piel, su boca fogosa, su voracidad.
Recuerdo que era sábado a la tarde y que en otros sábados, más o menos a la misma hora, repeti el rito llevándome siempre una sensación vecina al enamoramiento...
Luego se mudó y la visité al cabo de un tiempo pero aquella vez no estaba tan bien predispuesta, como si algo le pasara y me quedó una mala sensación porque a la salida de su nuevo bulo me paró un policía, me pidió documentos, me tuvo demorado un rato queriéndome llevar... no recuerdo si me coimeó porque viví otras dos veces la mala experiencia.
Ese episodio me frenó cuando me surgieron ganas de volver a verla. Me quedé un poco paranoico pensando que estaba nerviosa porque sabía que me iba a parar la cana y me conocía. Paranoias al margen, este último paso en falso no logra borronear el magnífico recuerdo que tengo de ella como hermosa amante.

Chas gracias

Es bueno saberlo, otra vez me pasó en la puerta de la casa de Libey lo que me dejó una mala imagen. La verdad no pude conocerla en su esplendor, no tuve suerte. Un día estaba muy fumada, el depto era un quilombo, me atendió apurada y mal... y a la salida, un cana.
La otra, en la calle Corrientes, vi un tipo sospechoso en la entrada. Le recordé lo que me había pasado en un depto por Tribunales con ella. Me dijo que no tenía idea de nada. Estaba con poco tiempo, me sacó rápido y después, a la salida, el tipo no me paró pero me siguió un par de cuadras.