Escort Loly 8 Lunas - Recoleta bairesgirls

Queridos colegas del foro!

Ando a las corridas por estos días, pero me tomo un ratito para colgar esta XP porque a la señorita en cuestión no le queda mucho y me temo llegar tarde (la publicación sigue en pie, así que asumo continua laburando).

Esta XP es de hace 2 semanas. Es una fantasía, un gustito que hace rato me quería dar, pero tarde en decidirme espantado por lo elevado del regalito, totalmente fuera de mi presupuesto. Sin embargo, la calentura (y el saber que en cualquier momento entraba en licencia) pudieron más, rompí el chanchito y la contacté.

Me dijo que estaba trabajando poco y ese día ya estaba ocupado. Sin embargo esa misma noche me escribe para decirme que se le cayó un cliente, a ver si quería pasar. Dejé todo y encaré para allá como bombero loco.

Tiene un depto en la zona de Pueyrredón y Santa Fé. Es independiente, está sola. El depto es chiquito pero ordenado. Me vio llegar medio agitado, me ofreció algo para tomar de una heladerita que hay en el living, y pedí pasar a la ducha para una refrescadita. Baño prolijo, pero la toalla inevitablemente tiene el tufo de los mil colegas que me precedieron.

Salgo y me espera ella con un conjuntito. Ese cuerpo es una visión de otro planeta. Destaca esa panza redonda, hermosa, una presencia ineludible… Fui en busca de una panzona y acá había de sobra. De cara es normal, no destacaría si te la cruzás por la calle. De cola viene tranqui, o al menos palidece en comparación con sus otras curvas, porque además de la panza de 8 lunas tiene 2 cabezas de enano que son una locura. En algún momento volverá como nodriza y la estaré esperando para prenderme de esos pechos como loco.

Me quedo un rato admirando ese cuerpo divino, acariciando su panza. Le busco la boca para comerla a besos y la respuesta fue esquiva, apenas unos piquitos, contesto un beso suave. Asi que baje a esos pechos magníficos, donde me detuve un buen rato a prenderme como becerro. Me hubiese quedado a vivir acá, pero recordé que estaba rentando su tiempo y el reloj seguía corriendo implacable. Así que saqué al soldadito, ya por demás entusiasmado, y me apreste a recibir sexo oral.

El pete estuvo bien, tranquilo, algo de compromiso. No paso mucho tiempo antes de que ella sugiriese encapuchar y pasar a los bifes. Le pedi que vaya arriba, para poder contemplar esa figura magnífica. No aguantó mucho, así que pasamos a estar ella acostada y yo de pie al costado de la cama. Seguimos asi un rato, hicimos una pausa para que ella se recupere, y pidió seguir en 4. Estuvimos bombeando un rato más en esa posición, para terminar soltándole la lechita sobre los pechos.

Algún comentario final: fui en busca de la fantasía con una embarazada, y el sólo hecho de tener una mujer en ese estado, con una panza gigante de 8 lunas, pagó la entrada. Me doy por satisfecho. Después, por más empático que sea con una mina en ese estado, entendiendo que no se le puede exigir mucho desde lo físico (no fui en busca de piruetas, soy muy consciente de su situación y ya estuve con otras en estado similar), note poca predisposición de su parte para estimularme y prenderse al juego. Siento que cometí el error de aceptar el último turno, que ya la agarrás cansada al final del día. Por otro lado, ella deslizó durante el encuentro que trabaja desde hace muchos años, tradicionalmente prestando servicio de dómina. Ahora por su situación actual, recibe a otra clientela buscando esta fantasía. Quizá por esto no este acostumbrada a aceptar indicaciones o sugerencias. No quería dejar de mencionar esto.

Conclusión: si estás con ganas de cumplir esta fantasía, apurate a llamar que le queda poco.

Abrazo colegas, espero les haya servido este relato.

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