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Sexo mortal con Kimberly, la belleza germana nacida para matar

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#71  28-Jul-2010, 10:19
Avatar de SAINT
SAINT
65 4 13 años

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Usuario/a Excluido/a - POST No disponible
#72  30-Jul-2010, 15:16
Avatar de Nachito_22
+1 año sin XPs
Cita:
Iniciado por Rababá Ver Mensaje
Debo confesar que en mi adolescencia siempre me ratoneaba viendo a la terrible Xuxa mostrando sus largas piernas y moviendo sus anchas caderas. Unas cuantas décadas después, me encuentro aquí, parado frente a un clon de Xuxa, que se hace llamar Kimberly. Ella esta con un babydoll rojo que trasluce toda su inmensa anatomía femenina, sus piernas están cubiertas por una medias en red también de color rojo, calza zapatos negros de tacos altos. Son casi un metro ochenta centímetros de exuberancia y belleza. Me recibe con una sonrisa y me fulmina con un beso de lengua que como manecillas de reloj hacen un giro de xxx grados sobre mi asombrada boca. Quedo estupefacto, petrificado ante tanta belleza teutona. Solo atino a decirle: Cómo esta el clima allá arriba. Kimberly sonríe, cierra la puerta, me da la espalda y se dirige hacia otra habitación. Veo su hermosa y portentosa humanidad meneando sus caderas al andar. Como perro en celo la persigo imantado, como comprobando que no es un sueño, sino una realidad. Cuando levanto la cabeza me encuentro en la cocina y escucho a Kimberly dándole instrucciones a su empleada para que le prepare una ensalada. Ella se da cuenta que estoy atrás de ella, parado como un zombie, me vuelve a sonreír, me toma de la mano y me lleva al dormitorio. Cuando cierra la puerta vuelve al ataque con su lengua mortal y me apoya todo su ardiente cuerpo. Nos besamos como novios que se reencuentran tras una larga ausencia. Igual, sigo sorprendido. Si usamos las categorías del boxeo, Kimberly es un peso pesado de hermosura y yo apenas un peso mediano, que a puro gimnasio, muestra un leve sobrepeso. Pero el fuego apasionado de sus besos, han empezado gradualmente a romper mi inhibición y mi organismo empieza a responder lentamente a sus ardientes estímulos carnales. Mientras seguimos unidos, enredados con nuestras lenguas, mis manos se pierden acariciando su extensa, redonda y tersa cola. Para entonces mi virilidad colgante se había endurecido, envalentonado, y a lo Galtieri, en plena Plaza de Mayo me grita: Si quiere venir, no le tenemos miedo, le ofreceremos batalla.


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Kimberly se arrodilla, me devora con su boca mi dura hombría, mientras mis manos acarician su rubia cabellera corta. Es un oral rítmico, con mucha saliva y con mucha mirada salvaje de color azul. Me esta comiendo la pija en un sin fin de modalidades. No quiero explotar pronto. La levanto para desnudarla toda, desenfundo su corpiño y aparecen unas lindas tetis blancas, algo pequeñas, pero duritas y con unos pezones que son una delicia. Me zambullo en sus pechos y me hago un festín, mientras Kimberly se aprieta las tetas, se excita y a los gritos me pide que siga. Le encanta que se la chupen. Luego la tiro de espaldas en la cama y aprovecho para desnudarme todo. Mientras me quito lo poco que tenía encima, Kimberly, desnuda como Dios la trajo al mundo, me abre las piernas, me mira con cierta dosis de perversión y me empieza a sacar la lengua de manera lasciva. Se ha convertido en una hembra salvaje lista para el combate sexual. Me lanzo sobre ella y nos comemos literalmente las lenguas. Tiene los labios delgados, pero su lengua es la más activa en los besos. Kimberly, me baña el rostro con su lengua, mientras que yo trato de seguirle los pasos. Marco mi territorio a puro besos y atravieso una perfecta pancita plana y delicada. Avizoro su sexo húmedo y depilado y como si fuera la última coca cola del desierto me la chupo toda, hasta que me duela el cuello, la boca y la lengua. No sé cuanto tiempo estuve enclaustrado en dicha excitante cueva, solo sé que los gritos de la rubia eran mi combustible para seguir viajando en sus profundidades: Chupame mi conchita!!!! Asi, asi, asi!!! Sigue, sigue, sigue!!!, Ah, pero como te comes mi conchita!!!! Hasta en los inconscientes gritos de placer, esta bella alemana muestra un español neutro, limpio, carente de tonada alguna.

Kimberly es una Barbie rubia y parece estar genéticamente programada para dar placer. No le dice no a nada. Arrastro su cuerpo al filo de la cama y pongo su cabeza colgando. Me paro delante su rostro y empiezo a cogerla por la boca. Un placer indescriptible. En esa posición aprecio todo su blanco y femenino cuerpo y nuevamente trato de refugiarme en su rosadita y limpia conchita. Apenas llego, porque la diferencia de talla entre nosotros lo hace imposible. Kimberly acomoda todo su cuerpo en la cama y nos hacemos el número mágico. Otra vez pierdo la conciencia entre sus piernas y aprovecho para visitar con el dedo índice su anillito rosa. Ella lo permite, pero ataja mi mano para que lo haga con suavidad. Nuevamente vuelve a gritar y jadear. A Kimberly también le encanta que le chupen la conchita. Ahora me pide penetración, pero antes acomodo mi ardiente miembro pétreo sobre su humedecido clítoris y me refriego como olas de alta mar embravecida. Kimberly me mira a los ojos, me vuelve a sacar su terrible lengua para que se la chupe, mientras sus manos aprietan mis nalgas dándole ritmo a mis movimientos. Luego ella encapucha la pija, se escupe entre los dedos, se frota la conchita y se la coloca suavemente. Empieza el garching con un maravilloso festival de poses y gritos, pero la que me llevó a la cúspide del placer fue: yo arrodillado y ella con las piernas levantas y cruzadas. Ahí me perdí, porque mi mano derecha bajo sus caderas era la que dirijía el movimiento, entonces enloquecí de placer, hasta el punto que empecé a chuparle, morderle, comerle todos los dedos del pie derecho, mientras que mi mano libre apretaba sus hermosos pechos. Al final terminamos de misionero, face to face, pero por la colita, con besos hacia el infinito y con ese grito de guerra que me hizo descargar todo mi arsenal lácteo: Quiero que me des toda tu lechita calentita!!!!!

Ha pasado casi una hora, he quedado exhausto, pero feliz. No se la saque hasta que mi hombría pierda su dureza. Los besos seguían multiplicándose a doquier. Breve parada para la higiene y la rubia se echa a mi lado y me cruza su larga pierna izquierda sobre mi vientre. Empezamos con una larga sesión de mimos y caricias postgarching. Estaba pensando si podría con un segundo round o si perdería por knock out técnico. De pronto suena su celular privado. Me pide disculpas y atiende sin moverse de mi lado. Era un problema personal que tenía que atender de urgencia. Al rato cuelga. Volvemos a lo nuestro y nos enfrascamos en una charla mimosa, pero unos minutos después vuelve a sonar el celular. La misma persona, el mismo problema. Se trata de una película porno que Kimberly filmó, pero que no debería comercializarse en Argentina. Me pide disculpas, me besa nuevamente y yo como sopapa me prendo de sus labios. Quiero quedarme a vivir en esa cama, pero con ella desnuda a mi lado. Me dice que tiene que salir urgente y que los minutos perdidos con las llamadas me los recompensará en la siguiente cita, porqué vas a volver. No? Me pregunta. Obviamente, le respondo. Intercambiamos celulares personales. La veo vestirse y sigo apreciando su rubicunda belleza. Aprovecho y le tomo una foto con el celular. Ella mira la foto y me dice: salí con una cara de recién garchada. Si y me gusta, porque cuando la vea sabré que el que te garchó fui yo. Ella se ríe y me dice que el siguiente encuentro será en su territorio privado, acepto y le ofrezco que será acompañada por una cena, también acepta, pero esa ya es otra historia. Espero les sirva la data. Su seguro servidor Rababá.
que linda dios es germana enserio?

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